1. Unexpected

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No era la primera vez que estaba sentado solo en esa gran sala, en su trono de loto, y sin duda no sería la última. Como era costumbre, a esa hora del día, Jiang Cheng limpiaba a Sandu. Nadie se atrevía a perturbar sus pensamientos a menos que fuera estrictamente necesario, ya que todos conocían muy bien el temperamento del Sandu Shengshou.

¿Cuántos meses habían pasado? Tal vez dos, tal vez diez, ya no le importaba. A esas alturas de su vida siempre pensó que no reconsideraría sus decisiones, pero había empezado a cuestionarse muchas cosas desde el retorno de Wei Wuxian. Recordaba muy bien la última vez que lo había visto, en el Templo Guanyin, partiendo al lado de Lan Wangji. El par había dejado la escena antes de que todos los cultivadores aliados preguntaran por ellos. Tampoco se molestaron en ver a quienes dejaban atrás: discípulos de la secta Lan, Jin Ling, incluso al mismo Lan Xichen.

Jin Ling le había preguntado por el paradero de Wei Wuxian, pero Jiang Cheng no podía dárselo, al menos no en ese entonces. Luego de un tiempo escuchó rumores, como que Wei Wuxian y Lan Wangji viajaban juntos como una pareja de cultivadores, aunque también vivían por temporadas en el Receso de las Nubes. Si bien no eran amados por todas las sectas pequeñas, al menos habían logrado ser respetados después de desenmascarar al verdadero villano: Jin Guangyao.

Jiang Cheng, quien había sido un aliado de Jin Guangyao solo por preservar la seguridad de Jin Ling, se sintió asqueado y enojado. Ese desgraciado los había engañado a todos a su gusto, culpando siempre al Patriarca de Yiling de todas las aberraciones causadas por él mismo. El solo recordarlo le causaba jaqueca. ¿Cuán equivocado había estado al odiar a Wei Wuxian? Durante años se había envenado el corazón a sí mismo creyendo que su shixiong había sido el culpable de la muerte de los padres de su sobrino, pero resultaba que ni Jin Zixuan, ni Jiang Yanli, habían sido asesinados por el cultivo demoniaco de Wei Wuxian, sino por el cultivo demoniaco de los secuaces de Jin Guangyao.

A la falsa incriminación que le hicieron a su hermano mayor y al hecho de que él creyó en todo como un idiota, también debía sumar otra cosa: el núcleo que tenía en su interior. No había pasado mucho desde que Wen Ning le diera ese testimonio. Wei Wuxian le había dado su núcleo dorado voluntariamente para evitar que él se suicidara por la depresión después de la muerte de sus padres y la destrucción de su secta. ¿Qué clase de tonto era para hacer eso? Al recordarlo, Jiang Cheng sin querer pasó el filo de su espada por sus dedos, provocando un ligero corte. La sangre que brotó, en un hilo fino, no le importó; volvió a limpiar a Sandu y la guardó en su vaina.

— Líder Jiang... — uno de sus discípulos finalmente interrumpió sus pensamientos entrando tímidamente a la sala.

— ¿Qué sucede? — dijo con un tono tan amenazante que el pobre discípulo hundió su cabeza entre sus hombros.

— El...el maestro de la secta Lan...

— ¿Lan Qiren? — dijo algo confundido, ¿estaría Lan Qiren de visita en Lotus Pier sin anunciarse?

El discípulo asintió — Él se encuentra en el patio principal con una pequeña comitiva de discípulos...

Jiang Cheng no escuchó más y salió del "Salón de la Espada" para ir a dar encuentro al maestro Lan.

El hombre, ya de avanzada edad, se encontraba de pie en el patio principal, con un porte impecable y la misma mirada severa que Jiang Cheng recordaba de aquellos meses en los que fue su maestro.

— Maestro Lan — dijo Jiang Cheng al estar frente de él y saludar con cortesía.

Lan Qiren también saludó con cortesía, pues aunque Jiang Cheng era mucho más joven que él, seguía siendo el líder de una de las sectas más importantes.

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