En 2026

123 20 3
                                    

19 de enero de 2026

Tercer día de vacaciones para ambos. Tras el cumpleaños de Stephen, decidieron ir a de vacaciones a Suiza, por dos razones. A Mara le gustaba mucho y Henry podía ver a sus padres. Además, por esos días, la niña consentida de Mara Malfoy estaba de gira en ese país. Eso fue un bonus, porque realmente lo supieron cuando estaban allí.

-Entonces- dijo Mara mientras se vestía- ¿iremos al teatro?

-Claro que sí- Henry ya se estaba abrochando la camisa- Sarah nos trajo las entradas, no podemos rechazarlas.

-En estos años- dijo Mara ayudándole a abrochar un botón- te has acoplado bastante bien a mis amigos- dejó un beso en la mejilla- ¿no extrañas estar aquí más tiempo?

-Mara- dijo él abrazándola y descansando su mentón en el hombro de su chica- cada año me preguntas lo mismo- rio allí.

-Siempre temo que te arrepientas de haber ido a casa conmigo- dijo ella suspirando.

-Hemos pasado tantas cosas juntos- dijo separándose y juntando sus frentes- no me iré a ningún lado. No lo hice antes, y no lo haré ahora. Lo que siento por ti, no desaparecerá.

-Te amo- dijo ella dejando un suave beso en los labios del chico de cabellos mieles.

-También te amo, mi pequeña- ese era el apodo que tenía con ella en la intimidad. Pequeña Mara. Mara Malfoy podía ser una excelente medimaga, y también podía imponerse de sobremanera en una negociación, pero toda ella cambiaba cuando de Henry Ström se trataba.

Si bien los primeros meses, a Henry le costó adaptarse a la seriedad de Mara en la clínica, rápidamente ambos entendieron que ese era un recinto de trabajo, y que debían ser un poco más profesionales , en cuanto a sus demostraciones de cariño. Obviamente, Henry seguía orbitando cerca de ella cuando estaban en la misma habitación, y aunque Mara lo intentara, le era imposible no sentirse físicamente atraída hasta uno de los costados de Henry. Por eso, cada vez que se encontraban en una reunión, y para mantener el profesionalismo tomaban distancia, se sentaban uno frente otro, o en el peor de los casos, dejaban a Stephen entre ambos. Habían sobrevivido bastante bien con ese mecanismo.

07 de febrero de 2026

Era sábado, Henry estaba más extraño de costumbre, o al menos eso le había parecido a Mara en la mañana que llegó al departamento de Henry a Londres. Se veía nervioso, ansioso e intranquilo. Así que ya era de tarde, y ella seguía leyendo un libro, mientras Henry hacía como que leía el suyo. Los silencios entre ellos siempre eran cómodos, exceptos aquellos donde uno de los dos quería decir algo y no se atrevía, como aquel caso.

-Dime que sucede- dijo la castaña mientras dejaba el libro sobre su regazo, y veía desde las piernas de Henry como el chico de cabellos mieles y ojos pardos, dejaba su propio libro en la mesa que tenia al lado- Henry... puedes decirme lo que quieras, lo sabes, ¿no? - el chico asintió.

-He estado pensando algo durante las últimas semanas- dijo él rascándose la nuca- y realmente quisiera saber qué piensas al respecto- Mara se incorporó en el sillón, y dejó su propio libro a un lado, miles de situaciones se le vinieron a la cabeza, una más mala que otra, ¿y si Henry quería volver a Suiza? ¿y si un día despertó y ya no la quería? El chico tomó sus manos, y buscó sus ojos. Los ojos azules y profundos de la chica Malfoy, estaban asustados.

-Dime algo Henry, me estas asustando- dijo la castaña, apretando un poco las manos del chico.

-Quería hacer esto delante de tus amigos y familia, pero luego pensé que eso podría ser una mala idea, nunca lo hemos hablado, y sería ponerte en una situación un poco incomoda, sobre todo si no estás de acuerdo- murmuró tomando valor, sus mejillas se llenaron de un sonrojo que a Mara se le hizo de lo más tierno, no debía ser nada tan malo, ¿no?

✔✔ SERENPIDIA|| SAGA ALMAS UNIDAS|| 2° LIBRO HEREDEROS|| TERCERA GENERACIÓN HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora