Misterio en Dubai

Cap 12

Salir en la noche no era la mejor idea, pero vivir encerrado en la habitación con la persona que no te ha matado de milagro es otra mala idea. O por lo menos así pensaba Leo. Él rubio había tenido aquel sueño extraño de nuevo, caía por un pozo profundo, oscuro, quizás sin fin. Los recuerdos lo atormetaban junto a las palabras hirientes de Aries.

Su sonrisa no era más que una máscara la cual ocultaba el dolor en su pecho, esa soledad que sentía desde que salió de aquella escuela del terror. Extrañaba sus discusiones tontas con Aries, para ser más exactos. Extrañaba al pelirrojo.

– No eres más que una prostituta- escucho una voz lejana, lo tensó y detuvo su caminar.

¿Ya se estaba volviendo loco? Escuchando voces por los pasillos. Las luces se encendían y se apagaban haciendo el momento más tétrico de lo que era. Cuando las luces se apagaron el corrió, no sabía a dónde, pero corrió. Al final de uno de los pasillos se encendió un luz y apareció el director. Aquel cruel hombre que los juzgo tres años seguidos y luego buscó su muerte.

– ¡¿QUE QUIERES?!- grito Leo en un acto de desesperación– ¿Que te hicimos para merecer esta tortura?.

Solo escuchó la risa siniestra de aquel hombre, las lágrimas corrían por las mejillas del rubio, tenía miedo. Tenía miedo de sufrir lo mismo que sufrió aquel que fue una vez su mejor amigo. La deba terror pensar que lo secuestrarian y lo llevarían al borde de la locura como hicieron con Cáncer.

– DÉJANOS EN PAZ.... DÉJAME EN PAZ!!!.

El hombre empezó a caminar hacia el rubio, sus piernas se volvían gelatina, no podía moverse el temor no le dejaba. Cuando vio a solo unos pasos a él director cerró los ojos esperando que pasará lo que tuviera que pasar. Vio correr sus momentos felices en ese momento justo cuando sintió una presión.

En otro lugar, para ser exactos en el bar de aquel hotel, se encontraba una mujer de cabellos color escarlata, bebiendo un whisky. Miraba el reloj por quinta vez hasta que sintió un pasos, ni se inmutó y dejó que la persona se sentará a su lado, esta persona jugaba con un cubo rubik.

– Si estás tan calmada es porque ya sabes todo, ¿No?.- hablo el hombre.

– Una pequeña mafia, quienes tenían a sus hijos en la escuela Saturno, nadie conocía que esos siete adolescente eran sus hijos. Sufrieron bullying por los que aquella vez eran el distrito Fuego. Los siete chicos, tomaron venganza contra sus propios acosadores haciéndolos desaparecer. Una noche en el árbol del centro de la escuela, aparecieron cinco chicos, uno de cada distrito y dos eran del distrito Fuego. Y junto a ellos, siete jóvenes colgados. Un caso el cual no se pudo concluir porque no se encontraron los asesinos.

Angela termina su bebida y se gira para ver al hombre a su lado. Se notaba que a pesar de actuar indiferente le afectaba lo dicho por la mujer quien no quitaba su rostro serio.

– El motivo por el cual nunca se encontraron los asesinos, fue porque estos se habían suicidado. Los padres no pudieron soportar el dolor de perder a sus hijos, así que empezaron a trabajar en la escuela, jurando venganza, pero al notar que fue suicidio. Ya era demasiado tarde, habían matado a doce jóvenes inocentes. Pero no sé detuvieron y al final inventaron los tales dirigentes, tres por cada distrito. Esos chicos estaban condenados desde el principio.

Angela se levanta para ir caminando hasta la otra puerta del bar la cual estaba cerrada, se colocó a un lado de esta acomodándose para luego volver a verlo.

– Su sed de sangre y venganza no había acabado. Además se había convertido en un juego matar a doce chicos, que los mismos estudiantes elegirían. Pero está vez, estos chicos adelantaron sus planes, se juntaron y empezaron a descubrir todo. Se vieron en pánico y empezaron a improvisar, saliéndoles mal todo. Hasta que fueron descubiertos y encarcelados, así que esto más que un juego se volvió su obsesión y su venganza. Pero le tengo una noticia señor Sebastián... Usted y sus compañeros volverán a prisión.

