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Los mas fuertes se encontraban en una mision de rango B, afueras de tokio, en un lugar abandonado, la pareja de hechiceros estaba intentando matar todas las maldiciones posibles sin dañar a un grupo de adolescentes que eran reenes de las maldiciones.
—encargate de la mas grande, yo vigilare que ninguna de ellas lastime a los mocosos. —Getō fue el primero en improvisar, dejando en cargo a gojō de las maldiciones y asi el cuidar a los estudiantes.
Mientras gojō luchaba con las maldiciones, getō rescataba a los estudiantes, cuando ya quedaban pocas, el pelinegro ya habia dejado a los estudiantes en sus respectivos salones, estaba esperando que su novio llegara para poder dar el informe de la mision y asi pasar el rato juntos.
—Tardaste, satoru. — el albino queria tomar de sorpresa a su novio —ow suguru, arruinaste mi sorpresa. —Getō se levanta con la ayuda de su albino, listos para ir a casa.
—sabes que conmigo, tus sorpresas no funcionan, volvamos tenemos que dar el reporte de la mision.
Y teletransportandose llegan a la entrada de la escuela de hechiceria, siendo recibidos por el director Yaga, el ultimo nombrado sostenía a un panda mientras en su otro brazo acariciaba la cabeza de un pequeño pelinegro de hermosas pestañas y cara de molestia.
—¿Cómo te portaste, cariño? ¿Fuiste obediente con el abuelo Yaga? —el pelinegro se arrodilla hablandole paternalmente al pequeño pelinegro, Gojō miraba desde lejos esa hermosa escena.
—Si pero Panda dijo que Gojō esta loco, eso es vedad, pero solo papi Getō le puede decir loco. —El pequeño pelinegro suena indignado y sacandole la lengua a un panda dormido se levanta para que uno de sus padres lo cargue.
El albino a lo lejos rie por las ocurrencias de su hijo adoptivo —Si gummi, solo yo puedo decir que tu papá esta loco, vamonos cariño. —A lo lejos se escucha un hey proveniente del albino —Despidete del abuelo Yaga, megumi.
El pequeño se despide moviendo su pequeña manita —bye-bye abu yag. —se agarra mas fuerte al brazo de Getō sacandole la lengua a panda.
Todos los dias son lo mismo, Getō y Gojō en una mision, el director Yaga se hace cargo de Megumi, panda y megumi son amigos pero pasan peleando mucho. El pequeño pelinegro se ha encariñado mucho con el novio de su ahora padre-adoptivo, la paternidad a Gojō le a asentado muy bien en palabras de shoko.
—Satoru, tenemos hambre, pasamos por un KFC? —los dos pelinegros le dan una mirada de cachorro que el albino no puede resistir.
—Claro, amores. —el no se puede negar nada que sus pelinegros pidan, los quiere mucho y quiere que ambos sean felices porqué mientras ellos sean felices, el tambien lo sera.
