El Vino de sus labios

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Advertencia: el siguiente capítulo contiene material sexualmente explícito. Leer bajo su propio riesgo.

Mientras se dirigía al salón de la espada donde suponía que Jiang Cheng lo esperaba, un discípulo se acercó a él y le notificó que Jiang Cheng se había retirado a sus habitaciones y le esperaba. Wei Ying tragó saliva. Sabía perfectamente por qué, y lo peor era que no podía negar que le emocionaba. Agradeció al discípulo con una reverencia y se dirigió al pabellón personal de Jiang Cheng con el corazón latiendo como loco.

No le tomó mucho tiempo llegar, Jiang Cheng había tomado el pabellón que Jiang Fengmian había ocupado en vida y Wei Ying conocía ese camino de memoria gracias a todas las veces que acompañó a Jiang Cheng a ver a su padre trabajar. Cuando estuvo frente a la puerta, dudó un poco antes de tocar ligeramente tres veces con sus nudillos.

— Adelante. -respondió el líder desde adentro.

Sin decir nada, Wei Ying deslizó la puerta para abrirla, y la cerró detrás de él una vez estuvo dentro. Sus mejillas estaban furiosamente rojas, sus manos temblaban y podía sentir su respiración hacerse más difícil. Pero también sintió una emoción enorme crecer en él. La sola idea de tener a su amado Shidi presionando sobre él en la cama hacía que sus interiores se estremecieran y que cierta parte de su cuerpo se pusiera dura como una roca. Inconscientemente se mordió el labio inferior, y se quedó ahí apoyando la espalda en la puerta cerrada mientras Jiang Cheng le daba la espalda.

El líder de secta tampoco estaba en mejores condiciones, tener a Wei Ying entre sus brazos de nuevo después de tantos años despertó en él sentimientos que creyó haber enterrado cuando Wei Ying prefirió proteger a los Wen. Removió esas sensaciones que tuvo por primera vez aquella noche a los 12 años cuando se pusieron a experimentar y descubrió que no quería ser tocado de esa forma por nadie más que Wei Wuxian y que no podría aceptar que nadie más tocara a su Wei Ying de esa forma.

Se dió la vuelta y encontró la imagen más divina frente a él. Wei Ying estaba sonrojado, un poco encorvado hacia adelante, con las manos detrás de su espalda, y su labio inferior ligeramente rojo e hinchado. Ahogó un jadeo y se sentó frente a la mesita de té, luego ordenó con voz autoritaria. — Ven aquí.

Y como si su cuerpo actuara por sí solo, Wei Ying se separó de la puerta y se acercó a Jiang Cheng. Avanzó con la mirada baja hasta que estuvo cerca de la mesita y se arrodilló ante esta, quedando frente a frente. Una media sonrisa victoriosa se apoderó de los labios del líder, luego de años de ver un Wei Ying desvergonzado y dominante, tenerlo frente a él tan tímido y sumiso encendió un flama en su interior que rogaba por arder.

— No, aquí. -corrigió llamando la atención del otro y palmeando suavemente su regazo.

Los ojos de Wei Ying se abrieron aún más de la sorpresa mientras sus mejillas tomaban un tono de rojo aún más intenso. Sin embargo, obedeció poniéndose de pie y yendo a cumplir con los deseos de su líder de secta. Puso una pierna a cada lado de Jiang Cheng, haciendo un puchero al ver su sonrisa de satisfacción, puchero que fue reemplazado por una sonrisa cuando Jiang Cheng besó sus labios. Besos cortos y rápidos, uno tras otro, mientras las manos del líder deambulaban por la parte inferior de su cuerpo. En un momento Wei Ying logró deshacer el moño y las trenzas en su cabello, enterrando sus dedos en este. Recibiendo la misma acción de Jiang Cheng, que tiró del listón rojo de su cabello dejándolo caer libremente haciendo que se mezclara con el suyo.

— Necesito saber que esto no es sólo por el calor del momento, de verdad quiero esto, y quiero que tú lo desees tanto como yo. -Jiang Cheng se detuvo un momento.

Wei Ying tomó su rostro entre sus manos y besó sus labios antes de responder. — A-Cheng, tienes tus manos dentro de mi túnica, ¿crees que te dejaría tenerme en esta posición tan desvergonzada si yo no deseara esto tanto como tú? Ahora, bésame y empieza a quitarme la ropa como debiste hacer hace horas.

Cuidando a ShijieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora