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Las gemelas habian quedado ha cargo de la tia Shoko mientras sus padres estaban en una mision, las pequeñas presentian que algo malo habia pasado porque no tenian permitido salir de la habitacion. La tía Shoko habia sido llamada para resolver un asunto y ellas debian esperarla y no salir de la habitación, cosa que obviamente desobedecieron.
Aprovechando la oportunidad salieron del pabellon rumbo a la sala medica, gracias a que estaban en la academia y su papá Gojō las habia llevado muchas veces, ellas conocian perfectamente el lugar.
Abriendo las puertas entran ruidosamente, y sorpresa, Los adultos estaban ahi —¡Papi! —gritan ambas al ver a su papi Getō acostado en una camilla siendo atentido por su tía.
Los padres voltean a ver a las pequeñas intrusas, siendo sorprendidos de verlas en ese lugar —C-como entraron a este lugar, Satoru llevatelas, por favor. —
—¡no! No nos iremos de aqui, papi esta lastimado. —las pequeñas Gojōs estaban a punto de llorar al ver a su papi en ese estado.
Gojō se agacha y carga a ambas susurrando palabras comfortantes las saca de la sala medica para que atendieran correctamente a Suguru.
—Mimiko, Nanako, Suguru estara bien, la tia Shoko lo esta atendiendo, solo son unas simples heridas en unos minutos estara como nuevo, no hay nada de que preocuparse, okay? —las gemelas escuchan las palabras del mayor atentamente.
—¡Okay papá! —dicen ambas al mismo tiempo. Su papi estara bien, ellas lo saben.
Después de todo sus papis les dijieron que ellos son las mas fuertes. Cómo esos superheroes de la televisión, ellas creen todo lo que sus papis les dicen, entonces él estará bien, si él esta bien ellas estaran bien.