El hombre se levantó dejando el cubo rubik a un lado y le apuntaba con la pistola a la mujer quien no se inmutaba, la puerta a su lado se abrió dejando ver a policías de la Interpol. Sebastián iba a uir por la otra puerta pero notó que también habían oficiales por ahí y se vio arrinconado. Por el radio de uno de los oficiales se escuchó una información.

– Hemos atrapado a otro, el sebo está sano y salvo. Todo salió según lo planeado.

Angela suspiró de alivio, ahora había un problema, faltaban dos integrantes más de ellos. Solo habían ganado la mitad del juego, los chicos seguían en peligro. Pero habían ganado al menos la primera parte.

A la mañana siguiente todos se reunieron en la oficina de Ofiuco. Algunos confundidos por lo repentino de esta. Otros medios dormidos por culpa de dormir hasta tarde y otros literalmente dormidos.

– Buenos días- dijo Ofiuco con una sonrisa viendo a sus amigos– Virgo despierta a tu hermano y a Sagitario.

Virgo cogió el periódico que tenía a su lado y lo enrolla, para luego golpear a los que seguían dormidos. Tauro inmediatamente se despertó quejándose mientras que el arquero gritó algo sin lógica y puso pose de karateka. Todos en la sala rieron, para luego quedarse callados al ver que las puertas se abrían dando paso a Angela y detrás de ella a dos de los cuatro causantes de su sufriendo.

– ¿Que hacen ellos aquí?- pregunta Capricornio, levantándose de su asiento bruscamente– ¿Estás con ellos Angela?.

– Cálmate Capri, es imposible. Ella está de nuestro lado, además están esposados, deja los impulsos. El impulsivo es Aries, no tú- regaño Libra.

– Como dice el pequeño Libra. He atrapado a la mitad de los HADES. No me malinterpreten y piensen que he traído sus propias pesadillas para que lo saluden. Les vine a enseñar que hay dos menos y van directo a prisión, se les hará un juicio, pero eso es como el papeleo sin importancia.

– ¿Puedo hacer algo antes?- pregunta Acuario, todos se quedaron en silencio y Angela asiente.

Él rubio se levantó de su asiento y fue hacia su antiguo director, lo miró y sin pensarlo mucho lo golpeó con todas sus fuerzas en la cara, mirándolo con asco y odio.

– Eso fue por tocar a mi hermano- le da otro golpe en el abdomen haciendo que él hombre se doble por culpa del dolor– Y esto por haber hecho que Piscis y Cáncer hayan sufrido traumas por el secuestro.

Aries se levanta también y se acerca a Sebastián, sin pensarlo mucho le dió una patada en la parte de atrás de la rodilla haciendo que callera al suelo y le dios tres parada en el abdomen con toda su ira.

– Esto por hijos de perra, por hacernos vivir años de miedo, de torturas psicológicas, por habernos trastornado a todo y me quedo corto con esos tres simples golpes.

Los oficiales se habían limitado a observar, no iba a detenerlos, sabían que esos chicos sufrieron demasiado por culpa de ellos. Además se estaban conteniendo golpeándolos simplemente dos o tres veces. Se merecían más sufrimiento.

– Espero que se pudran en la cárcel- dijo Escorpio casi escupiendo esas palabras.

– Ustedes son solos unos críos- se empezó a reír el director– Saben, viole a ese niño pijo ¿y que? Maltrate a esas dos maripositas ¿y que?. Sufrieron como maricas ¿Y que?... Nostr....

Acuario no dejo que ese viejo terminara y empezó a golpearlo una y otra vez. Sino fuera porque Virgo, Géminis y algunos oficiales se acercaron para separarlo y contenerlo lo hubiera matado a simples golpes. Aries por su parte había Sido retenido mucho antes por Leo y Sagitario que ya conocían su temperamento.

– ¡Lo voy a matar!- gritó Acuario aún forcejeando para volver a golpearlo.

– ¡Ya basta!- grito Cáncer al borde del llanto, no sabía si por recordar las horribles escenas que presenció o por el mero hecho de ver a esos hombres ahí– Angela llevarlos.. llevarlos ahora.. llevatelos...

Empezó a rascar de nuevo sus hombros por encima de la tela, Virgo soltó a Acuario para ir con el pelirrojo y aguantarle las manos mientras lo intentaba reconfortar.

Todos miraban como esos dos hombres fueron llevados, pero dejaron una advertencia, la cual aún dejaba asustado a algunos.

– Somos cuatro, faltan dos... Recuerdenlo, esto no acaba aquí- esa fueron las últimas palabras que se escucharon de ellos.