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Con ayuda de Ben, quien tenía un brazo alrededor de su espalda, afirmándolo y dándole soporte, comenzó a caminar con dificultad, intentaba caminar rápido pero su condición no se lo permitía y Ben le susurraba que caminara despacio para que no sintiera tanto dolor, tenía herida la pierna.

Definitivamente no había ido a comprar cosas como le dijo a Dorian, había ido a trabajar, no me gustaba su trabajo.

Entramos - Tranquilo, llegamos, estarás bien, te curaré adentro. - Ben intentaba calmarlo, - Gracias, pero por favor siéntate quieres, no puedo creer que estuviste tanto tiempo ahí, dormirás aquí, tienes que quedarte. - Jasper se recostó en el sillón, tenía la cara roja y la respiración un poco agitada, mientras tanto Ben tenía la respiración aún peor, noté que sus manos temblaban un poco.

Me acerqué rápidamente a Ben, había desaparecido de un día para otro y ahora estaba aquí, lo ayudé a sentarse en el sillón individual que estaba frente al sillón de tres cuerpos en donde estaba Jasper, sin decir ni una palabra, no sabía que decir y no podía parar de mirarlo, no lo había visto en tanto tiempo, pensé que jamás lo vería de nuevo.

Salí del trance - ¿Que pasó?, ¿Jasper, donde fuiste?, ¿Ben, por dios, dónde estabas? - yo estaba parada en medio de los dos sillones, intentando sonar lo más calmada posible. Ben me miro y noté que sus ojos comenzaron a cristalizarse mientras Jasper solo cerraba los suyos - Trabajo, te lo explicaré luego. - dijo Jasper, calmado y con los ojos aún cerrados, su respiración ya era normal. Ben lo miro desconcertado - ¿La involucrarás en esto?, no puedes estar hablando en serio. - le respondió con un hilo de voz - Ben, tarde o temprano tendré que involucrarme, además es mejor así, que Jasper me expliqué con tiempo y no de repente cuando sea estrictamente necesario involucrarme. - él sólo negaba con la cabeza - Confío en Jasper, el sabrá como enseñarte, solo que odio esto.

Mientras me hablaba, me acerqué a Ben, sus manos ya no temblaban, estaba más calmado pero aún no del todo, lo mire un momento antes de hablar - Ben.. ¿Qué te hicieron? - pregunté despacio, no quería obligarlo a decirme nada, no quería que se sintiera presionado, él soltó una risa amarga, algo inseguro respondió - La verdad nada, ahora estoy bien. - luego Jasper me diría que fue lo que pasó.

Me fui a la cocina por dos vasos de agua y le di uno a cada uno, Ben se bebió la mitad y Jasper tomó tan solo un sorbo - ¿Sabes donde hay un botiquín de primeros auxilios? - preguntó mi chofer y asentí con la cabeza, fui a buscar el botiquín.

Llegué con las vendas y todo lo necesario para curar a Jasper, Ben me dijo que, al igual que Jasper, tenía experiencia en medicina, estaba estudiando enfermería antes de desaparecer por completo, por lo que lo dejé curarlo, según este dijo, la herida no era grave, se había torcido el tobillo y al hacerlo, cayó al suelo, por eso su pie estaba con pequeñas heridas y hematomas, con el reposo debido, estaría bien.

Ben por otro lado, si bien no tenía heridas ni marcas visibles, era seguro que estaba lastimado por dentro, no habló de sus órganos sino de su salud mental.

Jasper estaba a cargo de la sucursal en Italia, estaba acostumbrado a esto, a pelear, a enfrentar a jefes de organizaciones criminales incluso más grandes que la propia, a estar en persecuciones y escapar, a salir ileso y también a salir lastimado, estaba acostumbrado a ese trabajo, a esa vida. Ben en cambio; era un simple chofer que de un día para otro, desapareció sin dejar rastro y que por alguna razón, aún después de eso, logró escapar con vida, un milagro tomando en cuenta que escapó de las manos de la mafia.

Seguíamos en los sillones - Gracias Ben, ve a descansar, sí subes por las escaleras y sigues derecho por el pasillo hasta llegar a la quinta puerta, encontrarás tu habitación, puedes quedarte el tiempo que quieras, cualquier cosa me llamas. - dijo Jasper acomodándose en el sillón - Gracias a ti, estaré arriba, nos vemos mañana.  - se despidió de ambos y dicho esto, Ben siguió las indicaciones dadas y lentamente desapareció escaleras arriba, en eso, Jasper espero a que Ben entrara a la habitación correspondiente, sacó unos papeles arrugados de su bolsillo y me los tendió.

