Las pesadillas

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Camino por las calles embarradas con la nariz congelada y los dedos entumecidos agarrando unas bolsas que contienen carne de venado fresca, verduras, frutas, una botella de buen vino y unos cuantos caramelos para Thomas. Sonrio al imaginar la emocion de esa carita regordeta de ojos color miel redondos y brillantes de una pureza desbordante.
Miro las casas de las cuales siempre sale un humo gris intenso que hace remolinos hasta desaparecer en el cielo, la gente tiene reservas de madera para abrigarse en el invierno. Me detengo en una casa pequeña que esta tan vieja y llena de termitas que se cae a pedazos, este era mi antigüo hogar, mi refugio, mi tormento. Sigo viendo todo con melancolia, ya que al fin y al cabo naci y me crie en aquel lugar.
La brisa gelida traspaza mis ropas y se desliza como dedos por mi espalda produciendome escalofrios. Me obligo a seguir caminando hacia mi nueva casa en la aldea de los vencedores, porque si, yo soy una vencedora, gane los juegos del hambre con diecisiete años con una estrategia bien calculada, fingi ser una debilucha, ya sabes lloraba a cada rato, me asustaba por todo, no era capaz de tomar un arma, esa actuacion me cabreo mucho pero era mi unica salvacion. Ninguno de los tributos creyó que yo era una amenaza hasta que vieron un hacha ensartada en su corazon, los que no me vieron fueron decapitados obviamente. En verdad odie matar, sin embargo era mi vida o la de alguno de ellos. Yo no pensaba morir debia regresar con mi familia, ayudar a Victor mi hermano mayor y a papá a llevar dinero a casa, apoyar a mamá con Thomas y volver con Jacob, mi novio.
Gane los juegos y el presidente Snow me corono, luego de unas semanas en las que viaje por todos los distritos dando un sentido pesar a las familias de los tributos que mate, agradeciendo al jodido capitolio, gozando de abundante comida y disfrutando de la nueva casa con mi alegre familia recibi una visita suya. Hablamos en privado en el despacho, me propuso ganar mas riquezas y todo lo que pudiera imaginar a cambio de que "acompañara" a algunos hombres millonarios del capitolio que estarian encantados de conocerme.
-es una buena oportunidad para usted señorita Mason -dijo Snow relamiendoce los labios abultados.
-vayase al demonio -sisee echando chispas por los ojos.
Despues de la amabilidad vinieron las amenazas, aunque yo no le tenia miedo jamas conte nada a nadie. Al poco tiempo lo olvide estaba tan feliz disfrutando de las sonrisas de mi familia, aun lo estoy.
Me doy prisa en llegar a casa, hoy haremos una cena por el cumpleaños de papá y de seguro mamá esta esperando para empezar a preparar todo. Jacob debe estar en casa tambien, le gusta ayudar a mi familia aunque no se lo pida. Somos novios desde hace dos años y creo que es el unico que soporta mi caracter y que no esta obligado a hacerlo, suele ser un poco demasiado dulce.
Es increible como todo puede dar un giro tan drastico que debes verlo dos veces para entenderlo y como la felicidad puede transformarse en una dolorosa pena tan fuerte que te destroza por completo, tan fria que se te mete en los huesos, y tan odiosamente permanente.
Cuando vi la puerta abierta enseguida supe que algo andaba mal. Mamá jamas la dejaria asi con este clima. Las luces estaban apagadas, menos una: la de la sala de estar y era tan debil que podia verla parpadeando casi apagada. Me acerque pensando en alguna broma de Victor aunque en lo mas profundo sabia que no era asi. Contube la respiración y en cuanto vi la habitacion me quede helada y literalmente escuche una explosion en lo que antes era mi corazon.
Mi madre aun mantenia su expresion de terror pese a estar desparramada en el piso con una bala en los sesos. Victor (o lo que antes era mi hermano) estaba apoyado en la pared con agujeros por todo el cuerpo, claras señales de que habia intentado protegerlos a todos. Papá se encontraba tumbado boca abajo en un charco de su propia sangre, su espalda perforada parecia un colador. Las lagrimas me caian como cascadas, respiraba bocanadas de aire y el cerebro andaba como una maquina descompuesta tratando de procesar cada una de las cosas que pasaba al dar un paso...nada de lo que vi me preparo para lo siguiente.
Jacob estaba sentado, su cabeza inclinada hacia abajo con hilos de sangre bajando hasta la punta de su nariz y cayendo en gotitas, sus brazos estan sosteniendo algo y cuando lo veo con mas detenimiento se me cae el alma al suelo y se rompe en mil pedazos como el cristal. No esta sosteniendo algo sino a alguien. Sus ojos ya no brillan solo miran la nada, tiene las mejillas humedas y no es por la sangre que aun cae del punto de su frente, es por sus lagrimas. Abro los brazos de mi novio o el que era mi novio, ya que se ha ido para siempre y cargo a Thomas, lo acuno como cuando era un bebé.
-te traje tus caramelos favoritos, esos de muchos colores -susurro con la voz tremula- ya sabes, como si te comieras un arcoiris -agrego abrazando su cuerpecito inmovil, tomo su mano y noto que tiene aferrado un autito de juguete que le fabrique con madera hace mucho tiempo cuando apenas sabia caminar. Y es ahi cuando no dejo de lloriquear, chillar, moquear todo a la vez con una puñalada de dolor en el pecho. Con dedos que tiemblan sin control cierro los ojos del niño, aquel que nunca ira a la escuela, nunca sera adolescente ni tendra novia, jamas se casara ni tendra hijos. El niño que jamas crecera. Lo recuesto delicadamente en el sofa casi como si durmiera, lo beso primero en un parpado, luego en el otro y hago lo mismo con mamá, papá, Victor...y Jacob a este ademas lo beso suavemente en los frios labios.
En la mesita de centro hay una nota, escrita con letra pulcra.
Esto es lo que le pasa a todo aquel que me contradice. Que pena que no reacciono antes señorita Mason. Mire lo que ha sucedido, su familia pago las consecuencias de su egoismo.
¿Que se siente, practicamente haberlos matado?
C. Snow
Trituro el papel en mis manos y con todo el dolor y el odio, grito, grito con todas mis fuerzas maldiciendo a Snow, al capitolio...y a mi misma.
Sigo haciendolo a pesar del tiempo que ha pasado y las escenas siempre se repiten en cada uno de mis sueños, de hecho no he dormido una noche completa desde hace años. Honestamente mi vida ha sido una mierda desde aquel tragico dia.
Solo estos juegos han logrado despertar algo en mi, algo que pense que habia perdido. Quizas quiero proteger a este estupido chico que no hace mas que enfurecerme.
Quizas me recuerda un poco a Jacob o tal vez solo deseo que vuelva a su hogar con su madre.
Su madre. Recuerdo haberla visto caminar de la mano con un pequeño niño escualido de rodillas nudosas y un negro cabello alborotado. Ella lo miraba con orgullo y le apretaba fuerte la mano como temiendo que alguien se lo fuera a arrebatar. De repente la veo agacharse y depositar un beso en la coronilla de aquel chico que ahora ya convertido en un hombre lucha por su vida.
Me restriego los ojos, estoy terriblemente cansada, no he dejado de ver la pantalla grande del capitolio esperando no ver morir al chico. He hablado con algunos patrocinadores y no son nada faciles de convencer. Se excusan diciendo que es poco probable que el muchacho vida, ya que practicamente es muy blando con los otros tributos y al dejar escapar a Charlotte confirmó que no tenia agallas para matar. Que lo del baño de sangre fue solo suerte.
Para ser sincera quiero golpear a Potter para que reaccione de una maldita vez y deje de ser una nenaza en la arena.
Para darle al menos un pequeño mensaje debo conseguir enviarle algo, pero asi como van las cosas, no podre enviarle nada hasta la final, ahi quizas gane un poco de confianza. Claro si es que logra llegar a la final.

Mago y tributoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora