Escuchamos que abajo llamaban a los invitados para bailar, pero nosotros no estábamos envueltos en ganas de bailar precisamente, así que para no desvanecer el momento, quise ponerle pausa para seguirlo después. - ¿Te gustan los juegos? - susurré en su oído, - Depende de que clase de juego.. - respondió desinteresadamente, - Bueno, ¿qué tal uno que no se pueda jugar en la cima de las escaleras? - se alejó un poco, alejando sus manos de mi y solo posicionando sus ojos en los míos, - Y este juego tuyo, ¿sólo se juega de a dos? - mi mente era un lío en ese momento, bajo presión, inventando alguna excusa para que estuviéramos solos. - Si, ¿jugamos? - tomó una de mis manos, - Claro, tú guíame. - lentamente, sin prisa me puse a caminar sin destino por el segundo piso, guiándolo detrás de mi, hasta que llegamos a un baño, entramos y una vez cerrada la puerta, con pestillo, no nos molestamos en encender la luz, así que el espacioso baño solo era iluminado por la luz que entraba por la ventana.- ¿Cómo se juega? - preguntó apoyándose de lado en una pared, - Nos turnamos para hacer preguntas, y a medida que vamos respondiendo, el otro se quita una prenda, pero si no respondemos, la prenda nos la quitamos nosotros. - dije como si fuera algo sin importancia, intentando sonar indiferente, - Ya veo, ¿No hay reglas? - me apoyé en el lavabo para responder, - No, pero hay un plus, podemos elegir que prenda se va.. - esto iba a ser divertido, - Perfecto, empecemos.
¿Gaby es tu nombre real? - negué con la cabeza, algo paranoica, ¿acaso sospechaba que ese no era mi nombre? - Fuera zapatos. - dije y vi como Zev quedaba en calcetines. - ¿Estás en alguna relación? - sonrío sin responder. - Fuera antifaz. - dije, se lo quitó y aún así la oscuridad me impedía reconocer sus delicados pero firmes rasgos. - ¿Eres virgen? - quedé inmóvil, no respondí, pero si, lo era. - Fuera pantys. - quedé solo en ropa interior, antifaz y mi vestido. - ¿Consumes drogas? - se acercó un poco. - No, aunque siempre la tengo cerca, jamas he sentido la curiosidad de probarlas, veo a gente que se volvió adicta e inmediatamente bloqueó la posibilidad de consumirlas.. fuera antifaz. - sentí que era sincero, me quite el antifaz. - ¿Cuál es tu sueño? - No esperaba preguntas sentimentales, solo.. bueno, picantes. - Mmm, ser un buen ejemplo y criar bien a mi hermana, es lo más importante para mi, fuera camisa. - se acercó y quedamos a pocos centímetros. - ¿Me ayudas? - susurró y mis dedos volaron hasta cada uno de los botones, tocando accidentalmente su piel. - ¿Cuál es tu mayor miedo? - susurré en su pecho. - No ser capaz de llevar el negocio familiar y decepcionar a mi tío y primos, ellos son mi familia así que.. fuera vestido. - me di vuelta, quedando de espaldas a su pecho - ¿Podrías bajar el cierre? - lentamente comenzó a bajar el cierre hasta llegar al final, que era mi espalda baja, luego tomó los tirantes y los deslizó por mis hombros hasta que el vestido cayó al suelo. - ¿Crees en el amor? - No se cómo se me ocurrió esa pregunta, pero la hice. - Creo en el placer. - dijo mientras yo me daba vuelta para quedar frente a él. - Creo que ya no puedo quitarme prendas.. - Me miro de arriba hacia abajo. - Yo creo que si.. te quedan dos. - susurró muy cerca de mi oído, produciéndome un cosquilleo. - Quítate el pantalón y me quito la parte de arriba. - sentencié y vi como rápidamente, sin quitar sus ojos de los míos, se deshacía de su correa y pantalón, quedando en bóxers y calcetines.
Tomé una de sus manos y lo guié hasta el lavabo, que era amplio así que tenía espacio para poner cosas, ahí me senté y a él lo acerqué hasta dejarlo frente a mi, luego guié sus manos hasta el broche de mi sostén, él acarició mi espalda antes de quitarme la prenda, dejando mi pecho expuesto.
- Creo que tú juego terminó, le toca al mío. - dijo muy bajito. - ¿Cómo se juega? - respondí en el mismo tono. - De la forma que quieras, el objetivo sólo es sentir placer.. - lo escuché y dejé volar mi imaginación, lo acerqué al punto de que estaba entre mis dos piernas, de repente su boca estaba en mi cuello, succionando, lamiendo, besando. Moví mi rodilla hasta su entrepierna y comencé a rozarla mientras él solo ponía sus manos en mis muslos, tocando, masajeándolos suave pero exquisitamente.
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A través de sombras grises
Teen FictionDonde Annette Lauder, verá en primera fila como poco a poco su vida se desmorona hasta convertirse en un recuerdo que solo podrá ver a través de sombras grises. O donde el dueño de las sombras grises, le enseña un mundo completamente distinto al suy...