Capítulo 6. " Como Tú"

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Joana

Jamás espere que Cris me pidiera un...abrazo, por un momento pensé que me pediría ir por sus amigas, llamar a su novio o yo que sé, pero jamás que le abrazara. Lamentablemente mi trabajo y la ética me lo impiden, el contacto físico sólo está permitido en caso de vida o muerte y si bien ella no está en su mejor momento, no puedo cumplir su petición. Sin embargo al mirar sus ojos llenos de tristeza, vergüenza y temor, inmediatamente siento la necesidad de protegerle y no sólo como su guarda espalda, en este momento dónde Cris ha bajado sus barreras y ha dejado de ser esa cría déspota y desagradable, puedo ver lo infeliz que es, y lo sóla que debe sentirse, como para pedirle a alguien que está comenzando a conocer que la consuele. Ella me mira en busca de una respuesta y creo que lo que oira no será de su agrado.

C: Joana no te preocupes, es mejor que nos vayamos si?. Sé que llevamos menos de 24 horas conociéndonos y bueno tal vez me pase con la petición, tranquila no digas nada, sólo te pido que por favor no le comentes nada de esto a mis padres

J: Cris no es que no quiera, simplemente no puedo. Ser tu custodia me lo impide, pero si necesitas otra cosa gustosa lo haré. Y en cuanto a tus padres no te preocupes éste será nuestro secreto. Anda ven - tomé mi cazadora y la cubrí, por qué lo hice? no lo sé, simplemente sentí que de esa manera podría darle ese abrazo que no pude concedirle-

Cris

Con Joana salimos rápidamente del sitio, no sé cómo pero sabía perfectamente dónde estaba la salida de emergencia y eso nos evitó cruzar entre toda la gente, envié un mensaje a Rose, avisándole que me marchaba a casa, no quería que se preocuparan y mucho menos que me interrogaran. Al subir al coche Joana me dijo de ir a casa a lo cual asentí, tener su cazadora sobre mis hombros me hizo sentir en parte su calor, y por supuesto su olor, aquel que desde aquella noche en Ibiza no he olvidado. En tanto emprendemos ruta hacia casa de mis padres noto que Joana cada tanto me observa por el espejo retrovisor y me dedica una sonrisa tranquilizadora, sin embargo toda esa paz que logra trasmitirme se ve opacada por un mensaje en mi bandeja de Instagram, aquel tío abusivo de la discoteca, escribió amezandome que esta situación no se quedaría así, joder es que no me lo podía creer, comencé a sentir los latidos de mi corazón muy acelerados, y falta de aire, mis manos comenzaron a sudar, en tanto un temblor se apoderaba de mi cuerpo, joder no, otra vez no.

Joana

Me sentía extraña, durante mis años siendo guarda espalda, jamás uno de mis protegidos me ha pedido que le abrace, y la verdad me sentí mal por negarselo a Cris, y es que esa clásica disyuntiva entre lo correcto y lo que deseas hacer, realmente jamás me había tenido entre la espada y la pared como en esta ocasión. A medida que podía mientras conducía, observaba a Cris y le dedicaba una sonrisa, quería que supiera que estaba con ella, y que aún que nuestro inicio o fue el mejor y más agradable, desde este momento podemos llevar nuestra relación de la mejor manera posible. Por un momento decido cambiar de ruta para pasar por una zona de miradores dónde las estrellas se ven en todo su esplendor, es cierto llevo muy poco tiempo en Madrid pero me he preparado muy bien, y podría decir que conozco la ciudad como la palma de mi mano, a pesar de no recorrerla aún por completo.
Estábamos por llegar aquel sitio, cuando observo a Cris muy pálida y temblando, de la nada comenzó a llorar, sabía perfectamente lo que estaba sucediendo, estaba teniendo una crisis de pánico. Rápidamente aumento la velocidad para lograr aparcar el carro en el mirador, y bajo corriendo para llegar a su lado, cuando abro la puerta y me encuentro con sus ojos, sentí un puñal en el centro del pecho, la puta madre, si tan sólo la hubiera contenido y le daba ese abrazo que tanto necesitaba, no estaría en esta condición. Intento lograr que su mirada quedé fija frente a la mía, tomo una de sus manos y la posó sobre mi pecho intentando a través de eso regularizar su respiración, le hablo prácticamente susurrando, intentado transmitirle paz, acaricio su mejilla y le digo que todo estará bien, poco a poco, minuto a minuto, consigo calmarle, no del todo, pero al menos su corazón no galopa como si de un caballo se tratase. Tomó sus manos y las acaricio con mis pulgares, ella esboza una pequeña sonrisa, y por fin vuelve a estar en calma, han pasado algo así como 35 minutos y Cris vuelve a la normalidad, le sonrió e impulsivamente le abrazo, sé que no es correcto, pero la situación lo amerita.
Mi pequeña hermana Nat desde pequeña sufre de estos episodios, cuando se encuentra bajo una situación que la pone en extremo nerviosa, motivo por el cual puedo reconocer una crisis y eventualmente intentar controlarla.

[Croana]  Tú SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora