Holiss mis lectoras!!!
Por favor no me maten.
Empecé la escuela, muy a mi pesar, y tuve que reacomodar todos mis horarios. Deberían dejar nueve meses de vacaciones y tres de clases (aunque de todas formas no me gustaría).
Bueno, sin más demoras aquí les dejo el capítulo. Lean la nota al final, es importante.
******
Todo a mí alrededor era blanco. No había nadie, no se escuchaba nada y no se veía nada más allá del blanco. Lo último que recordaba era haber estado en una mansión abandonada, pero no entendía porque estaba en un lugar como este.
¿Acaso estoy muerta?
Era joven para morir, solo tenía diecisiete años. El blanco a mí alrededor empezaba a nublarme la mente y volvía mis recuerdos borrosos. Luego de lo que para mí fue una eternidad comencé a desesperarme. Grité pidiendo ayudo, pero solo logré empeorar mi situación al darme cuenta que ningún sonido salía de mis labios. Sentí un miedo tan profundo que llegó hasta mi s huesos y me hizo pensar que si no estaba muerta ya pronto lo estaría.
Cerré mis ojos con fuerza intentando alejarme de todo esto, de despertar. Luego otra idea cruzó por mi mente. Muchas veces en mi vida me había planteado la posibilidad de abandonar el mundo cruel que conocía, el mismo mundo que me había arrebatado todo. Y por un momento me dejé llevar por ese color blanco tan intenso, me dejé ser arrastrada por la fuerza misteriosa que me susurraba que yo había terminado, que ya había hecho todo a mi alcance en ese nudo y que era hora de irme a un lugar mejor. Y creí en esas tentadoras palabras.
Aún con los ojos cerrados me recosté en el piso y, mientras me entregaba a esa fuerza sobre natural, comencé a pensar en todas las cosas que había vivido, todo lo que había sufrido, todo lo que me había divertido. Me alegró mucho ver a mi madre y a mi padre en muchos de esos recuerdos. Alicia también aparecía, a veces la veía corriendo por el campo y aprendiendo a caminar o jugando con Jeremías y…
Sentí como mi corazón se aceleró y mi pulso aumentaba. Gabriel. Todos los recuerdo que tenía de Gabriel me producían una extraña sensación, cada vez que lo veía mu cuerpo hormigueaba en diferentes partes. Recordé cuando me había caído del caballo la primera vez que anduve solo a caballo.
Mi padre me había dicho que al día siguiente me enseñaría, pero estaba tan ansiosa por aprender que le pedí a Gabriel que me acompañara esa misma tarde. No había logrado subirme del todo cuando el caballo de un solo movimiento me tiró. Me había raspado ambas rodillas y me ardían mucho. Gabriel había estado al segundo a mi lado, miró mis rodillas y se rió por lo bajo.
-¿Por qué te ríes?-le pregunté molesta-Me duele
-Eso te pasa por ansiosa-sonrió burlonamente-Si hubieras esperado, no te hubiera pasado nada.
-Los amigos te ayudan, no te molestan-me quejé aún sentada en el piso.
-Es verdad-dijo el pensativo, luego me miró y sonrió-Te ayudan a mejorar. Y como yo soy un muy buen amigo te digo que aprendas a esperar. Además si los amigos te molestan es porque te quieren, sino no se molestarían en hacer enojar.
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De magia, amor y pérdidas I
FantasyUn mundo controlado por la magia. Un año después del trágico accidente, Rocío intenta olvidar todo lo relacionado con eso. Intente rehacer su vida. Con otro nombre, trabaja de sirvienta para una familia poderosa. Pero durante una fiesta en la mansió...