Lealtad.

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Shiro estaba profundamente dormido, aún sentía su pecho pesado cosa que vino acompañado de un recuerdo desagradable — ¡Detente, lo vas a matar si sigues así! — Era la voz de un hombre.

El sonido desagradable de los puños chocando con el rostro de alguien inundó los oídos de Shiro — No quiero volver a saber de ti, la próxima vez que intentes algo te juro que no me detendré, no me importan las consecuencias —. El recuerdo se hizo cada vez más claro, la persona que estaba siendo golpeada era el hermano mayor de Shiro, Ichimaru — Me marcharé de este lugar, si intentas hacerle algo a cualquiera de ellos volveré, en lo que a mí respecta ya no tengo nada que ver con esta familia, hagan lo que quieran con todo este lugar. Las dos personas que significaban algo para mí murieron, ustedes no son más que mierda seca —. Dijo mientras se ponía de pie, su rostro tenía muchas heridas, sus manos estaban cubiertas de sangre, el recuerdo al fin se estaba haciendo cada vez más nítido, había un grupo de hombres tendidos en el suelo inconscientes, uno de ellos con la nariz empapada de sangre. Detrás de él estaba Dino, Eri y dos personas más.

El hombre que había intentado detener a Shiro al fin mostró la cara, era un hombre gordo que llevaba un kimono gris — ¡Mira el desastre que causaste! ¡No creas que nos vamos a quedar de brazos cruzados después de lo... — El hombre fue silenciado con un solo golpe en el rostro — ¡Maldito mocoso! 

Shiro le pisó el pecho aplastándolo — Será mejor que cierres la boca, tú eres igual de culpable que Ichimaru, la única razón por la que te dejé de una pieza es porque quiero que firmes el maldito papel, de no ser por ello te habría roto los dedos apenas puse un pie en este lugar —.

El hombre palideció — No creas... 

Firma... — La voz de Ichimaru se escuchaba completamente débil, escupió para botar la sangre de su boca — Ya tuve suficiente, nosotros perdimos —.

Aquella respiración agitada se escuchaba una y otra vez, otro recuerdo surgió, un pasillo largo de hospital, un hombre furioso con sus ojos llenos de lágrimas, una mujer que estaba tratando de detenerlo — ¿Qué haces aquí? vienes otra vez a causar más dolor a mi familia ¡Largo! 

La mujer estaba haciendo su mejor esfuerzo para detenerlo — Cariño... 

Shiro se puso de pie y le entregó el papel — Aquí tiene... con esto Miharu - San estará a salvo —. Al entregarle el papel, aún con sus heridas se postró en el suelo tocando su frente con el mismo — Lamento... de todo corazón lo ocasionado por mi familia, le ruego disculpe el daño que le han causado a su hija, así como también no culpe a mi hermano Shoichi por lo sucedido, él no sabía lo que iba a ocurrir, entregué un testimonio completo a la policía. Es todo lo que puedo hacer por ustedes, lo más probable es que yo no esté para ver a su hija despertar por lo que no podré disculparme con ella. Taniguchi - San, le pido que por favor no deje que su orgullo le cueste la vida a su hija, acepte por favor la operación para que al menos ella se pueda salvar —.

Un llanto se escuchó en aquel pasillo — Mi hija no merecía lo que le ocurrió, le dije que no iba a haber nada bueno al involucrarse con ustedes, pero ella... —. No fue capaz de terminar — Márchate por favor, no quiero volver a ver tu rostro, no te acerques a nuestra familia nunca más —.

Shiro había despertado, sentía que le faltaba el aire, así como que su garganta le ardía — Me dormí... — Se puso de pie y salió en dirección al comedor para toparse con una visita — Dino... lamento haberme dormido ¿Llegaste hace mucho? — Ni si quiera tenía su celular para comprobar.

Dino sonrió — Descuida, llegué hace como 20 minutos, Eri fue a comprar con tu novia para hacer la cena, no quisieron que yo fuera —.

Shiro se estiró — Ya veo... acabo de mostrarle mi lado patético a Miku, sin contar que tuve un sueño de aquella vez —.

Hilo rojo, líneas negras. // Miku Nakano x OC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora