Los puntajes

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Vuelvo un tanto atontado a mi piso, aun con su imagen quemando mis ojos, trato de comparar estas sensaciones con las que tuve con Rose, al parecer lo que un toque me producia mi ex novia es aumentado al triple con Katniss, y no se porque estoy así, se supone que deberia estar pensando en matarla para poder regresar a mi casa, quiero regresar a casa así quizas tenga que bloquear todo pensamiento hacia la chica en llamas.

-Hey cuidado!! Casi me tiras al suelo, idiota -vocifera Johanna empujandome ligeramente.

Despabilo al instante- bueno avisame antes de lanzarte sobre mi -lanzo.

-No eres tan guapo como para que haga eso.

-Tan guapo? Osea que me encuentras guapo -musito divertido.

-No eres mi tipo Potter...eres muy...joven o mejor dicho inmaduro -replica con una sonrisa maliciosa.

Me encojo de hombros y me dirigo a mi habitación para darme una buena ducha.

En el siguiente entrenamiento no puedo acercarme ni un poco a Katniss, ya que Peeta, su compañero no se separa de ella en ningun momento y bueno, no quiero buscar problemas.

Me dedico a trepar en algunas cuerdas para matar el tiempo y se me da muy bien, debe ser porque en el trabajo pasaba mucho tiempo en los bosques y cuando nadie estaba cerca trepaba arboles para sacar castañas, manzanas, nueces o lo que encontrara. Subo más alto agarrandome fuertemente de la cuerda. Un silbido atraviesa el aire justo sobre mi cabeza, la cuerda se corta y caigo pesadamente al suelo, cuando intento levantarme y que el aire me llegue a los pulmones escucho en un extremo del gimnacio risas y burlas por parte de los tributos profesionales. Logro ponerme en pie y una colera se adueña de mi moviendome directamente hacia el tipo que tiene los cuchillos, un chico grandote llamado Cato, quien es el que más rie.

-¿Qué te pasa imbecil? -escupo empujandolo enfurecido. En la escuela hay muchos tipos como este: soberbios, bravucones. Siempre los enfrento, no quiero ser el juguete de nadie.

Cato rojo de ira, suelta los cuchillos de su mano y la empuña para golpearme, su puño choca contra mi mandibula, retrocedo unos pasos y respondo al ataque con un puñetazo en la mejilla, se arma un alboroto y en cuanto pienso abalanzarme sobre Cato un vigilante me toma de los brazos con fuerza, ya que yo me resisto, quiero estrangular al maldito, sin embargo me tranquilizo al rato, al recordar que tendre todo el tiempo del mundo en la arena para matarlo y sin restricciones.

-¿¡Qué hiciste que!? -grita Johanna roja de rabia, golpeando mi pecho para desahogarse. Si supiera como pasaron las cosas me daria la razón, sin embargo este es solo el comienzo porque aun lo he dicho lo peor.

-Me suspendieron de los dos ultimos entrenamientos -la voz apenas me sale pero es totalmente entendible. La mujer me da un puñetazo en el ojo. Increible dos golpes en el dia y ni siquiera han comenzado los juegos- auch!!!...acaso no sabes que la vista es escencial para la supervivencia -replico tapandome el ojo adolorido con la mano (para ser mujer si que pega fuerte).

-Esos dos dias de entrenamiento tambien eran escenciales para la supervivencia -Johanna ordena a uno de los avox buscar hielo y este lo trae rapidamente. Me lanza la bolsa con rabia al estomago- ¿quieres volver a tu casa?

Me pongo la bolsa de hielo en la zona resientemente afectada- Por supuesto!!! -chillo dandole una mirada asesina (con el ojo bueno).

-Entonces deja de hacer estupideces y has todo lo que te diga -la mujer se sienta en la silla del comedor y con un gesto de cabeza me obliga a hacer lo mismo- ya que perdiste tus ultimos entrenamientos -masculla -solo te queda el privado y en ese has todo lo que debas para un buen puntaje...de todos modos ya no puedes usar la estrategia del puntaje malo para que los profesionales no te persiguan. Golpeaste a uno de ellos eso es suficiente para que quieran matarte de los primeros...asi que solo te quedan los patrocinadores.

Mago y tributoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora