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Leo comenzó a subir las escaleras, llevándome de la mano detrás de él , llegamos a su habitación, cerró la puerta y se dirigió al baño, soltó mi mano y entro ahí, cerró la puerta y el silencio fue interrumpido por él mismo, estaba vomitando, Leo no era ese tipo de persona que sufre dolores de estómago, indigestión o vómito cuando está nervioso, estresado o bajo presión, era todo lo contrario, si lo ven a través de mi ojos, lo ven vulnerable y hecho pedazos, pero ante todos los demás siempre ha sido fuerte, no se ha permitido derrumbarse frente a nadie más, se muestra frío y desinteresado de todo, hoy por primera vez, al llegar a su casa tomado de mi mano luego de desaparecer, se mostró de la forma en la que se siente realmente.

Salió del baño luego de unos veinte minutos, se había duchado y ahora estaba en shorts y polera, un conjunto que usaba para estar en casa, se acercó a la cama y la abrió, se metió bajo las sábanas y me hizo señas para que lo acompañara, fui al baño a ponerme mi pijama y luego me recosté junto a él. – Perdón, no quería asustarlos así, solo quería ocultarme para procesar las cosas sin que me mirarán con lástima o hicieran preguntas sin sentido – se disculpó en voz baja, - Esta bien, entiendo, no le debes explicaciones a nadie, no sé qué ocurrió, pero por favor recuerda que pase lo que pase, cuando te sientas listo puedes buscarme y yo estaré ahí para ti. – intente consolarlo, no sabía que le ocurría, ¿Qué debía procesar?, ¿Por qué sentiríamos lastima por él?, ¿Por qué vomito?, ¿Acaso consumió algo indebido o está enfermo?, esperaba que me diera esas respuestas, pero no lo presionará, no es así como funciona.

Al rato después, me quedé observando como caía rendido ante los brazos de Morfeo.

Desperté y eran las 9:00 am, llegaríamos atrasados a la universidad. Me levanté despacio de la cama para no despertar a Leo y salí de su habitación, cerré la puerta lentamente cuando, - ¿Durmieron juntos? Parece que tienen algo, felicidades. – dijo Asher amargamente detrás de mi, me di vuelta y lo vi bajando las escaleras, no lo entendía, ¿acaso le molestaba? No tenía motivos, además Leo y yo no teníamos nada, lo quería demasiado y se que él a mi también, pero no de esa forma, rápidamente comencé a bajar las escaleras detrás de él, quería saber porque actuaba de esa forma. - ¿Cuál es tu problema?, ves que tu hermano esta pasando por una situación difícil, a tal punto que no sabemos cuál es y vienes a asumir cosas haciéndote el ofendido, deberías apoyarlo, no estar siempre en su contra. – dicho esto me di media vuelta, no le di tiempo de responderme, no quería escucharlo de todas formas, él siempre fue todo un caso, era agradable, pero de vez en cuando se ponía así, en contra de su hermano.

Me dirigí a la habitación de huéspedes en la que durmió Alice y toqué la puerta. – Pasa – dijo ella, entre a su habitación y estaba en el baño, arreglando su cabello en un tomate algo despeinado, - Buenos días, ¿vas a bajar? – quise saber, - Sip, bajaré a desayunar algo, me quedé dormida para ir a la escuela, no iré hoy, además Ben no contesta – dijo mientras se lavaba la cara, - Literalmente desapareció, no fue por mi a la U ayer – dije, - Tampoco fue por mi a la escuela, por eso vine con Dorian – dijo mientras salía del baño, se ponía perfume y me dejaba en la habitación. Entonces recibí una llamada de mi madre, - Hola hija, ¿Cómo están? Tu padre y yo ya estamos en Francia, haremos un par de negocios y luego iremos a Rusia, supe que se están quedando con los Koch, - dijo mi madre, - Hola mamá, me alegra que ya estén allá, si estamos quedándonos aquí, todo va bien, no te preocupes. – dije, – Bueno hija, te quiero mucho a ti y a Ali, estamos un poco apurados así que te llamaré cuando estemos en Rusia, cuídense. - finalizó – También te queremos mamá, cuídate. – me despedí y corté la llamada.

Volví a la habitación de Leo, me cambié ropa silenciosamente por que no quería despertarlo y bajé a desayunar con los demás, el desayuno fue silencioso, la casa era grande, fría y silenciosa, así había sido desde la infidelidad de su padre, si bien era hermosa, no se sentía como un hogar.

Era jueves, no había muchas cosas para hacer, se suponía que Alice y Dorian deberían estar en la escuela y Leo, Asher y yo en la universidad, pero todos nos quedamos dormidos, una gran coincidencia, seguro alguien despertó, pero luego siguió durmiendo. Asher salió de casa, ni idea ni interés de a donde, los demás vimos una película en la sala de cine, la familia usaba el sofá cuando había visitas, pero según lo que siempre decían el señor y la señora k, nosotras éramos más que eso.

