PRÓLOGO

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Mis ojeras eran evidentes, mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, sentada frente a una cama de hospital hace horas.

Miraba el cuerpo del amor de mi vida luchar por su vida.

Conectado a un montón de máquinas, su sonido nublaba mi cabeza. Me acerqué para apreciarlo mejor.

Tomé su mano entre las mías, estaban frías.

Me puse a pensar en todo lo que había pasado, hay tantas cosas que tengo que decirle, hay tantas cosas que aún nos falta por hacer, las lágrimas no tardaron en hacerse presentes, acaricie suavemente su mejilla y susurre.

- Quédate conmigo -

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora