La tiendita

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Aclaración
Au sin Magia

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Sabía a lo que se enfrentaba, escuchó durante todos mis domingos en la tarde las grandes hazañas que había enfrentado su madre, su abuela, su tatarabuela y la abuela de todas ellas, todas sus historias le enseñaron de los errores de sus antepasados y que él no repetiría. Fue entrenado en el campo de batalla por su abuela y madre,primero se enfrentó a las hordas con ayuda de ellas, eventualmente lo fueron dejando solo para que lidiara sus propias batallas, finalmente después de años el deber de atender la pequeña tienda se le había dado.

Atender la tienda era menos emocionante que como lo pintaron sus familiares, sus libros contenían mayores aventuras, desearia tener mas tiempo libre para poder enfrascarse en las historias que leía pero los clientes seguían apareciendo sin darle un segundo de paz, lo cual era bueno, significaba que están haciendo bien las cosas si la gente venía a su tienda con tanta regularidad, era eso o que no había otra tienda.

-¿No quieres comer de una vez? - le preguntó Peter con inocencia - Hay que aprovechar que está tranquilo

-Tú ve comiendo - contestó sin dejar de ver el reloj, odiaba ese maldito reloj se burlaba de sus logros destrozandolos y bailando sobre sus tumbas - No tengo hambre

-¿Puedo tomar un jugo?

-Claro, tómalo

No todo en la tienda era malo, si no hubiera estado jugando a ayudar en ella cuando su madre atendía no hubiera conocido a Peter, sus madres se quedaban platicando y ellos se escapaban para jugar canicas afuera, ninguna se daba cuenta, siempre se salían con la suya.

Sus amigos no abundaban, tenía pocos y se alegraba que Peter fuera uno de ellos hasta el dia de hoy, le gustaba que lo comprendiera cuando no podía salir porque tenía que ayudar en la tienda, le alegraba su compañía y no le importaba que tomar un jugo cuando lo ayudaba con las cosas de la tienda.

-Pensé que habías descubierto el gran secreto - se dejó caer sobre el mostrador con aquel recuerdo - Uno que cualquiera que atendiera una tienda le gustaría saber

-No me lo recuerdes Peter - Tenía lo que muchos anhelaban, una hora de comida fija, luego de tantos intentos y batallas por fin lo tenía, era su hora mágica, ni un minuto mas, ni uno menos debía empezar a comer y nadie lo interrumpiría , ni los proveedores, ni los clientes, nada, absolutamente nada en la faz tierra impediría su hora de comida - Mi abuela tenía razón, eso nunca dura

Se quejaba mucho de haber perdido su hora de comida, sin embargo en el fondo sabía que recibió algo mejor a cambio. Robó uno de las papas que Peter trajo, solo una, no acabo de dar el bocado y su destructor de sueños llegó.

-¡Ya llegó el pan! - grito el repartidor más lindo que había visto en toda su vida - ¿Cómo están chicos?

-Con hambre - intentó responder con amabilidad pero no comer lo ponía de malas, tanto como aquel chico que se aferraba a entregar el pan con una chaqueta de cuero.

-Ya me acordé que tenía que hacer - dijo Peter mientras guardaba su comida a toda velocidad - Tengo que ir por unas cosas, no me tardo - su amigo salió casi corriendo, sabía que no iría muy lejos o por algún mandado, Peter tenía la costumbre de dejarlo solo con el repartidor de Pan, si tan solo no lo hiciera podría haber evitado que se enamorara

-¿Y cómo ha estado tu hermano? - preguntó mientras Sirius dejaba el cargamento en su lugar - ¿Ya aprendió la ruta de entrega o se sigue perdiendo?

-Ojalá se siguiera perdiendo, lo preferiría a que James lo acompañará, siempre tardan años en regresar por que no pueden dejar de hacerse ojitos

-¿James no era el hijo de los panaderos que los dejan quedarse en su casa?

-El mismo - Sirius había terminado su entrega, recibió el dinero, solo tenía que irse pero como siempre alargaba su estadía - James no es tan malo, cuando no esta quemando todo por ver a mi hermano me está enseñando el negocio - Sirius saco algo de su canasta, estaba apartado de los demás con una servilleta hecha a mano, le parecía lindo - Te presento a las galletas luna - al descubrir el manto pudo ver una variedad de galletas blancas cubiertas por chispas de chocolate, intento parecer serio para no soltar una risa enamorada - Hechas con un ingrediente especial - Sirius se acercó a él, miro a todos lados para verificar que no hubiera nadie más y murmuró - La luna

Su risa tan estrepitosa salió por fin, estaba hecha de pena y amor, solo podía salir en esa hora tan mágica.

-No debí contarte esa historia

-No es mi culpa que pensaras de niño que las galletas con chispas de chocolate eran como mini lunas - En su defensa había obsesionado con el espacio, si podía todo lo relacionaria con ello, hasta las galletas, pero es que las galletas con chispas de chocolate se asemejan a los cráteres espaciales o al menos eso pensaba su yo de pequeño - Eras un niño con mucha imaginación Moony

-¿Por qué Moony?

-Sabes el por que - Sirius acercó las galletas hasta sus manos, lo miraba con esos ojos de estrellas, estaba ilusionado por haber creado algo mágico - Vamos Moony prueba una

-¿No tienen veneno o algo por el estilo?

-Solo algunas - Las galletas no tienen veneno, podía ser un gran saber de no ser porque estaban crudas, en el exterior parecían bien, fingió estar encantado pero su mentira no duró, Sirius también probó su creación y pidió disculpas entre risas - Mejoraré lo prometo

Entre las promesas de Sirius por mejorar y sus galletas encontró una hoja, la hubiera dejado de lado de no ser porque parecía tener algo escrito en ella.

-¿Qué es eso? - cuestiono sellando la hoja, Sirius se puso aun mas rojo de lo que ya estaba por las risas de su desastre, pero ya no reía, solo tenia una pequeña sonrisa

-Es para ti

Apartó las lunas para poder encontrar aún más magia de la que podía haber en esa hora en la que se entregaba el pan. La letra de Sirius parecía sacado de sus libros más viejos, de esos donde el príncipe encontraba el amor verdadero y vivían feliz por siempre.

"Me gustas"

Era todo lo que decía, era todo lo que necesitaba.

-También me gustas

Sirius hizo que su hora mágica volviera, dándole besos con sabor a pan y lunas.

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1074 palabras
Esperó que les gustará el capítulo y la nueva portada
Atentamente Pan Espacial

Entre universosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora