Sabía que le esperaría al despertar, quizá por eso tardaba tanto en salir de ese estado, que le había vuelto claustrofóbico, era como estar en un ataúd y ser consciente de lo que pasa en tu funeral, la diferencia es que estaba en un hospital y no había muerto, así que los estudiantes de medicina se reunían en su habitación para almorzar, decían que era un lugar tranquilo, dónde nadie los molestaría y creían que no los podía escuchar, lo cierto es que hasta sabía de sus pecados, quería gritarles que se largará de su habitación, eso al inicio y después eso se hizo su entretenimiento, estar en coma era muy aburrido, un poco deprimente sabiendo que nadie de su familia se había preocupado de su desaparición, nadie lo había buscado.
No había tenido un buen día en años, lo más cercano a un buen día fue cuándo casi escapa de su casa, estuvo tan cercas de hacerlo, si tan solo se hubiera marchado quizá no estaría en una cama de hospital, también si lo hubiera hecho no lo concedía a él. Un día un residente corrió a los internos, se había molestado porque le quitaron su única diversión pero eventualmente se enamoró, sonaba como una locura y lo era, no tenia ni idea de cómo lucia el doctor, lo que si sabía era que de aquel residente, que al igual que los intentos no creía que despertaría así que le contaba cosas que no le diría a desconocido en circunstancias normales, como que era un hombre lobo, que su mejor amigo se había salido de la residencia, que sus padres estaban muertos, que quizá necesitaba un novio, que detestaba a sus jefes, le encantaba el chocolate, que deseaba estar en otro lado y que estaba pensando seriamente salirse del programa, que se estaba volviendo peligroso quedarse ahí, porque a pesar de que nadie sabía de la existencia de la magia presentía que sabían lo que realmente era.
Deseaba levantarse y gritarle muchas cosas, que no era un monstruo, que era bueno y suficiente, quería despertar, decirle hasta que le creyera que una buena persona y doctor que es, porque a pesar de solo escucharlo despreciarse, de no tener mucha información sobre el sabia que lo que era.
Quería despertar y pedirle una cita, igual ya se había enamorado de él.
Al escucharlo decir que se iría fue la razón de que despertara, en el fondo sabía que era por eso, también porque quería ver por última vez el rostro de la voz más afable que había tenido el honor de escuchar, en un inicio no se encontró con el, si no con un monto de internos que estaban desayunando, ninguno supo que hacer al verlo sentarse en su cama, estaban impactados, era como ver a un muerto resucitar.
-¿Lupin sigue trabajando aquí?
Y todos los internos se echaron a correr pidiendo que llamaran al doctor Lupin. Llegaron muchos doctores, no el que esperaba, todos le decían lo que ya, está bien, era un despertar milagroso y lo estarían vigilando, también mencionaron que ya habían llamado a su amigo, no sabía a quién se refería, pero alguien lo llevó hasta un hospital muggle, hacía un esfuerzo por saber qué había pasado antes de llegar al hospital, su mente estaba en blanco como aquella habitación, pidió que le trajeran sus cosas, con suerte su varita estaría ahí, pero las enfermeras solo le dijeron que no contaba más que lo que traía puesto al llegar, estaba seguro que tenía su varita y algo mas
-¡Ey Doc, Lupin! - Gritó al reconocer la voz del doctor en el pasillo - Venga, por favor.
-¿Señor cómo se siente?
-¿Bien y tú? ¿Qué tal todo?
-¿Siente alguna molestia? ¿Necesitas algo?
-Solo necesito saber si te quedaras
-¿Disculpe?
-No quiero asustarte, querrás sentarte, porque lo que diré te dará un paro cardíaco - Un escalofrió recorrió su espalda al tener el destello de un recuerdo donde tuvieron que revivirlo por el paro cardiaco que tuvo - Estuve escuchando todo, todo el tiempo, se mucho de ti y de los internos también
-Oh por Dios - Remus se sentó en el pequeño sofá que había en la habitación - Iré a Azkaban por romper el secreto
-De hecho, no, por qué también soy un mago, todos aquí me llaman Blair, pero soy Sirius, Sirius Black
-Oh por Dios, iré a Azkaban por decirle a un Black que soy un hombre lobo
-No, no, yo no diré nada, no soy esa clase de Black, soy de los buenos
-Dije tantas cosas, pensé que no despertarías
-Todos decían que era hombre muerto, créeme que quiero decirte mucho, pero en especial que no deberías salirte, eres un buen doctor o eso escuché, no puede comprobarlo, ya sabes estaba
-Dormido, no debías despertar, oh Dios estoy muerto
-¿Quieres tranquilizarte? Me mantuviste vivo, escuchar tu voz me salvo - Remus levanto la mirada, ese chico era el más lindo que había visto en toda su vida, era tan hermoso como la luna llena y él se odiaba tanto como odiaba la luna llena - Óyeme me contestas media vida y me llamaste vegetal, creo que es mi turno de hablar.
Había valido la pena despertar, porque ver a Remus sonrojarse por el guiño que le dio fue lo mejor que le pudo pasar, estaba seguro de que le castaño hubiera escuchado con gusto, de no ser por Regulus que entro a la habitación, estaba agitado y necesitaba respuesta, por lo que Remus volvió a la seriedad que requería su trabajo.
Dejó de escuchar lo que Remus le decía a su hermano y empezó recordar lo que pasó la noche que cayó en coma. Su cuerpo se entumeció, comenzó a temblar recordando cada maldición que lo tocó, sus ojos se volvieron lagunas recordando cada insulto que escucho esa noche.
-Ellos piensan que estoy muerto ¿No es así?
Había escuchado decir a los internos que estaba ahí porque se había metido en una pelea y que su amigo lo había encontrado cercas de dónde había estado. Era una buena mentira, ahora entendía porque lo había llevado a hospital muggle, la noche en cuestión había peleado nuevamente con sus padres, solo que ellos se habían pasado de la cuenta con sus maldiciones y casi lo matan, así que decidió marcharse de una vez por todas no sin antes recibir un último crucio, eso casi lo mata, de no ser por Regulus.
La habitación quedó en silencio por unos largos segundos, Regulus intentaba formular palabras sin éxito, Remus estuvo a punto de salir de la habitación, pero le dijo (casi rogó) que se quedará, era la única persona que había sido amable con él en mucho tiempo, necesitaba alguien así a su lado.
-Si ellos creen eso, todo el mundo lo cree - Contestó con voz quebrada su hermano.
-Por eso me trajiste aquí
-No podía dejarte morir Sirius, pero si te llevaba a otro lado ellos te matarían
-¿Debo llamar a la policía? - Preguntó Remus con delicadeza
-No, estamos bien ahora - Dejo de ver al doctor y le dio una mirada cálida a su hermano, nunca lo había visto tan agitado, siempre era estoico, inquebrantable, era todo un Black, ahora solo era un chiquillo asustado, intentando cuidar a su hermano mayor - Estoy bien Regulus
-Pensé que no despertarías
-Lo sé
-Vine aquí todos los días, pero no me atrevía a entrar, perdón, yo no ponía, deje te hicieran esto
-Reg no me dejaste morir, estoy bien ahora
Remus dejó que tuvieran privacidad, se escabullo como un lobo entre las sombras, no pudo decirle que se quedara nuevamente, la voz la tenía tan rota que lo único que podía hacer era lamentarse en esos momentos.
Regulus le contó todo lo que había pasado los últimos meses, como él también se había marchado por haber sido repudiado, lo comentó con tal tranquilidad que le sorprendió, estaba más preocupado por el que por ser considerado un traidor. Las horas que estuvieron hablando lo dejaron con una sensación de tranquilidad en el pecho, su hermano estaría bien, era feliz, incluso había conseguido una pareja que quería presentarle. No había nada por qué preocuparse por Regulus, él estaría bien sin él.
No podía decirle que solo había despertado para una sola cosa, no tenía el corazón para confesarlo.
Su hermano salió por un momento, necesitaba un café y de paso le buscaría buenas gelatinas y galletas. Antes de que saliera lo abrazo, lo sujetó entre sus brazos por un largo momento, sabía que sería el último que le daría, fue bueno ver su sonrisa por última vez, aunque parecía la primera.
Cómo pudo se levantó de la cama, espero a que nadie lo viera y salió de la habitación, se cansó rápidamente, pero consiguió una silla de ruedas, le pregunto a todo el que pasa por la ubicación de Remus Lupin, los lugares que le dieron lo hicieron perderse más de una vez, pero justo cuando estaba bajando de piso las puertas del elevador se abrieron dejando ver al doctor con las cicatrices.
-Dime que no te vas del hospital, yo estaré aquí un rato más y sería una pena que no fueras mi doctor
-Alguien más atenderá su caso
-¿Te vas porque es lo que quieres o porque estás asustado?
-Con todo respeto eso no le incumbe
-Si es por miedo estás cometiendo un error, debes luchar con garras y dientes para quedarte
-¿Eso fue una clase de broma?
-No intencionalmente, solo quería decirte que debería quedarte, podrías conocerme como yo te conozco ¿No suena bien?
-No debería quedarme, aunque la idea me agrade
-No puedo ser el único que cree que deberías quedarte, te aseguro que nadie sospecha de tu condición, son muggles y algunos son internos, no saben ni donde están parados, ellos creen que tienes un amante no que eres un jodido hombre lobo, te lo aseguro, son los odios de este hospital, después de todo
Las puertas se abrieron, exactamente en el piso donde estaba su habitación
-Lo llevaré a su habitación
-No, por favor, puedes llevarme, aunque sea al patio, necesito aire fresco, siento que moriré sin recordar como es el mundo exterior
Remus no dijo nada, presiono un botón y las puertas del elevador se cerraron, sin decir nada lo dirigió al patio del hospital, era de noche y las estrellas se alcanzaban a ver, la luna era tapada con un leve algodón, mejor así, no quería ver que la luna estuviera llena y descubrir que todo era un cruel sueño antes de morir.
-Considera quedarte, aun tienes mucho que dar - Remus no contesto anda, no parecía dar señales de querer hablar con él, estaba avergonzado seguramente, no necesitaba verlo para saberlo - Si lo piensas por lo menos te daré todo el chocolate que pueda conseguir - Podía morir en paz, había hecho reír a Remus Lupin - Si te queda por otro lado te daré todo el chocolate del mundo
-Creo que me acabas de convencer
-Entonces es un trato doc, aunque muera le aseguro que cumpliré con mi parte
Fue un buen día, descubrió que había alguien dentro de su familia de mierda que estaba de su lado y que iba a protegerlo a toda costa. También vio la sonrisa más encantadora de su vida, los ojos más espléndidos y le dio un rostro a la voz que lo mantuvo con vida.
Fue un buen último día de vida, lástima que no probó las galletas que Regulus había traído para él, ni vería a Remus convertirse en un grandioso cirujano.
-Hora de la muerte once cincuenta dos≻───── ⋆✩⋆ ─────≺
1925 palabras
Esperó que les gustará
Atentamente Pan Espacial
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Entre universos
FanficOne shots en diferentes universos sobre los personajes de la era de los Merodeadores. Incluye ships cómo -Jily -Wolfstar -Jegulus -Lucius × Remus -Lily × Narcissa -Mary × Marlene -Barter