Hilo rojo, líneas negras. // Miku Nakano x OC.

Conflicto

Tras aquella conversación habían tomado un taxi, Shiro había esperado a que Miku se calmase un poco mientras iban en camino ella se durmió en su hombro — Shiro... —

Shiro pasó su mano por el hombro de Miku para que se apoyara — Duerme tranquila, yo te aviso cuando lleguemos —.

El conductor los miró por el espejo — ¿Tuvieron una pelea con la señorita? —

Shiro miró al conductor — ¿Eso afectaría en el algo el viaje? —

El hombre enfocó su mirada en el camino — Lo lamento señor —.

Continuaron el viaje en silencio, Shiro había comenzado a pensar en lo que dijo Miku. De pronto vino a el un recuerdo de hace tiempo.

Un grupo de chicos golpeados en el suelo frente a una sola persona — Espero que les quede bien claro con quien se están metiendo —. 

— ¿Otra vez estás peleando Shoichi? — Un joven Shiro había llegado, llevaba un Kimono azul, su cabello era de color negro — Mira como quedaron estos chicos —.

Shoichi quien  estaba vestido con un pantalón negro y una camisa blanca sucia, tenía la piel blanca, el cabello negro y largo que le llagaba a los hombros, sus nudillos estaban cubiertos de sangre — Otra vez intentaron meterse con Miharu, uno de mis propios amigos intentó aprovecharse de ella, era obvio que no me iba a quedar de brazos cruzados —.

Shiro suspiró pesadamente — ¿Y era necesario llegar a tales extremos? —

Shoichi sonrió — Cuando alguien importante para ti se encuentra en peligro debes protegerlo a toda costa, si no lo logras dialogando, hazlo peleando, sobre todo con cobardes como estos que solo saben pelear en grupo —. Dijo extendiendo su puño manchado con sangre que salía de sus nudillos.

Shiro sacó una botella transparente y unas vendas — Idiota, mira como quedaron tus manos, papá se va a poner furioso otra vez contigo —. Mojó un pañuelo y comenzó a limpiar las heridas — ¿Taniguchi - San se encuentra bien? —

Shoichi hizo una mueca de dolor — Ella está bien, alcancé a llegar a tiempo, la dejé en su casa ya que debía ir al hospital —. Trató de quitar las manos — Duele duele, estás siendo muy brusco —.

Shiro mantuvo la mano de Shoichi retenida — Te aguantas, debo dejar todo limpio para vendarlas, que papá no vea esto o me va a matar a mi también por cubrir otra de tus peleas —. Terminó de limpiar las heridas y de vendar las manos de su hermano — Ve con Taniguchi - San, yo debo ir ahora al dojo a entrenar —.

Shoichi revolvió el cabello de su hermano con una sonrisa — Deberías dejar de seguir todo lo que ordenan nuestros padres, no quiero que te vuelvas un molde de nuestra familia, me gusta verte sonreír, me gusta cuando actúas como un chico de tu edad, no pierdas esa esencia —. Se acercó a un chico de cabello rubio que estaba en el suelo con las mejillas hinchadas debido a la paliza y puso su pie en la cabeza — Si quieres un buen consejo hermanito pequeño es que debes escoger bien a tus cercanos, muchos se te acercarán como este de aquí, pero debes saber ver a través de las hienas como estas, bye bye enano —. Dijo marchándose.

Shiro había despertado, aún faltaba medio camino — ¿Escoger bien a mis cercanos eh...? Tenías toda la razón, Aniki* —. Miku aún seguía dormida en su hombro, acarició el cabello suavemente — ¿Por qué tengo el presentimiento de que tu vas abrirte paso en mi vida quiera o no? — Preguntó en voz baja, el rostro de Miku lucía tan plácido durmiendo en el hombro de Shiro.