Advertencia este contenido tendrá escenas explicitas y demasiado doble sentido, leer bajo su propia responsabilidad.
Años atras
Aurora había tenido dos hijos unos gemelos Davon y Audrey su matrimonio se veía marchito, apunto del divorcio para las personas normales pero para la realeza era el fin.
En una junta de los reinos Aurora discutió tan fuerte con Felipe, el dios del olimpo Hades llevaba días prófugo se busco por demasiados lados que tuvieran almas en pena. No lo encontraron, pero Aurora si, vio al dios recargado en una de las tumbas del cementerio de Auradon y se acerco a él.
—Dijiste que escaparía Hades —se acercó a su amante abrazándolo por la cintura.
—No lo hare, no mientras esperes un hijo mío — sostuvo el rostro de Aurora y le acaricio el rostro. Desde hace unos meses el dios y Aurora habían tenido sexo salvaje iniciando así una relación prohibida, la excusa de Aurora era que su matrimonio era un compromiso más que una relación de amor ademas de que el rey Felipe tenía amoríos ocultos también, la excusa de Hades era que nadie querría estar casado con maléfica y había abandonado a su hija Mal junto a su esposa Maléfica.
—Tengo miedo por ti Hades —murmuró antes de que los labios de el dios y ella chocarán, demostrandose una vez más la pasión que había en ellos, quitando la ropa de sus cuerpos y dando paso a la lujuria, en poco tiempo era un concierto de gemidos y jadeos esa zona del bosque.
Cuando Hades volvió a la isla les dio órdenes a Pena y Alma de vigilar a su amor y a su hija. Maléfica escucho cuando esos incompetentes (palabras de Hades) hablaban de la hija de Hades con Aurora la princesa semidiosa, maléfica cegada de ira y uno celos profundos llendo a el bautizo de la pequeña, encontrado una sorpresa eran dos, gemelas y para desgracia de maléfica las dos eran hijas de Hades y hechizo a la incorrecta, la que más parecido tenía a Hades era Helien y Fathana tenía más sangre de Felipe, si había tenido relaciones con los dos el mismo día en diferentes lapsos de hora y Aurora era demasiado fértil.
Dando paso a una hija de Felipe y una de Hades ambas habían nacido el mismo día por un hechizo que primavera había realizado es que nacieron gemelas.
Actualmente
Hades había llegado a Auradon esposado y con unos guardias, Mal había solicitado su ayuda y acudió a ella, salvaría a su hija y a la hermana de esta.
Audrey abrió los ojos, pero Fathana no, el dios siguió buscando su alma y en ese momento entró una rubia igual a la que estaba en la cama con su rizado pelo de mechas azules y sus ojos de un azul vivo.
—Heilen —murmuró Audrey después de disculparse con Mal y Ben. Corrió a abrazar a su hermana.
—Audrey por lo visto ahora eres una vengadora —bromea y observa a su hermana inconsciente. Era tarde. —no la salvarás —negó, nunca supo como tenía ese don de saber cuando morían pero supuso que era maldición de maléfica.
—¿Como lo sabes? —cuestiono Hades. Que no dejo de concentrarse en salvar a Fathana.
—Porque su alma ya no está en su cuerpo y lo sabes —dijo acercandose a Hades y tomando la brasa, esta al estar en manos de la sangre de Hades brillo — Fathana esta muerta o dormida, su amor verdadero la debe de despertar, ni siquiera tu puedes hacerlo con tu magia de almas Hades— todos quedaron sorprendidos, Hades volteo y vio a una copia de él en mujer y más joven. Aurora que lloraba la tragedia de su hija alzó la mirada y asintió a la pregunta no formulada de Hades. Tenía a su hija enfrente mientras la otra copia de su hija cayó en un sueño profundo.
—¡Elias! —exclamó Audrey, llorando inconsolable por la pérdida de la rubia.
— El puede salvarla están comprometidos —murmuró Ben llorando también la pérdida de fathana,al igual que Carlos.
—Harry puede —contesto Evie. Al ver las miradas puestas en ella agregó — él está enamorado de Fathana, no sería amable con ella y tampoco rogaría por quedarse si no estuviera enamorado. — Heilen negó y detuvo a su madre que cometiera un remedio que no serviría.
—No despertara con él , y lo sabes Fathana nunca se enamoró. Ni Elias ni el pequeño bacalao lo harán. Lo único que Fathana más amaba era a su familia, Audrey, siempre fue su mejor amiga y su alma gemela. Eran ellas dos contra todos. Ni siquiera yo que soy su copia pude entender eso —, la mencionada se acercó a su hermana y lloro abrazando su cabeza dejando un beso en la frente.
Y es que el amor no siempre era con una pareja, para Fathana Audrey era su prioridad, pues sabía que ella era más vulnerable a las circunstancias de la vida y para Audrey su pequeña hermana era su mundo, las dos contra él, si una sufría la otra vengaba las lágrimas. Eran las Beauty. Y así debían de seguir.
— ¿Porque mi copia azul está aquí? —preguntó la rubia abriendo los ojos, porque era cierto, lo que Fathana más amaba era a su familia y eso incluía a Heilen aunque no fueran almas gemelas como con Audrey porque una era la que escarba la tumba mientras otra arrastra el cuerpo. Fathana y Audrey Beauty. Las princesas Beauty.
Fin