Casey
Salgo del consultorio de Phillip luego de tener nuestra habitual rutina.
Hoy no me acompaño como lo hacía siempre porque alguien lo había llamado y ocasiono que él se tensara. No sabía cómo manejar esto o como sentirme ante la situación de verlo así, por lo que me regrese sola a mi habitación.
A mitad de camino me di cuenta de que había olvidado mi mochila y a regañadientes tuve que regresar.
Mientras caminaba por los amplios y blancos pasillos del psiquiátrico me puse a pensar en mi familia.
No era peculiar que pensara en ellos desde el accidente de Patrick.
Me preguntaba que estaría haciendo mi hermano si siguiera vivo.
Probablemente, estaría con una castaña distinta en su habitación por día.
Los instintos asesinos venían heredados de familia.
Mamá era una estúpida mujer demente, papá era un fumador compulsivo y mi hermano era un mujeriego que utilizaba el sexo como un mecanismo para evitar matar.
Cada persona de mi familia tenía un vicio que eludía los indicios psicóticos que poseían.
A mí no me importaba ocultar quien era.
Mataba para saciar mis ganas.
La excitación que tenía al hacerlo no era normal, pero... ¿Quién en mi familia lo era?
Anotaba en mi diario a las personas que asesinaba y luego quemaba los escritos.
Veía como el fuego consumía las hojas mientras las imágenes de mis víctimas me venían a la cabeza.
Extraño esos momentos y sé que pronto volverán a mí.
Desde que murió mi hermano mis padres se divorciaron y mamá huyo con los ahorros que teníamos, pero, como era tan idiota la atraparon cuando estaba a punto de comprar drogas.
La última noticia que tuve de ella es que entro a un hospital y que la trasladaron a un manicomio porque le detectaron el trastorno de ansiedad psicótico-maniático.
Supongo que cada quien obtiene lo que merece, en algún momento tocara pagar nuestros pecados.
Y yo tengo muchos acumulados así que no creo que tenga el divino perdón que la mayoría anhela.
Si debo arder en las llamas del infierno como pago de mis actos lo haré, no tengo miedo.
Por estar sumergida en mis pensamientos no me di cuenta de que tenía alguien en frente y gracias a eso choqué con esa persona.
Adam
Nadie se atrevía a entablar conversación alguna con él, hasta los propios médicos le tenían pánico.
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Solos ©
Mystery / ThrillerUn psiquiatrico. Una paciente. Cuatro historias. Un problema. Una misión. ¿Qué tienen en común? Están solos