𝐞𝐢𝐠𝐡𝐭𝐞𝐞𝐧

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—Mamá.

—¡Tienes que estar bromeando!

—Má

—¡Te dije claramente ayer que aún no estaban terminadas!

—Madre.

—¿En qué estabas pensando cuando las enviaste sin mí permiso?

—Mamá yo-

—Te quiero en mí oficina en una hora, ni un minuto tarde o estarás ¡Despedido!.—la mujer cortó la llamada y arrojó el celular a algún lugar de la habitación.—¿Que haces aquí Heeseung? Por si no lo habías notado estoy trabajando.—sobó el puente de su naríz y suspiró arrojandóse en la silla frente a su escritorio.

—Mamá, tú y papá prometieron que me acompañarían a la fiesta de Yeonjun.

—Hijo... Lamento decirte esto, pero como acabas de oír mí secretario envío por error algunos contratos importantes a mis clientes, tengo que resolver esto cuanto antes. No podré asistir.

Heeseung bajo la cabeza, debía suponerlo, sus padres siempre estaban ocupados trabajando en nuevos casos. El tener unos padres abogados no siempre era divertido, más aún si estos eran bastante reconocidos.
Casi nunca tenían tiempo para él, siempre yendo de allá para acá, reuniendose con nuevos clientes nacionales e internacionales y dejándolo en casa de Seulgi.

—Lo prometieron.

—Heeseung, amor. No lo hagas más difícil ¿Quieres? Le llamaré a tu padre, quizá el pueda acompañarte.—Irene rebuscó su celular en el piso de aquella oficina y cuando finalmente logró localizarlo llamó a su esposo.—Suho. Te llamo para confirmar si acompañarás a Heeseung a la fiesta de Yeonjun, yo no podré asistir por un imprevisto ¿Puedes ir tú?. Ohh... Si, si comprendo. Está bien, le diré no te preocupes, te amo.

—No irá.—se apresuró a decir Heeseung, pese a que se lo veía venir se sintió molesto con sus padres. No era de extrañarse, estos siempre rompían sus promesas.

—Sabes que lo siento mucho, tu padre y yo trabajamos para ganar mucho dinero y que tú tengas todo lo que necesitas hijo... Tienes que ponerte en nuestros lugares.

—¿Crees que el dinero va a compensar todo el tiempo que no han estado conmigo? Pff, ¡Nunca les ha interesado como me encuentre, viven en su trabajo y el único momento en el que me ponen un gramo de atención lo único que les importa es que sea el mejor en todo! ¡¿Cómo crees que me hace sentir todo esto?! ¿Has oído lo que dice papá de mí? ¡Nunca servirás para nada Heeseung! ¡¿Por qué no te pones en mí lugar también mamá?! ¡¿Crees que esas palabras no me afectan?! Oh no, claro que no piensas. Lo único que les interesa es su dinero.

—Hijo, yo-

—Esta bien. Le diré a la tía Seulgi y al tío Xiumin que iré con ellos.—Heeseung se dió la vuelta y caminó hacia la puerta de la oficina.

—¡Te daré esto para el regalo de Yeonjun, hijo!— Irene se levantó de su lugar y extendió unos billetes hacia Heeseung quien ni siquiera volteó.

—No es necesario, yo compré un regalo para él. Ahórrate tu dinero mamá. Adiós.

Cerró la puerta con algo de brusquedad y se tomó el tiempo de secar unas cuantas lágrimas que había derramado. Se sentía triste, enojado y muy decepcionado. No era la primera vez que le mentían, pero algo en él le hizo pensar que esta vez sería diferente. Que sus padres lo acompañarían y disfrutarían junto a él y que sería divertido. Lamentablemente eso no fue así.

Salió del edificio y se sentó en la acera, sacó su celular y escribió un mensaje de texto a Yeonjun resumiendo lo que había pasado y el cómo se vería en la obligación de asistir sin sus padres.

𝙅𝙚 𝙘𝙧𝙤𝙞𝙨 𝙚𝙣 𝙩𝙤𝙣 𝙖𝙢𝙤𝙪𝙧 || 𝙔𝙚𝙤𝙣𝙗𝙞𝙣 / 𝙎𝙤𝙤𝙟𝙪𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora