La cueva

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Aquella cueva era aterradora, no tanto como la idea de que Voldemort ganará, no tan aterradora como el salón donde se llevaban a cabo las reuniones de mortifagos, pero era tan aterradora como la idea de fallar.

Dio sus últimas peticiones a Kreacher, no debía interferir en proceso, por más que suplicar que lo hiciera, tampoco debía interferir si alguno de los "guardianes" del horrocrux, no podía interferir porque se corría el riesgo de que también fuera atrapado, no podían fallar y morir con la información, era importante que llegará a la manos correctas para terminar esa estúpida guerra de una vez por todas.

Temblaba erráticamente, temía que si seguía así el guardapelo cayera y se perdiera entre el agua de su alternador, Kreacher no le despegaba la mirada, eso lo ponía más ansioso de lo que debía, no creía salir vivo, igual no era algo que le preocupara,  todo parecía estar en su contra, sin embargo ahora lo enfrentaba, enfrentaba cada y una de sus decisiones pasadas, se deshacía del miedo. Tono hasta la última gota de la poción.

Cayó rendido y ordenó a Kreacher que sustituyera el guardapelo, por un segundo pensó que saldría vivo pero el inferi que le sostuvo el brazo no pensaba lo mismo.

–Krecher ¡Ayúdame! – Gritó desesperadamente, ignorando sus propias palabras, le pidió al elfo que no lo salvará, que se fuera, debía irse, tenía el futuro en sus pequeñas manos – Te lo suplico – La poción aún estaba hablando por él, eso era seguro, por eso desde un inicio le pidió a Kreacher que se fuera si era necesario.

El elfo se alejó, oprimiendo el guardapelo original en su pecho, negaba, estaba siguiendo las órdenes que le dió, el elfo siempre fue fiel y obediente, hasta el día de hoy, se colgó el collar y tomó su mano libre. El inferi no lo iba a dejar ir tan fácil,  lo jalo aún más fuerte, sentía como sus articulaciones se estiraban al punto de  que pudo escuchar como el brazo salía de hombro, dolía y mucho, se estaba desvaneciendo por el dolor, dejo de ver a Kreacher, eso empeoró su molestar, casi vomitaba al ver su camisa ensangrentada, sabía de dónde venía tanta sangre, no tardó mucho en qué parte de su brazo se separara de su cuerpo, aún así el inferi quería más de él pero Kreacher fue más rápido e hizo que se aparecieran, no soporto eso y termino desmayándose apenas vio la luz del atardecer.

Deben destruirlo, nos matara, nos mataran, basta

Fueron las únicas palabras que salieron de su boca durante una semana, eso creía, tenía breves lapsos de tiempo en los que estaba despierto, recordaba que decía y sentía cómo la gente de su alrededor se movía, el tacto de una cálida mano que sujetaba la suya lo consolaba, lo mantenía a flote. También escuchaba gritos, peleas intentas, quizá eran personas del más allá debatiéndose si debía ir al cielo o al infierno.

–Debes decirle, está más paranoico de lo normal y si oculto algo pero no lo que cree

–Por milésima vez Remus, él no cree que eres un espía, no hay espías en la orden

Esa conversación lo sacó por fin de su sueño, se intentó levantar pero el dolor fue más haciendo que lo regresará a la cama, una cara se asomó, Remus Lupin, gritó por el susto que le había dado, era lindo pero no en esos momentos, estaba demacrado, pero no tanto como James Potter, era bueno ver una cara amistosa.

–Llama a Mary y a Sirius  – Remus salió corriendo de la habitación, James no dejaba de verlo.

–Peter, Peter, el guardapelo

El rostro de James se deformó, casi estaba llorando y ahora era más bien indescifrable.  Intentó apoyarse sobre sus brazos para levantarse pero no pudo y cayó de nuevo a la cama.

–Reg necesito que estés calmado, esto será difícil de decir y será más difícil para ti – Bajo su mirada lentamente, sentía que algo falta desde que despertó, bien lo presentía – Cuando Kreacher te trajo nos contó lo que hiciste, una de esa cosas te arranco el brazo

Es normal llorar por qué ya no tienes un brazo, es una reacción esperada, James lo abrazó y le dijo que todos estaría bien, él creía que ya todo estaba bien, ya no tenía una horrible marca en su brazo.

Cuándo llegó la calma o al menos eso aparentaba en ambiente, una chica llegó a checarlo, James dijo que era su amiga, también fue quien le salvó la vida la tarde que llegó a su casa.

Justo después de que Mary se fuera llegó Sirius, estaba llorando, era de las pocas veces que lo veía hacerlo, a lado de él estaba Peter se hubiera ido directamente a pregúntale si Barty estaba bien de no ser por el abrazo que le dio su hermano.

– Pensé que estabas muerto, todo este tiempo lo pensé – Quiso decirle que no lo apretaba tan fuerte que le dolía pero había estado tiempo separado de él que no le importaba – Todo el mundo lo creyó

– Estuve aquí Sirius, aquí estuve, estoy bien.

Sirius lo liberó de su agarré, miró más allá de su hombro y su cara se deformó, iba a pelar, lo sabía había visto esa mirada miles de veces.

–Tu lo sabías y no me dijiste – Sirius había tomado por el cuello de la camisa a James, levantando un poco del suelo – Me viste sufrir y no dijiste nada

Y lo golpeó, Remus no dejó que siguiera su pelea y fue a separarlos con algo de magia, nadie en sus cinco minutos se metería sin hacerlo.

–Sirius tranquilízate. Nadie podía saber que estaba aquí, era más seguro no decirte

–¿Tu lo sabías Lunático? 

–Yo estaba cuándo llegó.

Cuándo Sirius decidió que James no merecía una paliza se sentaron en la mesa a comer tranquilamente, Peter le contó sobre Barty y lo destrozado que estaba sobre su supuesta muerte, de paso confesó que era un espía, que se había infiltrado con los mortifagos por órdenes de Dumbledore y le seguía siendo fiel a la orden. Remus le contó que Kreacher casi se mata por haberlo desobedecido pero que lo detuvieron a base de hechizos antes de que pudiera hacerlo.

–El guardapelo ¿Quién lo tiene? – Pregunto sin ver a nadie, quizá lo había perdido y la guerra duraría más

– Kreacher, y Kreacher está con Dumbledore – Contestó Remus –  Sospecha que hay más, iremos los cuatro por lo que restan, tú irás a un lugar seguro, quizá te ocultaras en Hogwarts o con algún miembro de la orden.

–Claro que no – Intentó protestar golpeando la mesa, pero claramente no pudo hacerlo – Iré con ustedes

–Estuviste muerto una semana y te falta un brazo, no estás en condiciones de salir a una guerra

–Igual iré

Estuvieron mucho tiempo discutiendo, James no quería que se hiciera más daño, Remus no creía que fuera lo mejor para si recuperación, Sirius no quería volver a perderlo y Peter no quería que se arriesgará a ser encontrado por mortifagos, pero no pudieron hacer nada contra las órdenes de Dumbledore.

–Ira con Ustedes, encontró el primero, quizá sea capaz de reconocer los siguientes y sabe cómo funcionan los mortifagos, además es animago como ustedes – Todos en la oficina se quedaron callados ¿Cómo carajos el director se había enterado de eso? – Por eso los elegí para la misión, pasarán desapercibidos en sus formas animagas, a excepción de James claro.

Una semana después de la reunión con Dumbledore salieron a cazar Horrocrux. Ahora agradecía por la decisión que tomó Kreacher de salvarlo, de no ser así posiblemente nunca hubieran acabado con la guerra.

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1273 palabras

Lamento tener la historia un poco abandonada, la escuela no me deja en paz con tanta tarea :'))

Esperó que les gustará
Atentamente Pan Espacial

Posdata, la canción de arriba siempre me recuerda a Regulus.

Entre universosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora