Pov Amy
—Hola mamá, ¿Cómo despertaste hoy? —pregunto algo aburrida, últimamente me he sentido así.
Desde que he visto a Lucelem su presencia me ha alegrado de formas que no puedo explicar, pero desde el festival no lo he vuelto a ver de nuevo y tendré que esperar a que vuelva al pueblo, si es que lo hace.
—Hola hija, me encuentro bien, solo algo débil como cada año. Veo que te has despertado más temprano que otros días —responde extrañamente feliz.
—Así parece mamá, ya toca hacer compras de nuevo, ¿no es así?
—Ahora que lo mencionas, si hija, por favor ve a comprar.
Me despido de ella dándole un beso en la mejilla, mientras ella se encuentra postrada en la cama. Como cada año para esta época, ella se debilita drásticamente, pero solo era cuestión de descansar durante algunas semanas para que se pudiese recuperar y volver a su rutina del día a día.
Desde que tengo memoria siempre ha estado presente en casa un extraño doctor, el cual viene a ver solo a mi madre. También sé qué mamá se ha enfermado desde que yo nací y aún no le encuentran explicación a aquella situación.
Solía tener una máscara larga de color blanco, lo hacía ver como si fuese un ave, un cuervo en especial. Aunque a diferencia de los otros doctores, su vestimenta era blanca y nunca ha estado presente durante las enfermedades graves de otros aldeanos, solo cuándo mamá enferma.
Este año, como ya es costumbre, nos visitó unos días antes del festival, su diagnóstico, el mismo de siempre. "Nada que no se pueda mejorar con el tiempo".
Hacer las compras no es agotador, lo agotador siempre es llevar las bolsas sola a casa, no es que la casa este lejos de la plaza.
—Hola Amy, veo que ya vienes por tu pedazo de carne semanal —menciona el carnicero, siendo este el primer puesto que siempre vengo a ver.
—Buenos días, señor carnicero, ya es hora de hacer las compras —menciono sonriente ante su amabilidad.
—¿Cómo se encuentra tu madre? Me enteré de que ya se encuentra descansando.
—Como cada año justo en esta época, pero se encuentra un poco mejor en comparación con otros años —al menos yo la percibía así.
—Aquí tienes el kilo de carne que te llevas cada semana y un medio kilo de más, mandadle saludos a tu madre de mi parte.
—Muchas gracias, se los daré —indico mientras recibo la carne y pagó por ella.
En casa solo vivimos mis padres y yo, no tengo hermanos, por lo que he este poco de carne, nos alcanza para toda la semana. Aunque los vegetales y demás productos tenían un consumo superior.
Así pase parte de la mañana de puesto en puesto mientras surtía la lista de víveres y revisaba que nada malo se colará, de vez en cuando debía descansar las compras, ya que era mucha. Me alegré al ver a lejos a mi padre, rara era la vez que venía a ayudarme con las bolsas, por lo general se encuentra trabajando gran parte de los días en el campo y rara vez en las minas.
—Amelia veo que has ido a hacer las compras como cada semana, pero por qué no veo a tu madre contigo.
—Hola padre, mamá no está conmigo, hoy se encuentra imposibilitada como cada año después del festival.
—Lo había olvidado hija, ¿Cómo la viste el día de hoy?
—La veo mejor que otros años, como si algo la esté llenando de felicidad y le haga olvidar de su problema —no puedo pensar porque razón mamá podría sentirse así.
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Encantados por el tiempo (Terminada y En edición)
Fantasi"Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad, a que se cierre movida por la convicción" (Gerry Spence) La curiosidad a menudo trae problemas cuando se entromete en tu vida, razones que llevaron a la maga Pawket tomar en cuenta sus accione...