Charlotte

22 2 0
                                    

Ahora no duermo, no puedo hacerlo...es imposible en este lugar, aunque no tengo tanto miedo como antes, me he acostumbrado supongo. Además no estoy sola, Harry esta conmigo. Confío en él más que en cualquiera de estos monstruos. Es una buena persona y se que aunque este cabreado conmigo no me mataría, sin embargo yo he sido una completa traicionera, a la menor oportunidad quise quitarle la vida de la manera mas ruin y cobarde.

Me muevo inquieta, no es por incomodidad, de hecho el terreno que escogió Harry es realmente ameno, con abundantes ramas que ocultan nuestro paradero, muy seguro. Sino que es porque cada vez somos menos y los profesionales no tardaran en cazarnos.
Sin querer rozo mi espalda contra la de mi compañero de distrito, se que esta despierto por su respiración controlada. Recuerdo la primera vez que lo ví, eramos tan solo unos críos. En la escuela él pasaba desapercibido, algunos chicos lo consideraban raro por su cabello alborotado y su cuerpo escuálido, aunque en la adolescencia se volvió mas guapo y musculoso, para ser sincera la mayoría de las chicas de la escuela babeaban por él, yo incluyéndome pero nunca pudimos cruzar palabra, ya que no se dió la oportunidad, él siempre lograba escabullirse y claro yo encontré novio, por lo que ya no le preste mucha atención. Sin embargo ahora es diferente, él esta tan cerca de mi.- podrías dejar de moverte? intento dormir -masculla secamente.
-Lo siento.
Refunfuña algo que no logro oir para luego alejarse unos centimetros de mi.
De repente un rostro pasa por mi cabeza, una persona especial, alguien a quien quise mucho pero que ahora desprecio. Mi novio, un completo idiota. Un hombre que me juró amor eterno, pero que no fue capaz de despedirse de mi en el edificio de justicia. Michael, es su nombre. Siempre recordaré cuando dijeron mi nombre en la cosecha y lo busqué con la mirada hasta encontrarlo, sin embargo me observó con indiferencia antes de apartar la vista y volverse totalmente ageno a mi. Se que si hubiera sido al reves, yo no lo habría dejado ir tan facil. Pero esto es asi: das amor por montón para que te paguen con indiferencia.
Harry no es como Michael, lo descubrí cuando lo vi lanzando miradas furtivas a la chica del 12. Cuando hizo que nos detuvieramos aquel dia en su habitación, solo para que no nos afectara en los juegos. Cuando curo mis heridas, luego de salvarme. Y ahora, dejandome estar a su lado. No cualquier chico hace todo eso.
-Gracias -musito con los ojos cerrados.
-Por qué? -responde sin moverse.
-Por todo...supongo.

La mañana llega rapido, como si los vigilantes quisieran que no durmieramos para que nos asesinemos mas rapido. Harry se levanta con el cabello mas desordenado de lo normal y con marcadas ojeras en el rostro, esta palido, lo cual no es bueno de acuerdo al sofocante calor que hace y que ha hecho desde que empezaron los juegos. Decido no decirle nada, de seguro me ladraria que me callara. Este Harry se aleja cada vez mas de el del capitolio, ese chico seguro, arrogante, impecable. Aunque la version que siempre me gusto de el, sigue aqui. Ese muchacho abnegado, de buen corazon, se que no se ira. El es muy fuerte como para caer en el juego del capitolio.
-Qué me ves tanto? -dice tallandoce los ojos.
Me encojo de hombros.

