Secrets

10. The young masters Lan

Hace 16 años

— ¿Cuánto tiempo más piensas torturar al viejo? — preguntó Xue Yang.

Jin Guangyao sonrió y suspiró complacido por la escena que acababa de presenciar hace un rato — ¿Tortura? Él siempre vivió anhelando los placeres carnales, ¿por qué iba a negarle su última voluntad?

Xue Yang negó con la cabeza. No podía negar que nunca había conocido a otra persona que, como él, tuviera un sentido de humor tan retorcido.

— Bien, entonces supongo que no tienes otra misión para mí — dijo cambiando de tema. Hace tiempo que estaba al lado de Guangyao y ya empezaba a aburrirse de estar en ese escondite.

— ¿Tienes algún lugar más al que ir? — preguntó con interés.

— Podría decirse de sí... — respondió Xue Yang con una sonrisa cínica. Hace tiempo ya que deseaba buscar a Xiao Xingchen, pero era un secreto que nadie más que él conocía hasta ese momento.

— Bien, entonces solo te daré una última misión — afirmó Jin Guangyao — Necesito que lleves a alguien al Receso de las Nubes.

— ¿Estás loco? — preguntó como si tomara esa petición como una broma. Ambos sabían que él era un prófugo y llevar a alguien al Receso de las Nubes solo sería como entrar a la boca del lobo.

Jin Guangyao conservó esa seriedad que lo hacía ver escalofriante — No es necesario que te vean. Entregarás el paquete y eso es todo.

— ¿Paquete? Pensé que era alguien.

— No importa, ese alguien es del tamaño de un paquete...

En ese momento Xue Yang no entendió bien y no preguntó nada, pero cuando Jin Guangyao le mostró el pequeño bulto, no pudo evitar sorprenderse.

— ¿A quién se lo robaste? — fue lo primero que preguntó.

— A nadie, es mío — dijo observando al pequeño con un sonrisa agradable que no se sabía si era o no verdadera — Acaba de cumplir un año y ya no puedo conservarlo debido a mi matrimonio con Qin Su.

— ¿Tuyo?, ¿pero cómo?, ¿por qué quieres que lo lleve al Receso de las Nubes?... Ooohhh — ante tantas preguntas, al final Xue Yang ya no necesitó más respuestas, pues podía ir atando cabos y la mirada cómplice de Jin Guangyao lo confirmó.

— Estará más seguro allí que en Lanling, así que lo dejaré bajo la tutela de alguien en quien confío plenamente.

Xue Yang hizo una mueca de disgustó. No le gustaban para nada los bebés y de hecho ya se había negado en una oportunidad a buscar a un niño en el que Jin Guangyao también estaba interesado, pero eso había sido hace unos años atrás.

— ¿Por qué no envías a Su She? — preguntó Xue Yang — Él es más apto para este tipo de labores...— en realidad quería decir que Su She era el lambiscón que podría hacer todo lo que Jin Guangyao le ordenara. Además, ese idiota conocía el Receso de las Nubes como la palma de su mano.

— Su She te esperará en el Receso de las Nubes para recibir el paquete y se encargará personalmente de que llegué a las manos indicadas.

— Bien, supongo que no tengo escapatoria.

Jin Guangyao le entregó el niño dormido a Xue Yang — Nadie debe verte, creo que eso no lo tengo recalcar, ¿o sí?

— No te preocupes, puedo ser invisible si me lo propongo — afirmó y se llevó al pequeño, aunque no de muy buena gana.

Como Jin Guangyao prometió, Su She lo estaba esperando en las cercanías del Receso de las Nubes y recibió "el paquete" con más satisfacción de la que Xue Yang lo hizo. A pesar de que Su She ya no era un discípulo de élite de la secta, se había mantenido cerca por órdenes de Jin Guangyao, pues éste la había prometido muchas riquezas para que pudiera fundar su propio clan.