Cuidando a Shijie

Vinagre y frutas~ Parte 1

La vida en Yunmeng era definitivamente mejor que en los túmulos funerarios, las mujeres y hombres que no sabían de medicina trabajaban en la cocina, en la limpieza, o de jardineros. El resto ayudaba a Wen Qing en la nueva ala médica de la secta, donde también estaban sus habitaciones y las de Wen Ning. O cuidaban de A-Yuan y Yanli cuando Jiang Cheng y Wei Ying no podían hacerlo.

Jiang Cheng había ordenado que nadie tuviera permitido tocar a ningún Wen y así se hizo. Los discípulos respetaban a su líder y temían al patriarca de Yiling lo suficiente como para saber que no debían tentar a la suerte desobedeciendo.

Las transferencias de energía espiritual para Yanli se hacían regularmente en la mañana, a medio día y antes de enviarla a dormir. Un día lo hacía Jiang Cheng y al otro Wen Qing. Así evitaban agotar las reservas, aunque la pequeña realmente no gastaba mucha energía. Debido al alto número de heridos, Wen Qing sólo salía del ala médica para transferir su energía a Yanli y luego regresaba para tratar a los enfermos asistida por Wen Ning, que se había vuelto una especie de celebridad en el lugar. Los niños corrían a su alrededor y él pretendía perseguirlos lentamente para jugar con ellos.

A-Yuan, por su parte, pasaba la mayor parte del tiempo pegado a la pierna de su padre, colgado de esta como un koala. Cuando Wei Ying no podía estar con él debido a las obligaciones de discípulo principal que Jiang Cheng le había asignado desde que llegó, el pequeño y Yanli se quedaban dentro del Salón de la Espada con Wen Ning.

Yanli no tenía permitido salir de la mansión principal, ya que alguien podría reconocerla. Por lo que pasaba mucho tiempo con A-Yuan y Wen Ning o sola deambulando por los pasillos.

Los desayunos eran silenciosos, ya que Wei Ying aún estaba medio dormido cuando lo servían, y Jiang Cheng desayunaba en su oficina. Las charlas durante la cena eran otra cosa, Wei Ying siempre tenía algún comentario o sugerencia que hacer respecto a los entrenamientos de los discípulos, o traía a la memoria de Jiang Cheng anécdotas de su infancia y adolescencia. Los niños escuchaban en silencio, embelesados por el ambiente familiar de la habitación. Y en momentos muy serios, hacían alguna pregunta que sin querer aligeraba el ambiente y mantenía el flujo de la charla.

De vez en cuando, Wei Ying ponía más verduras en el plato de A-Yuan o limpiaba la carita de Yanli con un pañuelo cuando ella se ensuciaba. Y en esos momentos, Jiang Cheng no podía evitar mirarlo con devoción. Y Wei Ying le respondía con una sonrisa.

— Mañana recibiremos al primer líder que vendrá a evaluar que no hayas matado a nadie. -anunció Jiang Cheng cuando terminó su tazón de estofado.

— ¿A quién tendremos como primer candidato? -dijo Wei Ying con una media sonrisa traviesa.

— Lan Huan. -y después de inhalar y exhalar profundamente. — y Lan Wangji.

— Bien, me comportaré. Después de todo, Lan Zhan es un buen amigo. -sonrió mirando al líder. A Jiang Cheng no le agradó la forma en la que eso sonaba. — ¿crees que deba usar ropa diferente? Algo que diga, "no soy una amenaza demoníaca". -Y eso le sonó aún peor al líder Jiang. — Tal vez debería peinarme diferente también.

La ceja de Jiang Cheng comenzó a saltar en su rostro al ver lo interesado que Wei Ying estaba por impresionar a los Jades de Lan. Y un calor muy incómodo se alojó en su pecho al verlo apresurar a los niños a dormir.

— ¿Por qué la prisa?

— Hay muchísimo que hacer mañana, Jiang Cheng, tú también deberías ir a dormir, hay mucho que preparar. Tal vez debamos prepararles una habitación de invitados. El viaje desde Gusu es largo.

— Primero, yo ya me encargué de todos los preparativos para esta visita, enviaron la carta hace dos semanas. Y segundo, ¿desde cuando te interesa tanto impresionar a los Lan? Pareces una señorita que está siendo cortejada. Cálmate ¿quieres?