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Al día siguiente ______ terminó su trabajo y lo dejó sobre el escritorio de Bill. El llegó a las diez de la mañana, entró en silencio y evitó mirarla. Era evidente que estaba molesto con ella y parecía no querer hablarle.
Después de la presión del día anterior, en ese momento no le quedaba mucho por hacer. Intentó comunicarse con Chris, pero no lo encontró. Había tenido un vuelo especial y regresaría hasta las cinco. Tendría que esperar todo el día para saber el resultado de su cita.
Chris le llamó a las cinco treinta. El tono de su voz no podía ser más entusiasta:
—Siento mucho lo de anoche, ______,-—se disculpó—. ¿Podemos vernos más tarde?
—Sí —le costaba trabajo respirar por el nerviosismo—. Chris, ¿qué pasó?
—Te lo diré durante la cena. ¡Te tengo una noticia sensacional! ¡Me cuesta trabajo esperar para decírtelo! —colgó antes querella pudiera presionarlo. A ______ le sería difícil esperar hasta las siete y media. Bueno, después de todo, no lo había despedido. ¿Acaso también lo transferirían a Roma? No le disgustó la idea. Un viaje de negocios y la luna de miel al mismo tiempo sería agradable. Además, esos seis meses en Roma serían una buena excusa para conservar su empleo. Salió de la oficina sintiéndose mejor. Su estado de ánimo era mucho más optimista que el del día anterior.
Chris se retrasó unos minutos. Entró en el vestíbulo del hotel buscando la brillante cabellera pelirroja. 
— ¡Lo siento, cariño! He estado ocupadísimo. ¡Dios! ¡Cómo puede aguantar tanto ese hombre! Estuvimos hablando casi hasta la media noche y cuando terminamos yo me sentía mareado como si hubiese estado dentro de una botella de vino. Con dificultad llegué a tiempo esta mañana, y él ya estaba allí, justo a las ocho. ¡Es muy rígido!—la tomó del brazo y la condujo al restaurante. Ella no comprendía. 
— ¿Te refieres... te refieres al señor Bieber? —preguntó incrédula.
— ¡Por supuesto! Cenamos en el Fox. ¡No fue una entrevista en una modesta oficina! Ven, siéntate. Ya no aguanto las ganas de compartir las buenas nuevas contigo. Esta mañana no tuve oportunidad de llamarte. Bieber quiso que voláramos a Escocia y que le enseñara algunos de mis trucos y maniobras. Pasamos momentos maravillosos pilotando sobre las montañas. Te aseguro que en más de una ocasión logré que se le pusieran los pelos de punta —a ______ le parecía difícil que eso sucediera. Justin Bieber era un hombre de sangre fría. Le era imposible imaginarlo con el rostro contraído por el pánico— De cualquier forma —Chris continuó—, fue buena idea. El terreno es muy parecido, así que supongo que él sabía lo que hacía.
— ¿El terreno? ¿Parecido? ¿Al de Roma? —______ tenía la impresión de haber perdido parte del monólogo. Chris hablaba muy rápido.
— ¡No! —se acomodó en el asiento—. ¡A Zarein! ¡Me envían a Zarein! —había un regocijo en su voz que ______ no compartió.

Durante la hora siguiente se sintió perdida. Chris hablaba con entusiasmo de Zarein, describía el sitio con la precisión de un conocedor. Pero ella no necesitaba que lo describiera; dos semanas antes vio un reportaje acerca del lugar. Parecía un rincón del infierno, una costa desértica sin importancia geográfica bordeada de montañas. La única forma de acceso era a lomo de mula, no había carretera. La temperatura rebasaba los cuarenta grados centígrados durante el día y por la noche bajaba a menos de cinco.
—Seré el jefe de operaciones. ¡Imagínate, ______! Tendré a mi cargo la responsabilidad de todo; del personal de vuelo, del servicio de reparaciones, de la tripulación, del equipo. Habrá seis helicópteros que se mantendrán en constante vuelo
Chris disfrutaba tanto de la cena como de la perspectiva; no dejaba de hablar
—Chris...—quería interrumpirlo, pero resultaba casi imposible.
— ¿Sabes que están extrayendo petróleo de la Depresión de Catel? —la interrumpió—. Está ubicada a unos ciento cincuenta kilómetros de la costa. Es un sitio caliente como el infierno, de terreno áspero, difícil. Habrá cuatro perforadoras trabajando constantemente. Los helicópteros tendrán que transportar a los hombres de ida y de regreso todos los días, también llevarán comida, gasolina para las máquinas, piezas de repuesto... En ocasiones tendremos que trabajar veinticuatro horas seguidas, según dijo Bieber, pero valdrá la pena. Hubo un reportaje por televisión de ese lugar hará cosa de dos semanas. ¡Dios! ¡Jamás imaginé que yo sería parte del equipo! —hizo una mueca de satisfacción.
— ¿Dónde... cómo... cuáles son las condiciones de habitación?—______ preguntó tímida; hasta el momento él no la había incluido en el proyecto.
—Casas prefabricadas sin aire acondicionado. Los trabajadores están acostumbrados a soportar las rudezas del clima.
Hablaba con el mismo orgullo de un capitán al referirse a su tripulación de piratas. ______ descubrió que no había pensado en ella desde su entrevista con Bieber. Planeaba su futuro sin tomarla en cuenta. Estaba tan entusiasmado como un excursionista ante la perspectiva de una expedición difícil. Las lágrimas inundaron sus ojos, pero Chris no las notó.
— ¿Te das cuenta de que si todo sale bien, si encontramos petróleo, nos convertiremos en líderes? Bieber tiene mucha fe en que lo encontraremos, este tipo de terrenos por lo general ocultan grandes mantos. Si esto sucede, tendremos veinte helicópteros a nuestra disposición. ¡Mi reputación subirá hasta las nubes y me daré el lujo de aceptar o rechazar trabajos en cualquier parte del mundo!
______ clavó los ojos en los alimentos que apenas había probado.
— ¿Cuánto tiempo durará el contrato? —preguntó con los ojos calientes por las lágrimas.
—Oh, eso —al fin la miró, inquieto—. El contrato es por dos años.
— ¡Dos años! —______ arqueó una ceja, sintiendo que la sangre se le agolpaba en la cara.
—Eso temo, ______ querida. No hay forma de que puedas acompañarme; además, yo no lo permitiría. Creo que tendremos que esperar un poco más para casarnos.
No bromeaba, lo dijo sin titubear, con la mente a muchos kilómetros de allí, en el desierto prometido. ______ no podía dar crédito.
— ¡Un poco! ¡Chris, dos años es toda una vida!
—Te equivocas —intentó tranquilizarla usando un fingido tono de resignación, aunque le costaba trabajo disimular su entusiasmo. ¡Simplemente no le importaba! Y ella que tuvo ganas de insultar a Justin cuando sugirió que pospusiera la boda seis meses, y ahora Chris opinaba que esperar dos años era lo de menos—. ______, es la oportunidad de mi vida. Tengo que pensar en el futuro —añadió severo.
—Pensé que el futuro seria algo que compartiríamos —manifestó con voz temblorosa.
A Chris le disgustó que ella echara a perder su entusiasmo tocando asuntos engorrosos.
— ¡Oh, ______! ¡Sabes lo que quiero decir! Las condiciones de trabajo serán difíciles. Puedes ir cuando gustes y te convencerás... sanidad deficiente, hombres rudos. Bieber dijo que no es lugar para mujeres. Me advirtió que iba contra las reglas de la compañía. Tendré treinta días de vacaciones cada seis meses —agregó consolador.
—Eso significa cuatro meses en dos años. Nos convertiremos en extraños, Chris—su voz era casi inaudible.
Bieber estaba acostumbrado a mover a sus títeres a su antojo. ¿Habría hecho eso porque ella se negó a ir a Roma con Bill? Comprendió que ese hombre era capaz de hacer eso y más. En el emporio Bieber Italia debía haber suficientes pilotos calificados y con más experiencia que Chris. Si el puesto era tan atractivo, ¿por qué no lo ofrecía a cualquiera de ellos? Quizá porque no le pareció prudente enviar a Bill a Italia sin su secretaria privada.
— ¡Demonios, ______! ¡No se trata de una sentencia a muerte! —explotó molesto. Se dio cuenta de que en la vida de Chris había prioridades y de que ella quedaba en segundo plano—. ¡Mira, en tiempos de guerra la gente es separada por mucho más tiempo, no sólo dos años! ¡Dios! Pensé que te daría tanto gusto como a mí—agregó con los labios apretados.
—En tiempos de guerra nadie tiene opción. Escucha, Chris, ayer decliné la oferta de vivir durante seis meses en Roma. Yo... yo, inclusive la proposición me ofendió.
— ¡Esto es diferente, ______!—exclamó exasperado—. Tú sólo eres una secretaria y algún día dejarás de trabajar. Pero, ¡este es mi futuro! —elevó el tono de voz. ______ también.
— ¡Es la segunda vez que dices eso, Chris! —tomó su bolso—. Quisiera ir a casa, si eres tan amable.
El arrojó la servilleta sobre la mesa. Estaba furioso porque ______ no compartía su entusiasmo.
Cuando la despidió con un beso la encontró fría e indiferente.
______ se dio cuenta de que en realidad Chris no la amaba. Su único interés era su futuro, conseguir esa promoción, hacerse de un nombre.
Le dolía la situación, pero el dolor se convirtió en ira al imaginarse la sonrisa burlona de Bieber.

Un MomentoJB&TU (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora