Cooking Diary

How to tell someone that they are your crush

How to tell someone that they are your crush without telling them that you have a crush on them by Shang QingHua

Para Shang QingHua era muy difícil el continuar pidiendo comida de ese restaurante solo para ver al apuesto repartidor del restaurante.

Había tratado de adivinar si el repartidor era gay o si al menos le agradaba para ser amigos y vivir en la friendzone por el resto de su vida porque no podría encontrar un hombre más perfecto que el repartidor de ese restaurante al que habían pedido por las buenas críticas... Digo... ¡Incluso el denso de su mejor amigo había terminado en una cita con el apuesto cocinero de ese restaurante y él no tenía el valor de preguntarle su nombre al repartidor papucho que aparecía al menos una vez por semana en su puerta y que sólo podía imaginar sin camina y verle el redondo y bien formado trasero que...

- Avión, hay niños cerca - se quejó Shen Yuan mientras lanzaba un cojín con forma de pepino a su amigo - no me interesa el trasero de tu crush...

Claro que no le interesaba, después de todo Shen Yuan tenía la fortuna de que uno de los hombros más apuestos del pueblo estaba enamorado de él... sin mencionar que habían descubierto más cosas en común, como que ambos cuidaban de sus hermanitos menores, eran estudiantes universitarios con trabajos de medio tiempo... para ese punto estaba más concentrado en el enorme y grueso pe-

- ¡Shang QingHua! - grito Shen Jiu mientras le lanzaba un vaso que se estrelló en la pared que estaba al lado suyo - ¡No hables de esas cosas con mis hermanos presentes!

. ¡L-lo siento! - grito escondiéndose en el lugar más seguro cuando Shen Jiu estaba enojado; atrás de Shen Yuan. 

- Jiu-ge... ya casi no tenemos vasos. 

- Compraré un nuevo juego de vajilla cuando venga de camino - hablo Yue Qi mientras terminaba de cocinar y le daba a probar un poco de la comida a su casi esposo para que esté le diera el visto bueno.

- No deberías consentir tanto a Jiu-ge, Qi-ge - regaño Shen Yuan.

Shang QingHua a veces no entendía porque siempre recurre a los Shen por cualquier cosa. Si tenía problemas amorosos iba con los hermanos cuya vida amorosa era más complicada que cualquier novela mexicana o coreana... la vida amorosa de ambos era mucho más interesante que cualquier novela medianamente buena que pudieran encontrar en las tardes en la televisión. Pero al menos ambos hermanos eran buenos escuchando aún cuando fingian que no estaban escuchando. Lo demostraban cuando de repente soltaban un buen consejo o palabras de aliento camufladas como un insulto. Ambos hermanos eran tan tsunderes que no entendía como Bing-mei o Qi-ge podían soportarlos.

- Así que... ¿Sigues coqueteando con ese repartidor? - suspiro Shen Yuan - vamos... si aún sigue llevando tus pedidos debe ser que al menos te tolera.

- Pero no es lo mismo que me tolere a que le guste - suspiro pesadamente - ¡Quiero gustarle a un dios griego y yo soy solo una patata!

- Eres más como un hamster - corrigió Shen Jiu.

- ¿No es lo mismo que ser una rata, Shen-ge? - pregunto mirando a Shen Jiu.

- No. Las ratas son seres asquerosos a los que quiero fuera de mi casa y lejos de mi cocina, un hamster lo puedo tolerar y alimentar mientras no se acerque a mi cocina. Así que si a ese tipo le gustan los hámsters... Mejor cásate con él.

- Jiu-ge no ayuda - río Shen Yuan. - Solo invitarlo a salir, da el primer paso.

- ¿Y si me rechaza?