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Tomé una duche e intenté vestirme haciendo el menor ruido posible, luego me quedé en el baño preguntándome si debería hablar con el señor k respecto a los "negocios" de mis padres, decidí que vería cómo se daban las cosas, también podría hacerlo durante la semana que el señor k se quedaría aquí.

Eran las 14:00 pm, tocaron el timbre y supuse que era el señor k, me acerqué a Leo y le moví el hombro despacio, - Leo, llegó tu padre, debes levantarte. – luego de un rato intentando, abrió los ojos y se incorporó, se agarró la cabeza con ambas manos, como si le doliera.

Notó que lo miraba extrañada y se levantó de golpe, - Gracias por avisarme, me cambio y bajo, ve a saludarlo mientras. – dijo nervioso y entró al baño, Leo me preocupaba. Me quedé un par de minutos en la habitación para asegurarme de que estaba bien y luego salí de ahí.

Mientras bajaba las escaleras, vi al señor k entrando con una maleta, la misma con la que salió de casa cuando tuvo que viajar, pero detrás de él venían dos hombres musculosos con cajas de cartón y más maletas. Llegué al primer piso, me acerqué y lo saludé con un apretón de manos, - Hola señor Koch, ¿Cómo estuvo el viaje? – pregunté, - Hola Anne, - hizo una pausa, miró hacia todos lados y al ver que no había nadie más en el primer piso, continuó – Necesito que hablemos en mi oficina después de la cena, cuando todos estén durmiendo, estaré ahí esperándote. – finalizó, a los segundos Dorian, Asher, Alice y Jasper estaban bajando las escaleras, saludaron y nos sentamos a la mesa para almorzar.

El día se nos fue entre el almuerzo y la tarde en la piscina, cosa que Leo se perdió ya que dijo que no se sentía con ganas de bañarse, así que iría a la habitación a descansar y nos vería en la cena. Luego de eso el señor K habló en privado con Jasper y antes de cenar vimos todos, menos Leo, una película. 

Alice y Dorian hicieron la esperada cena, todos estábamos en la mesa, menos Leo.

Estábamos terminando de cenar cuando Leo bajó por las escaleras, vestido casual, se veía pálido y avanzaba de forma descoordinada e inestable, inmediatamente me pare de la mesa y corrí a la escalera para sostenerlo y que no tropezara en el penúltimo escalón, los demás se percataron de lo que ocurría, se levantaron y me ayudaron a recostar a Leo en el sofá, crucé miradas con Alice, quien entendiendo mi preocupación se apartó de los demás para llamar una ambulancia mientras Asher le traía hielo y lo afirmaba en su frente, Jasper encendía la linterna de su celular y verificaba sus pupilas, notándolas peligrosamente dilatadas, yo le hablaba para mantenerlo consciente, Dorian le traía un vaso de agua y el señor k nos veía con desesperación.

Llegó la ambulancia, sólo podía subir un acompañante, por lo que el señor k subió y los demás fuimos tras de la ambulancia en el auto de Asher, quien manejaba, Jasper iba de copiloto y los demás en los asientos traseros.

Una vez que nos estacionamos en el hospital, seguimos la camilla hasta que llegamos al pasillo de los quirófanos y nos negaron el acceso y tuvimos que quedarnos en la sala de espera, el hospital estaba silencioso, era tarde y no se veía mucho movimiento, luego de un rato Dorian y Jasper fueron a buscar café para todos, él señor k fue el único que no recibió uno ya que estaba demasiado angustiado.

La señora k no estaba, salió en la mañana hacía el aeropuerto, como el señor k llegaría, sus negocios quedarían abandonados, por lo que al ir uno viene el otro y al llegar el otro va el uno, debían turnarse para trabajar y descansar, aunque aún estando en casa, ambos recibían llamadas y enviaban correos, organizaban la entrega de sus productos mientras que, sí estaban allá, la supervisan. Sus negocios eran bastante especiales, no podían dejarlos al 100% en manos de otras personas, después de todo seguían siendo drogas y los únicos socios con los que tenían sus negocios asegurados o en los que podían descansar, estaban muertos.

Casi media hora después, salió un enfermero y se dirigió a nosotros. – Buenas noches, ¿Son familiares del joven Leo Koch? – asentimos y nos pusimos de pie, - Leo tiene un tumor cerebral maligno, los doctores están comenzando la operación de extirpación ahora mismo, demorará entre 6 y 12 horas, no se si prefieren esperar aquí o que los llamemos al terminar la operación para que puedan verlo. – dijo lentamente, a todos se nos deformó la cara, no pude evitar conectar los cables, ¿Por eso vomitaba?, ¿Por eso se dilataron sus pupilas y actuaba descoordinadamente?, ¿Por eso le dolía la cabeza?, él no quería venir al hospital, y él adoraba venir, hasta quería estudiar medicina, ¿Acaso lo sabía?

– Muchas gracias, yo me quedaré y los demás se irán, ¿Podríamos hablar en privado?, mi nombre es Jasper Koch, yo... - Jasper no terminó la oración, se fue unos metros más allá con el enfermero, y allí siguieron hablando, lejos de nosotros. – Bien, vamos. – dijo Asher en voz baja, todos lo seguimos a la salida y posterior a esto al auto, volvimos a casa y nadie pegó un ojo.

Estaba sentada en el sofá, pensando en lo inestable que era mi vida hasta que el señor k se sentó a mi lado, - Anne, supongo que en esa carta tu padre te informo ciertas... cosas, y creo que lo mejor es que comiences a hacerte cargo de su negocio, a acercarte a los clientes antes de que ellos vengan por ti. – dijo, lo miré y me quedé pensando unos segundos, él tenía razón. – Si, sé que debo comenzar lo antes posible, solo necesito informarme un poco más. – Le respondí. – Te digo esto porque te necesito lo antes posible en el campo, dada la ausencia de tus padres, debes tomar sus lugares como mi socia. – finalizó y me dejó nuevamente sola en el sofá.

7:52 am y yo seguía en el sofá, dormía a ratos, pero despertaba al menos cada 20 minutos y revisaba el teléfono fijo de la casa por si había alguna llamada del hospital, de repente sonó el teléfono, salté del sofá y contesté, - Buenos días, llamamos desde el Hospital Saint Thomas para informar el estado del paciente Leo Koch, ¿Quién habla? – habló la recepcionista, - Buenos días, habla Annette Lauder, vivo con él, ¿Salió de la operación? – pregunté rápidamente, - Si, hubo un par de complicaciones por lo que ahora está en cuidados intensivos, puede recibir visitas, el doctor Jasper Koch tiene su ficha médica, cuando venga puede acercarse a él para obtener más información. – Finalizó, - Gracias, estaré allá lo antes posible. – corté la llamada, ¿Jasper era doctor?, ¿Siendo tan joven? Solo tenía 18 años, era imposible, ¿verdad?
Desperté al señor k y a Asher, nosotros partimos al hospital mientras Alice y Dorian se quedaron en casa, los menores de 16 no pueden pasar a cuidados intensivos a menos que sean el paciente en riesgo, por lo que irían en vano, no los dejarían ver a Leo.

Llegamos y solo dejaron pasar al señor k, podía pasar una persona a la vez, en eso Asher recibió una llamada y se alejó para contestar, antes no hubiera tomado importancia a aquella acción, hubiese pensado que solo se alejó ya que quería privacidad, como todo el mundo cuando recibe una llamada, pero en ese momento lo primero que pensé fue que seguramente era una llamada de trabajo, de su trabajo siendo repartidor de drogas; estaba algo paranoica.

A lo lejos vi a Jasper entrar al ascensor, corrí hasta él y entré, él tenía puesta una bata blanca con su nombre bordado en ella, apenas lo miré él desvió la mirada, quería hablar con él a solas, necesitaba explicaciones y lo único que se me ocurrió fue apretar el botón rojo, de pánico, el ascensor se detuvo dejándonos a ambos encerrados adentro.

A través de sombras grises Donde viven las historias. Descúbrelo ahora