-Bien-dijo Ricardo-Vamos a empezar. Espero no hacerte mucho daño.
-No se contenga-sonreí con malicia.
Su espada vino hacia mí y la bloquee. Con fuerza saqué la espada y di un golpe por la derecha, pero en el último minuto la giré a la izquierda. La mano de Ricardo se adelantó a retener el golpe y aproveché ese momento para golpear su muñeca con la empuñadura de la espada. Su arma cayó.
Él me miró mal. Me agaché y recogí la espada.
-¿Te parece dos de tres?-le pregunté con una sonrisa y le devolví la espada.
No volvió a cometer ese error. Ni ningún otro.
********
A estas alturas, ambos estábamos agotados, sedientos y doloridos. Hacía media hora que estábamos luchando espada contra espada. Yo no iba a parar, y Ricardo tampoco. Si no fuese por Gabriel, hubiésemos estado luchando todo el día.
-Creo que ya fue suficiente-dijo Gabriel mirando a su padre.
-Puede ser-dijo Ricardo y bajó el arma.
Yo hice lo mismo y Zeke me acercó un vaso con agua. Pero antes de que pudiera agarrarlo, por el rabillo del ojo vi un cuerpo que se estaba abalanzando sobre mí. Con el tiempo justo, logré correrme y poner el pie para que se tropezara. Ya en el suelo, me senté sobre él.
Ricardo tosió y se retorció debajo de mí. Y como soy un peso ligero, no tuvo problema en levantarse y tirarme a mí.
-Está bien-dijo recuperando la respiración- Tu ganas, Gabriel. Creo que puede defenderse.
Yo resoplé y me acosté en el piso. Nunca iba a dar el brazo a torcer, menos con alguien a quien no conoce, o supone no conocer. Vi una mano que se acercó a mí. Tomé la mano de Ricardo y este me palmeo la espalda. Lo miré extrañada, era raro que el tuviera gestos amistosos ante una persona desconocida. Eso me generó miedo. ¿Me había reconocido?
-Peleas muy bien-dijo en forma de cumplido-Me hiciste recordar lo que es luchar con alguien que sabe-me sonrió y se acercó a Gabriel.
Le dijo algo en el oído pero de todas formas lo escuché.
-Ya entiendo por qué la elegiste-le apretó suavemente el hombro-Se parece a ella.
Esas palabras me produjeron un nudo en la garganta. No me gustaba pensar en que ellos podrían haber sufrido por mi supuesta muerte o que todavía seguían sufriendo. Pero era demasiado cobarde para dar la cara. Agradecía que Gabriel no me presionara con respecto a eso.
-Al parecer obtuviste lo que querías-le dije riendo-¿Estás contento?
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De magia, amor y pérdidas I
FantasyUn mundo controlado por la magia. Un año después del trágico accidente, Rocío intenta olvidar todo lo relacionado con eso. Intente rehacer su vida. Con otro nombre, trabaja de sirvienta para una familia poderosa. Pero durante una fiesta en la mansió...