Capítulo 6

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𝕻𝖆𝖉𝖗𝖎𝖓𝖔

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Dentro de los altos mandos de Akatsuki, no sabían que estaba pasando. Habían iniciado su plan de poner a los bijuus de su lado hace ya 3 meses, pero no habían resultados. Ya sea porque los jinchurikis se encontraban desaparecidos (aunque prácticamente se habían desvanecido de la faz de la tierra) o porque se negaban. 

Habían conseguido la ayuda de el jinchuriki de seis colas. Quien al principio se había negado, pero luego de conocer los fines de Akatsuki y queriendo dejar de escapar, accedió. Tampoco le gustaba ser un arma, así que lo lograron convencer diciéndole que si cooperaba él podía estar debajo del ala protectora de Akatsuki. Además de que Naruto se haría cargo de la mayoría. 

Pero hablando de Naruto. Era hora de que el antiguo equipo Jiraiya se reuniera con su maestro. Sabían que no había más opción para quitarle la llave del sello a Jiraiya. No les gustaba la idea de tener que batallar, o de llegar a matarlo, pero no se la iban a quitar a menos que lo hicieran a la fuerza. Jiraiya jamás estaría de acuerdo con abrir el sello de Naruto para que este fuera un arma de destrucción contra su aldea natal. 

Aunque por mucho que planearan, no podían saber lo que estaba dentro de la mente del sannin y padrino de Naruto. 

Jiraiya

Sentía que toda la culpa recaía sobre sus hombros. Jamás fue capaz de proteger a Naruto, ni su estado físico ni mental. Y solo porque se había acobardado, buscando excusas para huir durante tantos años. No había querido ver al hijo de Minato a la cara. También se culpaba de la muerte de su discípulo, al no haber llegado para ayudarlo. Qué clase de maestro era si no podía ni siquiera cuidar a sus protegidos. Lo mismo había pasado con aquellos 3 chiquillos de la aldea de la lluvia. Jamás se perdonaría haberlos dejado solos para después recibir la información de que habían muerto en la siguiente guerra. 

Pero no podía y no quería cargar con tanta culpa. Buscaba tanto su paz interior como la del mundo ninja. Si tan solo hubiese paz entre las personas, nadie habría tenido que morir. 

Ni Naruto renegar de la aldea que lo maltrató. 

Apenas se enteró de la desaparición de su ahijado fue directo a hablar con Tsunade, quien le dejó con más preguntas que respuestas. Por lo que salió por su cuenta a buscar a Naruto, estando estos tres años en busca de la más mínima pista que pudiera encontrar. Pero lo único con lo que había dado era que Naruto seguía vivo. 

Estos últimos meses, dentro de unas pequeñas aldeas, escuchó que vieron a un chico con cabello rubio como el de los Namikaze caminar animadamente. Se esparcieron los rumores dado a que, así como los Uzumakis, los Namikaze habían perecido. Así que encontrarse a una persona rubia por ahí era admirable. 

Esa era la esperanza de Jiraiya. Solo una vez en el pasado se topó con una persona rubia, pero era de la aldea de la roca. Así que era imposible que fuese un Namikaze. Además tenía el cabello largo y liso. Lo que lo hacía menos probable, dado a las melenas abultadas que tenían los rubios del clan de Minato. 

Ahora se encontraba de vuelva en la aldea. yendo a reportarse con la Hokage sobre los avances de su investigación, y a molestarla un poco con la publicación de un nuevo libro. 

—Quisiera analizar un poco, no quisieras ser la sujeto de prueba? —típica la cara de pervertido que traía. 

—No soy un ratón de laboratorio, gracias. Además, no acepto propuestas de viejos sospechosos y pervertidos que no dan los informes cuando se los solicita. —Tsunade tenía una vena saltada en la frente y apretaba su puño. 

𝕴𝖓𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊 || 𝔫𝔞𝔯𝔲𝔰𝔞𝔰𝔲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora