Capítulo XXIII: CRECER.

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♡ Reproduzcan la canción para ambientar el capítulo...

De niña siempre se vió a lado de su príncipe azul, aquel que le ayudaría a superar sus problemas y el que sostendrá su mano para escuchar sus pesares, además de que le trataría cual caballero y le daría todo el amor del mundo, algo ejemplar, algo mutuo.

Y por un momento lo tuvo, hasta que el destino se lo arrebató.

- Siento la muerte. - soltó al verlo ahí, estático, junto a ella.

La neblina que atravesaban era densa, lo que no le permitía observar muy bien en donde estaba, pero sentía su presencia, la cual simplemente continuaba quieta, haciéndole compañía.

- ¿A qué te refieres?. - preguntó, aunque fue para que ella siguiera hablando, puesto que Shadow conocía muy bien esa sensación.

- Morí ese día. - soltó. - mi muerte fue dictada cuando él me abandonó. - sus ojos cristalinos derramaban y derramaban lágrimas, pero eso no le impedía hablar, solo debía hacer lo de siempre, tomar aire, ahogar el llanto y continuar. - cuando Eggman lo asesinó, sentí como si mi vida se fuera, tuve una intensa migraña y las lágrimas salieron como una enorme tormenta, mis piernas perdieron su fuerza y mi corazón se estrujaba, luego sentí el dolor en mis rodillas cuando caí al suelo, pero después no hubo nada, solo dolor y más dolor, hasta que llegó el frío, como si estuviera en una nevera, mis manos y piernas temblaban mientras todo el frío se expandía a mi cuerpo, y entonces, cuando creía que nada podía empeorar, llegó el vacío, no podía sentir nada, los golpes no me molestaban, y el entusiasmo se me había caído, no había nada, y fue cuando me pregunté si esa era la muerte, si mi Socket estaba sintiendo eso. - añadió tapando su rostro con ambas palmas, dejando que el erizo dejara a su imaginación el resto de la historia, aunque no era complicado adivinar que seguía, poco a poco todas sus acciones comenzaban a cobrar sentido.

- Comencé a pensar en que debía superarlo, pero cada que intentaba algo, el vacío en mi me obligaba a detenerme, recordándome que era injusto, era malo seguir con mi vida, ¿Cómo podría hacerlo, cómo podía seguir con todo cuando Socket no tuvo una vida para acompañarme?

Finalizó dando un puñetazo al ala del Tornado, aunque eso no la tranquilizó.

- Sonic estaba coqueteando, pero no pude seguir, su imágen aún está en mi mente, no podría amar a alguien más, no cuando mi corazón debe de estar con él.

- Rose. - inquirió en tono suave, algo raro en él, pero la chica ya se había acostumbrado a esa voz. - Algo así no se supera. - continuó acercándose un poco y tomando su mano, teniendo recuerdos de la linda María. - Eso lo sé, no puedes superarlo, pero puedes aprender a vivir con eso, y no se trata de justicia, nunca se trató de eso, solo debes de vivir de una forma en la que lo honres, vive por él, por su sacrificio, y por todos aquellos a los que amó. - aconsejó de forma correcta, dando, como siempre, en el clavo; ella giró su mentón para poder observarlo y divisó la figura de su rostro, la cual poco a poco se iba haciendo más clara y visible, lo primero en ver fueron sus ojos carmín, los cuales la miraban con detenimiento, luego bajó la mirada a su mano, teniendo como sorpresa que aún la sostenía con fuerza, pues ya no estaba dispuesto a soltarla y dejarla ir. - Tienes razón al amarlo, pero no dejes que eso te detenga. - agregó con miedo a recibir un fuerte derechazo, pero ya habían pasado esa etapa. - amalo y recuerdalo, pero no dejes que su recuerdo te amargue y detenga tu vida, el tiempo siempre pasa, y siempre alguien se queda atrás, no te pido que lo olvides, pero si te pido que no te dejes caer por esa cuestión, dale tiempo al tiempo, y verás que eso ayudará y cerrará las heridas de tu corazón.

- Shadow... - susurró volteandole a ver. - en un mundo en donde nadie me veía, él se fijó en mí. - soltó con tristeza al recordar las tristes memorias de su trágico amor, de su alma gemela.

- Eso era antes, ahora, si alzas un poco la mirada podrás darte cuenta de que hay alguien más que te mira, y que está alegre y dispuesto a acompañarte por todo este proceso, feliz de poder ayudar y hacer que el dolor disminuya... como tú lo hiciste por él.

Fue entonces cuando la neblina se despejó, dejando al descubierto un enorme y hermoso cielo azul y estrellado, pues la noche estaba cayendo, siendo testigo del nuevo nacimiento de la nueva Amy Rose... y quizá de algo más.

✨...✨

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