Caminamos por el bosque, alertas. Harry apenas me dijo a donde nos dirigiamos y fue una palabra seca: arroyo.
Imito a mi compañero cuando mete las manos al agua para sacar plantas, intento ver que sean iguales a las de el.
Nos refrescamos, el sol pega fuerte, haciendo que nuestra piel arda un poco. A grandes zancadas me posiciono bajo la sombra de un arbol.
-Qué haces?
Harry me mira con cara de pocos amigos.
-Pues descanzando -contesto como si fuera obvio.
El chico bufa.
-Levanta...debemos partir.
-Pero acabamos de llegar -replico.
-Y? No quiero toparme con... -hace una pausa como si hubiera dicho algo mal, pero luego prosigue, un tanto apenado- profesionales.
Por el camino recolectamos huevos. Encuentro un arbusto con bayas, saco unas cuantas hasta tener un puñado. El estomago me ruge, no creo que Harry se enoje si como algunas. Justo cuando estoy a punto de echarlas a mi boca, una mano aleja la mia de un golpe, las bayas salen volando cayendo al suelo con un ruido sordo.
-Eres idiota? -dice Harry exasperado- son venenosas...son las mismas que vimos al principio de los juegos -añade.
Me sobo la mano adolorida.
-Lo siento...lo olvide.
-Me pregunto como es que sigues viva -dice antes seguir caminando.
«yo también»
Harry se detiene frente a unas aves. Se vuelve hacia mi y dice:
-observa lo bueno que soy con el cuchillo.
Y asi lo hago porque me sorprendo al notar la sombra de una sonrisa en su rostro. El chico toma la hoja del cuchillo con la punta de los dedos y con una calma increible lo lanza. Derriba a una de las aves al instante.
-Que bien, comeremos carne.

A los pocos minutos, Harry señala el cielo con el ceño fruncido, una hilera de humo asciende hasta perderse.
-Debe ser un tributo imprudente.
-Aparte de ti, ya no quedan tributos imprudentes -comenta- ese tributo quiere que lo encuentren...debe tener una trampa o algo.
-No iras a ir o si?
-No soy un imbecil, se que ella esta ahí.
-Ella? -pregunto con incertidumbre, a lo que el gruñe y se aleja, conmigo pisandole los talones.
No quiero insistir, ya que tengo la sospecha de que con ese "ella esta ahí" se referia a la chica en llamas. Lo que me falta descubrir es como sabe que ella es la que encendió aquella hoguera. Y el por qué no quiere acercarce, digo es una buena oportunidad de quitar a alguien del camino. Quiza crea que es peligrosa o simplemente hay algo en su interior que no le permite hacerlo.
Cazamos más aves o más bien Harry lo hace, ya que yo me limito a recoger raices y no hacer ruido.
-Asaremos las presas y nos vamos directo a nuestro campamento -dice Harry desplumando a las aves con la habilidad propia de alguien que ha hecho esto toda su vida.
Me encantó como sonó ese "nuestro campamento" en su boca, me hizo sentir parte de algo, incluida, acogida y no puedo evitar agradecerle mentalmente al chico por eso, quien ni siquiera se dió cuenta del efecto de sus palabras en mi.
Cuando terminamos de comer nos aventuramos al campamento, el cual está intacto, no hay señales de que otro tributo haya estado aqui o cerca de la zona.
Nos acomodamos en nuestros respectivos lados del suelo y nos preparamos para descansar, porque ya es tarde y la temperatura ha descendido.
Hoy no hemos escuchado ningún cañonazo, por lo que no pasarán nada en el cielo. Un dia sin muertes puede resultar aburrido.
-¿Qué crees que hagan para poner las cosas interesantes en la arena? -pregunto. La respuesta llega antes de lo que me esperaba, pero no por parte de Harry.
El himno finaliza y el sonido estruendozo de unas trompetas me sobresaltan y hacen que mi compañero se siente de golpe, observando el cielo preocupado.
La voz de Claudius Templesmith hace eco por todo el lugar, produciendome escalofrios. Según lo que he visto en otros juegos estos anuncios siempre estan relacionados con banquetes, aunque ahora es un poco incoherente siendo que aun quedamos ocho tributos.
-Felicidades a los ocho tributos que siguen en pie, son verdaderamente fuertes... -comienza a hablar con una voz realmente desesperante.
-Se que piensan que los estoy invitando a un banquete, sin embargo estan muy equivocados. Lo que pretendo es hacer un anuncio muy importante...
Miro a Harry que pese a la oscuridad conserva un gesto impaciente.
-De acuerdo con nuestro vigilante en jefe Seneca Crane, en conjunto con nuestro honorable presidente Snow. Se ha decidido cambiar una regla...
Suelto un grito ahogado, jamas me lo hubiera esperado.
-Este año se permitiran dos vencedores que sean de un mismo distrito...-afirma para luego repetirlo al menos dos veces y terminar con un chillon y que la suerte este siempre, siempre de su lado.
Harry me observa perplejo a lo que yo guiada por la emocion lo envuelvo en un abrazo.
Ambos podemos vivir.

Mago y tributoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora