Nuevos relatos

Quema de brujas

Muchas lloraban desesperadas. Otras, rezaban hincadas de rodillas en el lodo, implorando a los dioses por su intercesión. Mas ella tenía la frente en alto y una sonrisa en los labios. Dio un paso al frente, llamando la atención del juez y verdugo, que la observó con asco.

—¡Tú!... serás la primera —dijo, señalándola con el dedo nudoso entre la multitud de mujeres pelirrojas condenadas a muerte. —Sube aquí para que el fuego te purifique y expíes tu atroz herejía.

Ella caminó hacia el cadalso con determinación y el corazón desbocado. La alentaba el clamor de tantas almas inocentes segadas antes de aquel día, exigiendo venganza. Una chispa refulgió en sus ojos verdes al acercarse a la pira; enseguida, el destello se convirtió en flama y encendió todo su cuerpo como una antorcha.

El ejecutor se salvó por poco, al lanzarse desde lo alto del patíbulo, cuando este estalló en llamas. Se levantó como pudo, para ver con horror que ella emergía del incendio y venía a buscarlo. Comprendió con amargura que, después de tanto tiempo, al fin había atrapado a una verdadera bruja.

(Microrrelato creado para una dinámica del grupo «Creadores de Mundos - Forjadores de Historias»).