Los desdoble con cuidado - Encontré esos dos papeles, uno decía en donde tenían a Ben y el segundo aún no lo entiendo, necesitamos saber quien lo escribo para entenderlo, supongo que los dos papeles fueron escritos por la misma persona, ambos estaban en oficina de mi tío esta mañana, tuve que esperar a que se fuera para entrar y tomarlos, dudo que  podamos seguir confiando en él. - susurró lo suficientemente alto como para que yo lo escuchara, leí el primero;

"Sótano."

La letra me era familiar, pero quería leer ambos papeles antes de sacar conclusiones, leí el segundo;

"Ropa interior."

Era la misma letra, miré a Jasper - ¿La letra no se te hace familiar? - noté como algo en su cabeza hizo "click" - No puede ser, sabes que no. - me levanté del sillón - No lo sé, el otro día tú mismo pusiste en duda esto, creo que si la letra es de él, entonces se refiere literalmente a su ropa interior. - sin esperar respuestas de su parte, subí rápidamente las escaleras y entré a la habitación que perteneció a mi mejor amigo, me acerqué al mueble frente a su cama y abrí el tercer cajón, el de la ropa interior.

Moviendo la ropa de un lado a otro, encontré un papel, lo tomé y corrí escaleras abajo mientras lo desdoblaba torpemente, solo a él se le podría ocurrir esconder cosas en el cajón de su ropa interior, llegué abajo y me senté junto a Jasper, leí el tercer papel, pero este tan solo eran números - Quizá son coordenadas o un número telefónico. - dijo Jasper incorporándose en el sillón, inmediatamente saqué mi teléfono de mi bolsillo y comencé a marcar los números.

Alguien contestó, pero no dijo nada, supuse que esperaba que yo dijera algo antes - ¿Hola? - hablé, a los segundos escuchamos a alguien reír del otro lado - Te extrañe. - Jasper y yo quedamos helados, esa risa, esa voz, no la confundiríamos en ningún lado, era él, estaba vivo - Oh por dios - solté, no podía creerlo - ¿Donde estás? - preguntó Jasper - Siempre estuve ahí, en la ropa interior. - dijo como si nada - Leo por favor. - insistió su primo - Eso no importa ahora, lo importante es que saben que estoy bien, no vuelvan a llamarme, nadie debe enterarse de que hablamos ni de que saben que sigo vivo, cuando salgan a algún lado asegúrense de que nadie los siga, ni siquiera mi padre. - nos miramos y aunque sabíamos que él no podía vernos asentimos - Quiero verte. - dije y miré a Jasper - Aún no, bajen la voz, Ben está en el baño. - su primo y yo miramos a todos lados, Leo nos estaba observando en ese mismo momento - Tranquilos, solo puse camaras en los pasillos. - inteligente - Tienes que explicarnos porque fingiste morir. - pidió su primo, aún inquieto por el hecho de las cámaras - Lo sé, no tengo mucho tiempo, hablaremos de eso mañana, se que ambos sin saberlo, irán a mi dirección, una vez allá, no me busquen, yo los busco. - finalizó y cortó la llamada sin dejarnos decir nada, no nos dejó despedirnos, otra vez.

El mismo número al que habíamos llamado, nos envió un mensaje extraño, lo raro es que no había una dirección o restaurante con ese nombre, por lo que no era un lugar concreto, cuando lo llamamos para preguntarle a qué se refería, el número ya era inexistente.

"En la barra o en el baño, depende de donde estén"

De alguna forma, buscaríamos la forma de entender a Leo y sus mensajes raros.

Mentiría si dijera que dormí bien, cada vez que cerraba los ojos, mi cabeza daba vueltas y vueltas pensando en cómo Leo seguía vivo, en cómo creí que había muerto, en cómo nos hizo creer eso, pensando en un porqué, en porqué se habían llevado a Ben, porqué no lo habían matado o porque no podíamos confiar ciegamente en el señor K, pensando en todo.

Cerca de las 5:00 am, por fin me dormí, demasiado profundo diría yo, porque no desperté hasta casi las 3:00 pm.

Por fin era sábado, tenía una fiesta pendiente y por alguna razón sentía que todo iba a salir muy bien.

Que ilusa fui.

A través de sombras grises Donde viven las historias. Descúbrelo ahora