Leo se levanto casi a las 14:00 horas, habría seguido durmiendo sí Dorian no lo hubiese llamado a almorzar, el almuerzo era básicamente Salmón a la plancha con pure y alcaparras, la comida favorita de Leo, todos queríamos levantarle el ánimo, pero nada parecía funcionar y la comida siempre era la opción más segura cuando se trataba de él. Funcionó, no dijo nada durante la comida, pero luego fue a ver más películas a la sala de cine con nosotros, se río en las escenas graciosas y se enojaba cuando el galán no iba tras la protagonista, todo parecía ir mejorando hasta que recibí una llamada de mi padre, - Annette, ¿estas ocupada? – preguntó, mi padre me llamaba Annette solo cuando estaba enojado o era algo importante, - No, ¿Qué ocurre, papá? – respondí, - tú madre y yo sufrimos un accidente de tránsito, estoy bien, pero ella está internada en urgencias. – dijo rápida y dolorosamente, me quedé en silencio unos segundos antes de responder, - Oh, por Dios, ¿Ella se recuperará?, - pregunté con dificultad, esperando respuestas positivas, - No lo sé, está muy mal, en unos instantes entraré a verla, cuando pueda te llamaré. – no fueron muy positivas, - Ok, cuídate. - me despedí, - Tu igual, adiós. Oui, je suis son mari, mme Lauder peut-elle avoir des visites? – escuché y luego corté la llamada.

Sentía mi corazón latiendo a tal fuerza, que lo escuchaba dentro de mis oídos, no podía oir a nadie ni a nada más, salí de la sala de cine lo más rápido que pude y me dirigí al patio trasero, tomé asiento en una de las bancas frente a la piscina y me quedé ahí, inmóvil pensando en mi madre, una parte de mi sentía que mi padre me había mentido, que me había ocultado información. Recordé la caja negra en el closet de mamá, recordé como mi padre una vez me dijo que su empresa, o más bien imperio, vendía muebles, recordé como ni una sola vez en mi vida vi un mueble de la empresa, todo lo que veía eran cajas selladas a presión escondidas en la oficina de mi padre o en el galpón donde supuestamente almacenaban los muebles.

Leo salió, se sentó junto a mi y me envolvió en sus brazos, estuvimos un rato en silencio, - Anne, mi madre me dijo lo que ocurrió, de verdad lo siento, por favor entremos, te puedes resfriar aquí. – me pidió y sin protestar me limpié las lagrimas y subí con él a su habitación, nos dormimos apenas tocamos la cama.

Viernes, por fin sería fin de semana, esta vez nadie se quedó dormido, la señora k fue a dejar a Ali y a Dorian a la escuela, mientras Leo, Asher y yo íbamos en el auto del primero. Cuando llegamos, todas las porristas, incluyendo a May, corrieron felices hacia Asher, como si fuese una celebridad, por su cara asumí que lo disfrutaba, Leo y yo hablábamos de lo tontas que eran esas chicas corriendo hacia alguien como su hermano, seguro había dejado algunas novias en Rusia. Entramos a clases, la primera jornada estuvo normal, fuimos a la cafetería a comer algo, después de la clase de cálculo ambos estábamos hambrientos.

Leo, May, Oli y yo habíamos comido unos postres y estábamos charlando en una mesa cuando mi celular empezó a sonar, era una llamada de mi padre, me aleje rápidamente de la mesa y contesté, - Papá, ¿Pudiste ver a mamá?, ¿Volverán pronto? – hablé, - Hija, escucha con atención, no tengo mucho tiempo, la vi anoche y ...- no termino la oración, creí que quizá la señal no me dejo escuchar bien el final pero luego mi padre sollozaba al otro lado de la línea, - ¿Papá?, tranquilo, ¿Qué pasó? – insistí, imaginándome lo peor, - Falleció, estaba muy grave, no pudieron hacer nada, Anne por favor, cuida mucho a Alice, tu madre las adoraba a ambas y yo también siempre lo haré, se que esto es raro pero envié una carta explicando todo, el señor Koch te la dará apenas llegue, de verdad perdóname, nunca quise ocultártelo pero no tuve opción, ¡¡BOOM!! – la llamada se cortó, intente llamar de vuelta y el número era inexistente, lo último que escuche parecía un disparo, por alguna razón sentí que ya no volvería a ver a mi padre, y no solo porque se había despedido como si ya no fuera a comunicarse conmigo de nuevo, sino porque dado el sonido de ese disparo, imagine lo peor y lo creí muerto. Con las lágrimas saliendo descontroladamente de mis ojos, corrí a los baños y me encerré en un cubículo.

A través de sombras grises Donde viven las historias. Descúbrelo ahora