Géminis daba vueltas en la habitación mientras miraba al niño sentado en la cama. ¿Era normal sentirse tan nervioso? No, al menos no en él, siempre estaba seguro de lo que hacía o debía hacer, pero esta vez tenía un miedo aterrador, sentía que su cuerpo se desmoronaria en cualquier momento.
– Luke, ¿Me veo bien?- pregunta el castaño al pequeño niño.
– Por sexta vez, si.
– Hey no seas frío, no sabes cómo se siente estar en esta situación.
– Leo y Sagitario de seguro se burlarán por verte así.
– ¡No invoques a los diablos!.
Géminis suspira y se arregla la corbata por tercera vez, aunque en realidad eran los nervios los que lo ponían a hacer este tipo de estupideces. Cuando sintió la puerta abrirse casi le da un ataque de pánico. Notó a Tauro con un chocolate en la mano el cual se comía con evidentes intenciones de comerlo sin compartir. Al toro notar a su novio se acerca con una sonrisa.
– Gem, ¿Estás bien cariño?- pregunta Tauro con algo de preocupación al ver el estado en que se encontraba Géminis.
– No, pero decidí hacer esto así que lo haré. Tauro Dusk hemos sido pareja desde el colegio. Hemos pasado momentos tanto buenos como malos, pero los hemos superado juntos, actualmente no tengo justificación como para seguir retrasando esto- El castaño se arrodilló, sacando del bolsillo del pantalón una caja negra, la cual abrió dejando ver dos anillos– ¿Tauro quieres casarte conmigo y adoptar a Luke?.
Tauro se había quedado estático sin saber que hacer o decir, lo que menos se había esperado era que su pareja la cual rechazaba desde hace tiempo la idea casarce con él, ahora se encontraba arrodillado escuchando la pregunta que tanto hacíaba escuchar.
– Yo creo que no es el mejor momento- dijo el toro, Géminis puso cara de decepción.
– Ya veo...- se iba a levantar pero Tauro le cayó encima mientras reía.
– Claro que si chico bobo.
Luke aplaudía como buen expertador que era, aunque también se lanzó al abrazo de ambos chicos, había perdido a sus padres aunque recién los conocía ya que él es huérfano, así que más su llanto del principio era por el susto que por dolor de perdida. Ahora el niño es feliz con esos chicos que lo acogieron y sabía que lo iban a querer.
***
El ambiente en aquella habitación era algo melancólico y tenso. Leo había decidido contarle la verdad a Aries, quien al escuchar la verdadera historia del rubio sintió como su pecho se rompía de solo pensar todo el abuso que recibió el rubio.– Soy un mosntruo- comento el pelirrojo sorprendiendo a Leo– ¿Por qué sigues a mi lado? Te hice mucho daño tanto físico como mental. He dañado a la persona que más quiero.
– No digas esas cosas. Es verdad que me hicistes daño pero también sé que tienes varios problemas también.
Leo se levanta para abrazar a Aries, le sonreía intentando reconfortarlo, aunque lo que lograba era dañar cada vez más a él pelirrojo, de solo pensar que por su culpa muchas veces esa enorme sonrisa orgullosa se han opacado por su actitud egoísta y poco amistosa. Que seguro sus ojos se llenaban de lágrima cada vez que lo rechazaba. Todo esos pensamientos hacían que Aries solo quisiera golpearse a él mismo.
– No te merezco. No debería ni estar aquí. Por mi culpa llorastes y dejastes de sonreír muchas veces.
– No llores- Aries al escuchar eso notó en ese instante que lloraba, por culpa de solo pensar en lo malo que había sido– Si te lo cuento todo es porque quiero iniciar de cero. Quiero volver a Italia pero contigo y no como mi amigo.
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Misterio en Dubai
Подростковая литература¿Acaso tenían algún tipo de maldición?, esa es la pregunta que se repetían los chicos una y otra vez sin creer que volverían a pasar lo mismo de su adolescencia. Pero con la diferencia de que sería en un hotel bajo del mar. No eran los mismo o quizá...