que pasaría, si la sentencia de una villana es entrar a la UA para ser heroína?
que pasaría si en su clase conociera a un chico rubio de mal carácter?
-no me toques el rostro!
-porque?
-.........
⚠LEER EL CAP TITULADO "INFO" PORQUE NO PERMITIRÉ MA...
La noche estaba helada, aun no tenían rastros de donde podía estar la chica, los profesionales seguían buscando. Tomaban turnos de día y noche para no sobrecargarse de trabajo. Después de todo si llegaban a encontrar a la chica, necesitarían estar descansados y con energía para su rescate.
El chico estaba en su habitación, sus ojos estaban puestos sobre su techo, sus pensamientos inundaban su mente mientras comenzaba a cerrar sus ojos para sumergirse en un profundo sueño.......
Si no fuera por un gemido que resonó en la habitación del lado.
Mina: aahh Eijiro~
Sus ojos se abrieron de repente, su ceño de fruncio y la vena que sobresalía de su frente estaba por estallar.
Mina: AAHH~
Se paró rápidamente y estampó su puño una y otra vez contra la pared que daba a la habitación del pelirrojo.
Bakugou: YA CALLENSE MIERDA!
Kirishima: AHORA SABES LO QUE SE SIENTE PUTO! JAJA!
El rubio dio un último golpe a la pared, salio de su habitación y Se dirigió a la cocina por un vaso de agua para relajarse. Luego de eso Caminó hacia la habitación de su chica y se recostó sobre la cama para dormir ahí y no tener que escuchar los gemidos de la alíen y su amigo.
. . . . . . . . Durante las clases de ese día, trató de colocar mas atención a lo que su profesor estaba explicando.
Durante las clases físicas tuvo uno que otro acontecimiento, pero nada que lo afectara en ganar todos sus combates.
Durante el almuerzo trato de estar mas relajado y volvio a comer con sus amigos, pues antes Prefería comer solo dentro del salón.
En una ocasión, mientras caminaba por los pasillos de la academia, escuchó a un profesional hablando con Aizawa. Logró escuchar que habían tenido un ligero contacto con un miembro de la liga y era una pequeña posibilidad de poder tener una pista de donde podía estar la chica.
Eso le formó una pequeña sonrisa en el rostro. El solo hecho de pensar que pronto podría estar con la pelinegra, le daba ilusiones y lo ponía feliz.
Solo esperaba que ella lo escuchara y perdonara.
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Estaba sentada en una silla, sus pequeñas muñecas estaban aun con aquellas esposas de metal especial.
Sus ojos estaban profundos y oscuros, su rostro estaba serio y triste a la vez, no tenía expresión alguna, es como si aquella cuerda que sostenía sus emociones y sentimientos se hubiera roto, ya no sentía nada, ya no le importaba nada.
Ya no tenía fuerzas, si no fuera por varias cadenas que la sostenían por su espalda y pecho, ella estaría tirada en el suelo, esperando por su muerte.
