Mojito

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Había días en los que realmente deseaba simplemente poder coger con el primero que se pasara frente suya.

Lamentablemente, Shang QingHua sabía que era poco atractivo y nada interesante. Además de no tener el valor suficiente para ni siquiera hablar con la persona que le pareciera atractiva, mucho menos para tener... "eso".

Era hijo único de un matrimonio fallido, mayor de dos hermanos por un hermano por parte de su padre y de una hermana pequeña por la otra. Sus padres se habían divorciado después de muchos años de discusiones inútiles y repetitivas, se odiaban tanto y solo permanecían juntos por él y por lo que diría la sociedad, por fin, una de las muchas aventuras de su madre fue lo que terminó de romper el matrimonio cuando estaba en su último año de escuela. Regresar de la escuela y que sus padres le dieran la noticia de su divorcio era uno de los pocos buenos recuerdos que tenía de sus años de escuela.

Se mudó a un apartamento barato en su primer año de universidad... la que dejó al tercer año cuando se dedicó por completo a escribir malas novelas porno en internet, ganaba suficiente dinero para pagar el lugar donde vivía y algo para comer, sumado a la miseria que le pagaban en ese trabajo de medio tiempo que odiaba tanto. Sus padres no tardaron ni un año en olvidarse de él. De vez en cuando recibía llamadas de su madre o su padre, más porque parecían sentir la obligación de hablar con él que por el mero gusto de hacerlo, su madre fue la primera en dejar de comunicarse con él después de casarse de nuevo y quedar embarazada. Su padre tardó un poco más, a su segundo año dejó de pasar dinero para que pagara la universidad y él decidió que no valía la pena pagar por una carrera que odiaba y solo lo hacía miserable.

Quizás fue en su primer año de escuela media cuando se dio cuenta que, de hecho, le atraían los hombres. Recordaba a un chico del equipo de lucha que era muy popular y que le llamaba mucho la atención. En ese entonces pensaba que era solo admiración, estudiando en un colegio privado religioso solo de hombres no había mucho que pudiera experimentar sobre su sexualidad. Realmente su familia no era religiosa, así que realmente no le importó, era solo el privilegio de la institución lo que les importaba, aparentar ser una familia feliz y adinerada, que iba a todos los eventos y hacia generosas donaciones mientras mamá se embriagaba cada viernes por la noche para terminar en un motel con un amante diferente y a papá se la chupaba su secretaria cada martes por la tarde cuando decía que tenía una reunión de negocios.

- ¿Qué va a pedir? - la pregunta del apuesto bartender de ojos azules le sacó de sus pensamientos. Era alto, musculoso y muy apuesto, Su cabello blanco platinado largo y sujeto en una cola alta y algunas trenzas a los lados y las perforaciones en las orejas... definitivamente su tipo. El tipo de persona que nunca se fijaría en él, además.

- Yo... solo un mojito...

Sus padres se odiaban el uno al otro. Por consiguiente... lo odiaban también a él.

Pensó en eso mientras veía las hojas de hierbabuena y rodajas de limón en el fondo de su vaso de bebida transparente y ligeramente burbujeante. Paseaba la pajilla jugando con los cubos de hielo.

- Feliz cumpleaños - dijo el bartender.

- eh?

- Feliz cumpleaños - repitió, mientras empujaba la identificación de Shang hacia este, Shang se rio al darse cuenta de la fecha.

- Oh, gracias. Ya había olvidado la fecha.

- Mn.

- Digo... no hay muchas personas que lo recuerden. Creo que ni siquiera mis vecinos saben que es mi cumpleaños y son lo más cercano que tengo a unos amigos... o enemigos... a veces no puedo saber si Shen Yuan me quiere estrangular o simplemente es su forma de saludar. Además... no soy muy unido a mis padres ni a nadie. Es más... creo que no he celebrado mi cumpleaños desde ese día en el jardín escolar, mis padres insistieron en llamar a un payaso, era el tipo más aterrador que existe, me la pase llorando toda la tarde mientras ellos discutían por "arruinar" la fiesta. ¿Estoy hablando demasiado? Porque las personas dicen que suelo hablar demasiado y ser molesto.

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