Capítulo 2. "Playa D'en bossa"

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Cris

Joder que bien besa está chica, estaba segura desde el momento en que la ví entrar que sería toda una bomba y no me equivoqué. Sus labios son perfectos, suaves y dulces, pero si hay algo que recordaré de ella además de todo el placer que me está dando en este preciso momento, es su olor, joder es sensacional, de un dulzor en la medida justa combinado con su esencia natural, es inconfundible, probablemente jamás lo olvidaré y dónde quiera que lo sienta me recordara a ésta desconocida de pelo negro y ojos miel.
Luego de iniciar una guerra de besos tras abordarla, nuestras manos de abrieron paso a recorrer cada parte del cuerpo de la otra, en tanto yo me dedicaba a sus pechos, ella apretaba mi culo con firmeza. Poco a poco la ropa fue sobrando y el deseo estaba por completo desatado, sin embargo hay algo primordial que jamás olvidó por muy cachonda que esté, y es que nadie debe descubrir mi verdadera identidad, motivo por el que jamás permito que toquen mi cabeza, ya que corro el riesgo de que quiten mi peluca y no sostengo la mirada por más de 5 segundos, evitando que me vean directamente a los ojos, y evidentemente el lugar donde estemos teniendo sexo debe estar por completo a oscuras, llevar una doble vida no es fácil, pero tomando precauciones evitó correr riesgos innecesarios. Al parecer a esta chica nada de eso le importaba, sólo se dió a la tarea de darme placer, en un momento tomo mis piernas para que las acomodara alrededor de su cintura, joder que fuerza tenía, nos dirigió hasta el lavado, para dejarme sentada sobre el, instintivamente me recosté y apoye mi cuerpo sobre mis codos, ella lamía y besaba mi abdomen y yo me sentía en la puta gloria, joder como es posible que aún no hemos llegado a follar y sienta tanto placer. Evidentemente los golpes en la puerta de las chicas que estaban esperando ingresar pasaban desapercibidos bajo mis gemidos, sinceramente no me importaba nada, llevo días teniendo sexo con distintas personas, pero nadie como ella.

Joana

No sé que me ocurría, estaba por completo drogada con esta chica, su piel me llamaba y cada parte de su cuerpo pedía mi atención, desconozco cuánto tiempo estuve besando su abdomen y amasando sus pechos sin embargo cada segundo lo valía, en tanto ella movía su pierna derecha generando un roce muy placentero en mi centro, si bien aún estaba con ropa podía sentir como mi clítoris comenzaba a excitarse ante aquel maravilloso contacto. Joder cuánta razón tenía Fer, Ibiza es el paraíso.
Amaba y me excitaba bastante escuchar los gemidos que conseguía provocar en esta chica, ya que significaba que la tenía a mis pies, lo mejor de todo era que la música en el lugar estaba a tope por lo que podíamos hacer todo el ruido que quisiéramos sin limitarnos. Cuando estube cerca de su entrepierna, mi sed era intensa, tanto como si estuviera en medio del desierto y su coño fuera un oasis, claramente ella no opuso resistencia por lo que quitar y bajar su pantalón fue tarea fácil, lo que no esperaba era que está cabrona no cargará bragas, diablos el olor de su centro me llamaba, era una especie de droga adictiva que debía ser devorado de inmediato, y quién era yo para negarme a ese placer, doble mis rodillas y me posé frente a ella, quien abrió sus piernas en su máxima capacidad invitandome sin rodeos a qué la follara, las palabras no eran necesarias, nos comunicabamos con simples gestos y acciones. Está chica era tan perfecta que su clítoris parecía un pequeño diamante de color rosa, que producto de su humedad brillaba en la oscuridad, y es que desde un inicio tan sólo nos iluminaba un pequeño rayo de luz que ingresaba por la ventana del cuarto de baño.

Cris

La puta madre, no sé cuántas veces he logrado llegar al orgasmo y en tan poco tiempo, realmente ésta tía, tiene mazo experiencia y sabe lo que es bueno. Tanto fue mi placer que perdí la noción del tiempo y en este momento me encuentro intentando recuperar y regularizar mi respiración, claramente era mi momento de devolverle el gran placer que me hizo sentir, una de mis reglas fundamentales es que jamás me llevo a uno de mis ligues a mi habitación, pero estoy pensando seriamente en coger de la mano a esta chica y llevarla al cuarto más próximo, me acerco a ella seductoramente, como aún estoy desnuda al menos de la cintura había abajo, me aproximó a su zona pélvica y comienzo a rozar mi culo, ella con sus manos lo acariciar y acerca aún más, puedo sentir sus gemidos. Cuando estoy por girarme completamente frente a ella para introducir mi mano entre su pantalón, su puto móvil comienza a timbrar, en ese momento por primera vez escucho su voz, es algo ronca, profunda y tiene un acento que me voló la cabeza, claramente no era española y eso la hacía aún más sexy, mientras ella charlaba yo besaba su cuello, y acariciaba su culo, de un momento a otro, todo lo cachonda que estaba se esfumó, ella debía marcharse.

[Croana]  Tú SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora