que pasaría, si la sentencia de una villana es entrar a la UA para ser heroína?
que pasaría si en su clase conociera a un chico rubio de mal carácter?
-no me toques el rostro!
-porque?
-.........
⚠LEER EL CAP TITULADO "INFO" PORQUE NO PERMITIRÉ MA...
Caminaba por los pasillos de los dormitorios de un lado a otro, pasaba su tiempo en el elevador, subiendo y bajando, sintiendo aquel cosquilleo agradable en su vientre cada vez que bajaba.
Las palabras de su amiga pelirosa se habían quedando gravadas en su mente y las repetía una y otra vez.
Flashback.....
Ayame: co-co-como dices eso!?
Hatsume: desde que lo supe, he estado trabajando en mi nuevo bebe!
Ayame: a que te refieres?
Hatsume: puedo hacer que alguna parte de tu cuerpo retroceda, o algo así, y puedes tener nuevamente tus alas!
Ayame: y es seguro?
Hatsume: no pero hay que intentar, ven en dos días! Lo tendré listo!
Fin flashback.....
Su mente volvía una y otra vez a esas palabras, llenándola de esperanzas para volver a volar.
Luego de aquella llamada, se recostó con una sonrisa en su cama mientras el rubio seguía tirando en el suelo, mirándola con su peculiar ceño fruncido.
Salio del elevador y comenzó a caminar por la planta baja, en donde estaba su habitación.
Solo faltaba un día para que ella pudiera ir hacia la UA y probar aquel invento que había hecho la pelirrosa.
Estaba consiente de que si volvía a obtener sus alas, tendría que volver a controlar su equilibrio, aunque esta vez no le seria tan complicado. También tendría que volver a moverlas y tratar de tener aquella increíble puntería cuando lanzaba sus plumas.
Pero estaba dispuesta a hacer todo eso de nuevo con tal de tener sus alas y ser la heroína que ahora quería ser.
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Bakugou: vamooooos, quiero coger!
Ayame: crees que serán mas resistentes esta vez?
Bakugou: no lo se! Yo solo te la quiero meter! Ayame!
Ayame: tendré una puntería mejor?
Bakugou: -susurra en su oido- dejame follarte duro.
Ayame: me ayudaras otra vez con mi equilibrio?
Bakugou: -la toma del cuello- te quiero hacer gritar mi nombre una y otra vez.
El rubio tocaba el desnudo cuerpo de la chica tratando de hacer que lo tomara en cuenta, besaba su piel, tocaba sus pechos, apretaba su cintura, y aun así, la pelinegra lo ignoraba sumergida en sus pensamientos.
Bakugou: vamos Ayame! Seamos como los conejos por una vez en la vida!