Afrodita [Olímpicos mortales #3]

Capítulo 23

Afrodita estaba tamborileando sus dedos contra el timón de su auto esperando a que los alumnos de su instituto salieran para empezar la segunda fase de su plan. 

Orión estaba junto a ella en total silencio, con su rostro impasible como desde el primer momento en el que lo conoció; sin embargo, la pelirroja podía notar las breves miradas que le daba de soslayo de vez en cuando desde que aparcaron.

—Dime lo que tengas que decir ahora porque luego no tendrás oportunidad —le dijo Afrodita al chico sin apartar la vista de donde la tenía.

—¿Por qué crees que tengo algo que decir?

—Por que no dejas de mirarme de reojo cada cierto tiempo.

Orión no le respondió, por lo que, Afrodita pensó que lo que sea que estuviera en la mente del chico no era importante o lo solucionaría pronto por su cuenta.

Los minutos pasaban y la hora de salida se acercaba poniéndola en alerta. Casi podía decir que estaba nerviosa, pero no iba a dar marcha atrás no cuando...

—¿Cómo lo llevas?

—¿Ah?

—Mataste a una persona ¿Cómo lo estas llevando? —le preguntó y Afrodita trago grueso.

Con que era eso pensó.

—El primer asesinato nunca es fácil, eres humana después de todo. Esta bien si...

—No quiero hablar de eso —le dijo cortando al chico que se detuvo al instante.

Afrodita no quería hablar o pensar acerca de ello. En su mente era mejor así, no quería darle más vueltas a lo había hecho y lo que iba a hacer, para ella, darle una mayor importancia solo le traería problemas y aunque no había planeado eso no sería la única vez que mataría a alguien y debía acostumbrarse al peso que conllevaba quitar una vida.

—Sal del auto y colócate al frente —le ordenó Afrodita a Orión cuando vio a sus amigos salir del instituto.

Justo a tiempo.

Hera fue la primera en salir de todos ellos, seguida de Deméter y Poseidón; sin embargo, antes de que su amiga pudiera subir a su auto miró alrededor encontrándose con su mirada que animo a la rubia a dirigirse en su dirección.

—Orión, ahora —ordenó y el chico no tardo en hacerle caso al ver quien iba hacia ellos.

Su ex amiga se detuvo al ver a Orión salir de su auto. La sorpresa fue evidente en su rostro al igual que el miedo, todo lo transmitió en la mirada que le dirigía a la distancia y Afrodita solo se mantuvo indiferente ante lo que expresaba su amiga.

Poco a poco más estudiantes empezaban a salir. Algunos de ellos se quedaban alrededor viendo que había detenido a la reina del instituto, pero el punto cúspide fue cuando Athenea y su grupo llegaron a lado de Hera.

Contrario a la rubia Athenea no mostró ninguna emoción, muy por el contrario parecía estar analizándola, Hefesto tenía una mirada confusa y molesta al igual que Artemisa, y Apolo lucía culpable.

Hablaré contigo en cuanto pueda se dijo la pelirroja mirando a su amigo. El chico cargaba con lo peor de todos; técnicamente tenía el destino de cada uno en su mente y no podía hacer nada para cambiarlo, pero Afrodita no quería que él pensara que era su culpa las decisiones que estaba tomando porque no lo era. 

Ella había decidido que camino elegir y no se veía arrepintiéndose en un futuro cercano de ello.

Afrodita espero y cuando vio a Aura salir con sus secuaces detrás de ella bajo del auto atrayendo la atención de todos.