Marcas (Kagehina/Kuroken/Iwaoi)

Parte 12: Volar, Ganar, Besar

Nota: No creo que nadie lea esto xD pero por si sí, la historia de Iwaoi previa a esta parte es Dolor (que tiene 2 partes) y estos mismos hechos los narra en primera persona Kageyama en la Parte 1 de Marcas (ósea sé esta historia)

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El partido se cierne sobre ellos.

La noche anterior habían repartido los uniformes del club. Chaquetas negras con letras blancas que los unían a todos y formaban un equipo. No hubo foto ni bienvenida, el rostro cansado de Suga cruzando mirada, entendimiento y algo más con Daichi formalizó las palabras que ninguno pudo decir... Aún no estaban completos. Por lo que la entrega de las prendas se volvió algo pesado como una procesión funeraria protocolaria más que un evento de un club adolescente.

- Volveremos a estar completos... -Se repetía bajito Sugawara.
Las ojeras les cuelgan de los ojos y no pueden más que admitir que la ansiedad les está consumiendo, con diferentes motivos pero con igual resultado. Kageyama ve en sus sueños una sonrisa sombría y una lengua envenenada haciéndole un alago falso. Fue él, quien le coronó, metal y odio, capa y envídia. Oikawa destrozándole la vida.

Hinata no ve nada, pero lo siente. La forma en la que el miedo se adueña de sus sueños y le planta en escenarios en donde todo le sale mal y finalmente le sientan en el banquillo. No quiere perder, pero lo que no puede permitirse, es no jugar. Tiene que hacerlo perfecto, para que el tonto de Kageyama le vea.

Todo sale mal.

La presión le engulle e Hinata se ahoga. En el autobús el estómago le traiciona y acaba echando el desayuno, y la ultima cena, echa también un poco de nervios pero lo hace encima del pantalón de Tanaka. Intenta dormir y antes de eso echa un vistazo al perfil recargado en la ventana de Kageyama... "Hoy me vas a ver a mi" piensa, porque es su propósito y no tiene muy claro por qué. Sabe perfectamente que muchos de los anteriores compañeros de Kageyama del Kitagawa Daichi estarán en el Aoba Josai. Ha intentado preguntarle por ellos... sobre si eran buenos o si recuerda como jugaban pero se ha cerrado en banda ese idiota.

- Hinata déjame en paz o te juro que te devuelvo a tu casa de un puñetazo
Y con eso le ha quedado claro que no quiere compartir asiento con él.

Kageyama está exhausto, no ha dejado de pesar en el pasado. "La próxima vez Tobio-Chan pondremos más banquillo y así puedes jugar tu solo..." Las palabras de Oikawa fueron el inicio de todo, casi como una premonición autocumplida. Y al final resulta que sí que jugó solo... Que de hecho siempre lo hizo, pero se permite no hundirse cuando una voz resuena en su cabeza "Bakayama es NOSOTROS" Gira lo más disimuladamente posible para verle, pero se asusta a la mitad y vuelve a girarse hacia la carretera. "Idiota pelirrojo que no me deja pensar en otra cosa más que en él" Está infinitamente agradecido pero para poder decirlo primero debe reconocer que lo está y no sabe hacerlo. De repente se asusta cuando escucha a Hinata vomitar y a Tanaka gritarle. Tiembla un poco preocupado porque toda la estrategia de hoy está enfocada en el pequeño y no verle 100% motivado hace que tenga miedo de que el extraño cambio que está haciendo se revierta y vuelva a ser el que era. Una partícula solitaria, un Rey déspota... un jugador en el banquillo.

Han bajado pero apenas le ha visto salir corriendo con las manos en el estómago y la cara desencaja, Kageyama propone... que un pequeño recordatorio físico con su mano derecha le vendría bien. Es una buena excusa para tocar su pelo aunque sea un poquitito para calmar sus propios nervios, que parecen inexistentes pero están ahí. La diferencia es que a él la pelota le da tranquilidad y las personas ansiedad y aún más aquellas que un día ya le abandonaron, que le miran con desdén y despreció. Se los encuentra de frente sin poder evitarlos. A su derecha Tanaka y Tsukishima se encaran con dos jugadores del Aoba. Tobio no ha llegado a oír lo que han dicho pero seguro que han sido algo sobre si son malos, si son cuervos sin alas o si nuestros jugadores son unos bravucones.