CAP.8

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Dylen me miró desde el otro lado de la puerta extrañado, estaba con una camiseta y unos pantalones de pijama, su negro cabello estaba desordenado y apenas podía mantener un ojo abierto.

Me tomo desprevenida el fuerte abrazo que me dio, sentí su perfume varonil entrar a mis fosas nasales, le respondí el abrazo con fuerza, lo necesitaba.

Dylen me miró y beso mi frente antes de separarnos por completo - no puedo creerlo - murmuró con una sonrisa.

- Se que debí haberte avisado pero - no logré terminar porque Dylen me tiró hacia adentro de la casa.

- afuera hace frío - dijo mientras cerraba la puerta, no me había dado cuenta de que estaba temblando.

Realmente no sé si es por el frío o por el tremendo acto ilegal que cometí hace menos de una hora.

Tal vez son las dos.

- ¿Me vas a decir porque estabas así? - pregunté tomando asiento, el hizo lo mismo.

Suspiró y me miró, vi en sus verdes ojos tristeza - te mentí.

- ¿que?

- mi abuelo no ha mejorado.

Pude haberme enojado por mentirme pero solo me acerque a él y lo abrace, lo escuché sollozar levemente, eso me partió el alma.

Dylen es una persona muy fría, indescifrable, verlo en ese estado me preocupaba, su abuelo es lo más preciado que tiene, es como el padre que nunca tuvo, su única familia.

Su única familia aparte de mi.

- ¿hace cuánto está así? - pregunté sobando su espalda.

- más de un mes - contestó.

No se en que momento paso pero nos quedamos dormidos en el sofá, a la mañana siguiente las consecuencias de haber dormido ahí se hacían presentes, el dolor de espalda me estaba matando.

Silenciosamente tome mi celular, tape a Dylen con mi chaqueta y fui al baño, tenía que refrescar mi cara.

- te ves terrible, Aline - me dije a si misma frente al espejo.

Trate de poner mi mejor cara y salí del baño con dirección a la cocina, prepararía el desayuno.

- ¿Que haces ahí? - pregunté furiosa en cuanto vi a Dylen parado en la cocina preparando el desayuno.

- ¿preparo el desayuno? - preguntó obvio.

Su aspecto se veía mucho mejor, su cabello negro seguía revuelto pero su ánimo había mejorado.

- yo lo iba a preparar - contesté entrando por completo a la cocina, me fijé en que estaba más delgado, no ha estado comiendo bien, su delgadez lo hacía ver más alto de lo que era, me pare frente a él y lo examine - ¿como estás hoy? - pregunté finalmente.

- mejor - mintió.

- no me mientas Dylen - tome su mano y miró a otro lado, se me cruzo una idea por la cabeza para distraerlo - saldremos.

- ¿Qué? - preguntó volviendo su mirada hacia mí.

- saldremos como antes, ¿Recuerdas? Eso te va a distraer - propuse segura.

Decidimos que desayunariamos en la cafetería a la cual solíamos ir, me cambié de ropa y nos fuimos en marcha, esta vez en el vehículo de Dylen.

- si quieres puedes poner música tu - comentó mientras íbamos en el auto.

- no, está bien así - íbamos escuchando "dembow" de Danny ocean, a Dylen siempre le gustaron sus canciones.

Nos detuvimos en un semáforo y aproveche el momento para dignarme a revisar mi celular.

20 llamadas perdidas de mamá
15 llamadas perdidas de papá
17 mensajes de Peter.

Excelente, ¿A quien llamo primero?.

- ¿Pasa algo? - preguntó Dylen algo inquieto siguiendo el camino.

- Bueno.. - comencé - puede que me haya escapado para venir acá..

- ¿qué? - nos detuvimos de golpe - tu mamá debe estar preocupada, dame el teléfono - me quito el celular de las manos y comenzó a llamar.

- Dylen estamos a mitad de la calle - mencioné ya que veía que se aproximaba un vehículo.

Dylen reaccionó como si recién recordara que estaba conduciendo, aparco en un lado de la calle y volvió a lo que estaba haciendo anteriormente.

- ALINE DONDE MIERDA ESTÁS - Apenas mamá contestó la llamada se puso a gritar, Dylen se alejó un poco el móvil del oído por los gritos.

- señora Mónica - pronunció Dylen apenas mamá se calmó un poco.

- oh - el tono de mamá se calmó y se transformó en uno dulce - Dylen, mi niño, ¿Como estás?.

Dylen sonrió ante el cambio de humor tan drástico de mamá, yo solo rode los ojos - bien, solo quería decirle que Aline está bien, está aquí conmigo, llego de sorpresa, fue una sorpresa muy agradable - me miró de reojo con una sonrisa, yo se la devolví.

- me alegro cariño, ¿me la puedes pasar al teléfono? - Dylen dijo que sí y me entrego el teléfono.

Ahí te voy San Pedro.

- Cuando llegues hablaremos - volvió a su tono pasivo agresivo y colgó.

- pudo ser peor - comentó divertido y comenzó a andar.

Cuando llegamos a la cafetería me sorprendío ver que todo seguía igual, todo era de una onda antigua pero muy bonita.

Se veía aesthetic.

Nos sentamos en las mesas de afuera bajo una sombrilla, uno frente al otro.

- ¿que quieres pedir? - pregunté emocionada, si me emociona pedir mi comida.

- un café - respondió indiferente.

- Que aburrido eres - reclamé - mira podemos pedir este - le señale una copa de helado gigante para dos - tiene doble chocolate - chille.

Dylen sonrió y rodo los ojos - lo que tú quieras.

Una chica tomo nuestra orden y se esfumó, miré de nuevo a Dylen, se veía absorto en sus pensamientos.

- ¿Que piensas hacer este año? - le pregunte, Dylen estaba estudiando ingeniería pero había detenido sus estudios por su abuelo.

- quiero volver a estudiar - apoyo los brazos en la mesa - sacar mi carrera y pagarle un mejor hospital a mi abuelo.

- ¿Como va su diagnóstico? - pregunté.

- sinceramente - suspiró - de mal en peor, no pueden encontrar que es lo que tiene.

Tomé su mano entre las mías - se que mejorará.

- eso espero - sus ojitos se enrojecieron, eso me partió el corazón.

- copa de helado para dos - llegó la chica que anteriormente nos había tomado la orden y dejó la copa en medio, le agradecimos se fue a atender a la mesa de al lado.

- creo que te estafaron con el doble chocolate - se burló Dylen.

Era cierto, no tenía doble chocolate.

Malditos.

Nos comimos el helado entre risas, logre mi objetivo, distraer a Dylen de todas sus preocupaciones, de vuelta nos íbamos cantando cada canción que escuchábamos en la radio, jamás la había pasado tan bien, bueno con el siempre la pasaba bien.

- ¿policías? - Dylen cambio su semblante a serio en un segundo, miré hacia delante, su casa tenía una patrulla enfrente.

Oh mierda.

- Dylen - comencé nerviosa - puede que haya algo que no te mencioné..

Dylen giro la cabeza lentamente hacia mí - más te vale que no nos metas en problemas.

Creo que es tarde para eso querido amigo.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora