Cuidando a Shijie

Avances

Un escalofrío recorrió la espalda de Wei Ying y Jiang Cheng al mismo tiempo. Rogaban a todos los dioses que solo fuera otra molesta carta de Madam Jin exigiendo respuesta de Yanli. Para su sorpresa, era una carta de Jin Guangyao. No era muy larga, de hecho era bastante breve y directa, simplemente pidiendo a Wei Ying y Jiang Cheng que se reunieran con él en Gusu en un par de días y que Lan Xichen ya estaba enterado de su próxima visita. Les enfatizaba encarecidamente que fuesen lo más discretos posibles y que de ser necesario, solo un par de discípulos de confianza lo sepan.

Ambos estaban confundidos, si bien Guangyao no había atacado directamente a Wei Ying como maestro del cultivo demoníaco, era hijo de Jin Guangshan, por lo tanto no era seguro que pudieran confiar en él. Sin embargo, si él estaba tan empeñado en reunirse secretamente con ellos en Gusu, debía haber una razón, especialmente si el Líder de la secta Lan estaba involucrado.

— Avisaré a Wen Qing y Wen Ning que saldremos esta noche a Yunping, les pediré que nos avisen si alguien se acerca a la secta. -Wei Ying no perdió tiempo, saltó fuera de la cama y se vistió rápidamente con sus negras túnicas exteriores.

— Un segundo, estás enfermo, tienes fiebre, muy seguramente hay espías de la secta Jin apostados en cada rincón alrededor de la secta y muy posiblemente incluso algunos de los nuevos discípulos lo sean, en cuando nos vean salir, enviarán una notificación a Lanling y Jin Guangshan entrará aquí como si fuera su casa a buscar el amuleto del tigre. - Jiang Cheng le interrumpió frotando los antebrazos ajenos para reconfortar a su prometido. — Yo también estoy desesperado por encontrar a A-Yuan, pero tenemos que recordar que los ojos de todos están sobre nosotros, y cualquier error puede costarte la vida. Y a él también.

Suavemente lo envolvió entre sus brazos, sintiendo como el otro rodeaba su torso con los suyos. Y ocultaba su rostro en su pecho, emitiendo un sonido de frustración.

— Estará bien, es un niño fuerte, sobrevivió al campo de prisioneros de los Jin, y después a los Túmulos Funerarios, unos días con un cadáver no serán mucho.

— ¿Cadáver? -Wei Ying se apartó un poco para mirar a Jiang Cheng con la intriga plasmada en el rostro.

— ¿Crees que voy a dejar ileso al imbécil que secuestró a nuestro hijo?

"Nuestro hijo" repitió mentalmente Wei Ying mientras sentía como todo su cuerpo temblaba y se estremecía. Las dos simples palabras desbocaron su corazón, y por un momento sus piernas flaquearon, haciendo que se aferrara a la espalda del Líder apretando la túnica púrpura en sus puños.

— Joder, A-Cheng, estoy preocupado por A-Yuan, pero no me puedo contener cuando eres así de dominante.

— Wei Wuxian... controla... tus impulsos... desvergonzado... -fingió protestar Jiang Cheng entre los besos que el mayor arrancaba de sus labios.

Su sesión de besos se vió interrumpida por unos golpecitos en la puerta de la habitación, esta se abrió lentamente dejando ver a una pequeña con túnicas lilas y ojitos llenos de lágrimas aguantando el llanto. Ambos adultos se acercaron a ella preocupados, tomándola en brazos.

— ¿Qué tienes, A-Li?

— ¿Estás bien?

Enterrando su carita en el hombro de Wei Ying, y provocando que Jiang Cheng los abrace a ambos, la pequeña dejó escapar el llanto. Con la obvia excepción de la muerte de sus padres, ellos nunca habían visto a Yanli llorar, ni siquiera cuando era adulta, por lo que verla derramar lágrimas siendo tan pequeña les partió el corazón. Jiang Cheng cerró la puerta de la recámara mientras Wei Ying le acariciaba la espalda a la pequeña y tarareaba para ella, logrando que su desgarrador llanto se volviera un simple hipido. Ambos se sentaron en la cama con Yanli aún en brazos de Wei Ying y esperaron a que se calmara. Finalmente, cuando los sollozos cesaron, decidieron preguntarle qué le pasaba.

— A-Li, ¿quieres contarnos por qué lloras? -intentó Jiang Cheng con voz cariñosa, pero firme.

La pequeña se sentó en medio de los dos, y antes de que pudiera limpiarse las lágrimas, las manos tiernas de ambos ya se encargaban de eso, acariciando tiernamente sus mejillas.

— Tuve un sueño feo. -murmuró apenas para que Wei Ying y Jiang Cheng la escucharan. — Todo el muelle estaba destruido, y había polvo negro por todos lados. Olía muy mal, como una fogata pero con carne quemada. Y A-Die y A-Niang no estaban.

— Tranquila, solo fue un sueño. -la consoló Wei Ying.

Ambos se miraron, era más que obvio que los recuerdos de su versión adulta estaban comenzando a regresar a su memoria.

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Jin Guangyao llegó a Gusu cerca de la media noche, y aunque las reglas de la secta Lan prohibían estar fuera de la cama a esa hora, el líder, Lan Xichen ya lo esperaba en la entrada de Receso en la Nube junto al muro de reglas, acompañado de dos discípulos.

— Er-ge, lamento mucho molestarte a estas horas pero no hay tiempo que perder. -susurró el más bajo con una expresión preocupada en el rostro.

— A-Yao, sabes que si algo te preocupa es importante para mí también. Ven, entremos y puedes contármelo todo.

— Nunca pensé que diría algo como esto, pero... mi padre es un monstruo.

El ceño de Lan Xichen se frunció en una mueca de confusión antes de responder. — A-Yao, sé que tu padre puede ser difícil de tratar, pero no creo que...

— Secuestró a un pequeño, de 4 años, para chantajear a Wei Wuxian y convencerlo de entregar el amuleto del Tigre Estigio. -interrumpió Guangyao con la desesperación palpable en su voz.

Un escalofrío recorrió la espalda de Lan Xichen mientras sus ojos se abrían por la sorpresa, se dió vuelta para mirar a los discípulos que le acompañaban y les ordenó — Despierten a Wangji y a mi Tío. Díganles que me vean en el Hanshi. -regresó su atención a Guangyao y le indicó que lo siguiera. Por primera vez, rompería una promesa, pero esperaba que Wei Wuxian entendiera sus razones.

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Para Yanli había sido increíblemente sencillo volver a dormir luego de haberse desahogado con los que ella ahora consideraba sus padres, y ninguno de los dos había tenido corazón para llevarla a dormir sola en ésa habitación enorme, por lo que simplemente la acomodaron en la cama en medio de ambos. Y como ninguno podía conciliar el sueño, se limitaron a mirar con adoración a la pequeña que dormía plácidamente.

— A pesar de sus problemas, mis padres hicieron un gran trabajo con ella.

— Contigo también. Tío Jiang y Madam Yu cometieron muchos errores, pero a pesar de todo, te convertiste en un gran Líder. -la mano que Wei Ying tenía sobre Yanli fue a dar a la mejilla de Jiang Cheng en una suave caricia.

— No lo habría hecho sin ti. -Jiang Cheng colocó su mano sobre la de Wei Ying y besó la palma ajena antes de que ambas manos fueran colocadas en su pecho. Acción que le provocó un ligero sonrojo al mayor.

— Claro que sí, lo hiciste por los tres meses que estuve en los Túmulos Funerarios aprendiendo cultivo demoníaco, levantaste la secta tú solo, la protegiste de mis errores cuando me fui con los Wen, y después nos trajiste a todos de vuelta.

— Es tarde, tratemos de dormir un poco.

Y así, con Yanli en medio, ambos se acomodaron para dormir.

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Banda, volví, con fluff.

No se me ocurría mucho para escribir pero tampoco quería dejar el fanfic estancado. Así que les traje relleno. 

Muchísimas gracias por leerme, el fanfic ya pasó de las dos mil lecturas. :,) 

Nos leemos el próximo capítulo.