Capítulo X: MIRAR.

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Apenas el sol se alzaba y ella ya estaba en pie, decidió tomar una ducha rápida solo para usar más de ese acondicionador que Rouge le dió, el aroma a lilas no era su favorito, pero le ayudaba a acomodar sus púas sin necesidad de cepillarlas, así que lo soportaría un rato.

Salió del baño envuelta en su toalla y se dirigió de inmediato a su recamara, pero se detuvo a observar un poco el lugar, Rouge no estaba cerca de su cuarto y a Shadow no lo había visto desde la noche, así que suspiró y echo a andar su plan; entró con cautela de no ser vista por el robot y esculcó el armario de Rouge en busca de algo decente (y práctico) para usar; esta sería una misión en el bosque y quizá habría que pelear, hacer eso usando una pequeña falda y blusas apretadas y estilizadas no era una opción, pero estaba segura de que si les decía algo ellos no la escucharían y la vestirían de forma peor.

Tras unos minutos de búsqueda se dió por vencida, no había nada de lo que buscaba, así que giró en su eje y salió decepcionada, aunque eso duró solo un poco, puesto que una nueva idea suicida atravesó su mente, haciendola caminar hacia el lado prohibido de la casa, la habitación de Shadow.

Sus brazos temblaban un poco por solo imaginar lo que sucedería si el azabache la encontraba ahí, pero eso no la detuvo, atravesó la enorme puerta y contempló todo de forma rápida hasta ubicar con su mirada el enorme closet semi abierto, pasó casi de un brinco la cama y lo abrió observando la variedad de colores, para ser de Shadow, ese era un armario bastante singular, pasó sus dedos jugueteando un poco con las camisas, había de distintas tonalidades, rojo, azul, gris, café, amarillo e incluso rosa. - Vaya, Shadow, no sabía que te gustara el rosa. - murmuró para si misma mientras se ubicaba en dos camisetas sensillas, eran de manga larga y no estaban tan grandes, con un poco de suerte le quedarían bien; tomó una de ambos colores, rojo y azul marino, les miró detenidamente, sus pensamientos se perdieron, Socket era fan de verla en color azul y a Sonic siempre le gustó el rojo, su cabeza se agachó un poco y sin quererlo, una ligera lágrima cayó deslizándose por su mejilla, tomó ambas y las pegó a su cuerpo simulando un abrazo, esperó por mucho ese momento y finalmente estaba llegando, esa era la aceptación.

- ¿Terminaste? - preguntó Shadow desde la puerta, su cuerpo estaba estático, ella estiró su cuello y sintió el escalofrío en su espalda, aún estaba envuelta en la toalla y sin darse cuenta estaba sentada en su cama, volteó de forma lenta y lo miró, su rostro parecía molesto, pero su tono de voz era suave, regularmente sabía lo que sucedía con todos a su alrededor, pero ahora no estaba segura de que era lo pasaba con él.

- Lo siento. - susurró con ambas playeras en mano, las mantenía pegadas a ella como si no quisiera soltarlas, él, en cambio, tiró de su toalla por parte de la espalda y la arrastró hasta la entrada de la habitación, no dijo más y cerró la puerta de un golpe, evitando así que sufriera otra herida grave.

Luego de eso decidió usar la playera azul, se repetía a sí misma que usar algo de Shadow después de lo que pasó requería bastante valor, pero no tenía nada más, y si había un problema se encargaría de expresarles lo que sentía.

Lograron llegar a tiempo al taller de Tails, luego de eso recorrieron todo el lugar en busca del campo que fue descrito por el robot, quien ya estaba en la guarida siendo piezas sueltas nuevamente.

Al entrar al lugar parecía ser otro espacio completamente normal, más al adentrarse en él vieron lo inesperado, los ojos de Rouge pasaron a los de Shadow, quien mantenía su rostro serio, pero su cuerpo estaba erguido, él nunca bajaba la guardia, pero esta vez sabían que estaba en estado de alerta.

- Miren. - llamó Amy a todos, el resto se acercó a ver lo que ella decía, había un pequeño agujero entre el pastizal, desde dentro surgía una tenue luz magenta, la cual los invitaba a bajar y averiguar más.

Al descender todos se intimidaron ante los cristales que estaban ahí, había miles de ellos adheridos a los muros, intentaban tocarlos, pero una corriente eléctrica se disparaba impidiéndoles hacerlo.

Espio llegó hasta el final del túnel y alertó a los demás. - Prepárense, porque esto se pondrá peor.

Avanzaron lentamente y fijaron sus miradas justo en frente, un extraño olor fétido les hizo tapar sus narices, más no iban a retroceder, ya era demasiado tarde para eso.

El primer en acercarse fue Shadow, quien sólo observó el panorama, no eran cadáveres, él mejor que nadie conocía ese olor, más... Sin embargo, era algo más. - Sacrificios de Sangre. - murmuró fijándose en el piso, viendo al causante de ese aroma, una pequeña pila de manos, o al menos eso parecían, ya que tenían demasiado tiempo en ese lugar y su carne estaba ya en descomposición, además de que sobre ellas había gusanos, terminando el trabajo de volverlas polvo.

Las chicas cerraron sus ojos horrorizadas mientras que Rouge abrazaba a Cream y Charmy, pero él no retrocedió.

Vio el origen de todo y se dió cuenta de que había una extraña figura labrada en la pared, era la imagen de un lobo sobrevolando una extraña mesa alargada, tocó con cuidado las aberturas y sintió su guante húmedo, de inmediato apartó la mano y olfateo, percibiendo ese aroma metálico característico del líquido rojo que fluye por nuestras venas.

- Sangre. - les informó. - quien sea que esté haciendo esto tiene una afición por la sangre y los rituales.

Finalizó mientras pedía a Vector tomar fotografías del lugar, luego salieron inmediatamente de ahí.

Mirar, eso es lo único que pudieron hacer en una situación así.

De nuevo.

✨Continuará✨

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