Secrets

9. Golden eyes

Presente...

Por un momento, Jiang Cheng olvidó quien lo estaba acompañando en ese viaje y su emoción estar allí fue predominante. El discípulo principal lo recibió bastante conflictuado, pero Jiang Cheng sintió una briza de alivio cuando finalmente escuchó una voz que había deseado escuchar por mucho tiempo.

La hermosa joven corrió a los brazos de su padre y lo abrazó con tanta fuerza que él la correspondió enseguida. Lan Xichen estaba en silencio, intentando procesar lo que veía. De pronto muchas preguntas estaban en su cabeza y ninguna tenía respuesta. Llegar a una conclusión pronto sería imposible, así que lo único que pudo hacer fue escuchar y observar.

— Diē, ¿por qué tardaste tanto en venir? — preguntó la joven mientras ocultaba su rostro en el pecho de Jiang Cheng. Ella era demasiado orgullosa para que alguien la viera lagrimear y en ese momento el lugar estaba lleno de personas que habían salido a recibir al líder.

— A-Xiang,..lo siento — respondió mientras acariciaba su cabello.

Ella lloriqueó un poco más como una niña, a pesar de que ya tenía 15 años, e se forzó a sí misma a dejar los brazos de su padre. Solo entonces se dio cuenta que él no estaba solo. Al lado de su padre se encontraba de pie un hombre un poco más alto de túnicas muy elegantes. Se notaba que era un cultivador de alta categoría, pero lo que más le sorprendía a A-Xiang era que su padre llevara a alguien a esa residencia. Usualmente las visitas estaban prohibidas y muy pocas personas podían acceder a esa parte de la residencia.

Jiang Cheng notó que la mirada de su hija se enfocó en el jade y solo entonces recordó quién lo acompañaba. Se puso bastante nervioso y tuvo que hacer mucho esfuerzo para ladear el rostro y mirar al jade. ¿Qué expresión tendría? Jiang Cheng siempre había temido el momento en el que un Lan conociera ese secreto y allí estaba.

— Diē, ¿quién es él? — preguntó finalmente la joven.

Lan Xichen se adelantó e hizo una reverencia a la joven — Es un gusto conocerla señorita Jiang, soy el líder de la secta Gusu Lan, Lan Xichen.

Ella abrió sus ojos tanto que Jiang Cheng tuvo un poco de temor ante su reacción, pero A-Xiang sonrió ampliamente y respondió al saludo cortés de la misma manera — Zewu-jun, he leído acerca de su secta y también he escuchado su nombre — dijo ella orgullosa de sí misma.

— ¡¿Qué?! — preguntó indignado Jiang Cheng — Tú...por qué...

Ella contrajo los labios como si acabara de escapársele un secreto mientras Lan Xichen sonrió.

— El maestro nos dio clases de las sectas este año y aprendí todo de memoria — respondió ella de nuevo orgullosa de sí misma.

— Zewu-jun, usted es la primera persona que mi padre trae a visitarnos, deben ser muy cercanos — prosiguió la joven bastante contente de conocer finalmente a un amigo de su padre que venía del exterior de esa sociedad.

Jiang Cheng no pudo evitar sonrojarse un poco cuando escuchó las palabras de A-Xiang.

— Está en lo correcto, señorita Jiang, su padre y yo recientemente nos hemos hecho muy cercanos — respondió el jade con esa sonrisa de autosuficiencia que tanto le molestaba a Jiang Cheng — Pero nunca me dijo que tenía una hija — prosiguió en un tono más bajito mientras hablaba cerca del oído de Jiang Cheng.

A-Xiang no pudo escuchar, pero le parecía extraño que su padre soportara la cercanía de alguien de esa manera. De hecho, Jiang Cheng solo aceptaba el contacto físico con ella y con...

— ¿Dónde está tu tía? — preguntó Jiang Cheng alejándose del jade. Después de sentir la respiración del jade tan cerca le costaba pensar claramente — Y...