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Quedaron en silencio algunos minutos, él respiraba agitado, tenía las manos en las caderas; después la miró como si fuera basura.
— ¡Ahora comprendo todo! Ahora sé que no lo has olvidado. Sigues amando a ese niño ingrato que prefirió ir en busca de fama y aventura. Viniste a Roma sin otro propósito que castigarme. ¡Tus palabras han sido suficientes! Eres muy hábil con la palabra. En mi vida algunas mujeres me han rechazado, pero tú eres la primera que disfruta al hacerlo. Me alejaré de aquí y no te volveré a molestar para que no tengas necesidad de huir nadando. Ya comprendí lo que quisiste decirme. Que me mantenga firme con Stefanie y que me aleje de ti. En el futuro nos veremos como extraños.
Le dio la espalda, arrastró la tabla hawaiana sobre la arena con una facilidad que hablaba claramente de su furia; recogió su camisa y sus pantalones y regresó a la villa a zancadas mientras ______ dejaba que las lágrimas corrieran libres por sus mejillas.
Pasó mucho tiempo antes que ______ decidiera volver a la casa. Debía mostrar al padre de Justin su mejor sonrisa. Encontró a Vincenzo Bieber charlando con un hombre más joven que Justin, de cabello negro y ondulado y ojos oscuros. Tenía la misma mirada traviesa que el patriarca de los Bieber.
—______ —Vincenzo Bieber la llamó en cuanto la vio—. Empezaba a preocuparme por ti. Justin regresó hace un buen rato.
—Me quedé tomando un baño de sol.
—Me temo, tío Vincenzo, que no quieres presentarme a la signorina— el extraño le sonrió y el tío lo miró divertido.
—Tú ya sabes que ella es ______ —dijo en broma—-. Lo que deseas es que ella te ponga atención. ______, te presento a mi sobrino Toni Bieber, hijo de mi hermano menor—sonrió al ver la sorpresa de ______—. No te asustes, querida, no creas que hay una lista interminable de varones Bieber. Toni es el último... hasta que Justin se case y produzca más.
______ se estremeció ante la mención del matrimonio de Justin, aunque nadie lo notó. Toni le tomó la mano con gentileza y se la besó.
—O hasta que yo me case —sonrió burlón a su tío—. Existe una gran variedad de recursos para renovar la sangre rancia... me imagino. 
Víncenzo iba a responder algo, pero su hijo lo llamó. ______ le dedicó una mirada subrepticia. Una parte de ella deseaba que se fuera y otra ansiaba sentirlo cerca.
—Estoy encantado de conocerte, ______ —Toni afirmó con una sonrisa que habría desarmado a cualquiera—. Hemos oído mucho acerca de ti durante estos dos últimos años. Perdóname si soy indiscreto al revelarte que mi tío saca a relucir con frecuencia tu bondad e integridad. Tengo que aceptar que eres muy diferente del ángel que él ha descrito tantas veces. Jamás imaginé que la gentil criatura que salvó a mi tío de hacer el ridículo cuando se le pasaron las copas, se atreviera a aprender a conducir la tabla hawaiana con el atleta de la familia.
—Bueno, en realidad no estaba tan pasado de copas —rió satisfecha de poder dejar de pensar en Justin por un momento—. Sólo estaba un poco desorientado.
—Yo lo he visto desorientado con frecuencia —Toni aseguró divertido—. El toma la vida como viene, sin complicaciones. Justin haría bien en seguir su ejemplo. Trabaja demasiado, inclusive toma sus diversiones con demasiada seriedad. Un día de estos estallará. En este momento regresa a Roma y la próxima semana viajará a Japón. Sin embargo, no hay forma de hacerlo entrar en razón. El es el jefe, todos lo sabemos.
— ¿Trabajas con Justin?
—Trabajo para Justin —respondió él—. Trabajo en la fábrica que está en el extremo opuesto de la ciudad. Yo la dirijo, Justin me supervisa.
—No sabía que tenían una fábrica en Roma —______ reconoció—. Jamás escuché mencionarla y tampoco se me ocurrió...
— ¿Crees que vivimos del papeleo? —soltó una carcajada—. Seguro que sabes que fabricamos helicópteros y otros productos y los vendemos a diferentes países.
—Por supuesto que lo sé —______ rió también—. Pero jamás se me ocurrió que la fábrica estuviera ubicada en Roma. Creí que la tendrían en otra parte.
—Me doy cuenta de que aún no has viajado lo suficiente por mi país. Tendremos que rectificar ese error.
En ese momento Justin pasó por ahí y se les quedó mirando. Le dijo a Toni algo en italiano; aunque habló en voz baja, el tono de su voz fue incisivo.
Para sorpresa de ______, Toni se turbó. Justin se alejó y subió al helicóptero.
—Lo siento, signorina. No imaginé que mi actitud amistosa lo molestara tanto.
______ no apartaba los ojos del helicóptero. Quería ver a Justin hasta el último momento.
—Perdón, no comprendo.
—Iba a pedirte que cenáramos juntos cuando regresaras a la ciudad —confesó con una mueca—. Afortunadamente no llegué tan lejos. Justin acaba de hacerme una advertencia. Tengo que alejarme de ti. Sus palabras fueron claras y precisas. Lo siento. No sabía que le pertenecías a Justin.
— ¡Eso es mentira! —gimió aturdida. El comentario de Toni la indignó y volvió la mirada hacia el helicóptero. Justin se acomodaba el casco y su rostro era inexpresivo—. Yo trabajo para él —agregó humillada—. Quizá lo que quiso decir es que yo soy una simple secretaria, una empleada insignificante dentro de la corporación Bieber Italia.
—Justin tiene muchos defectos, pero está muy lejos de ser un presumido. El tiene toda clase de amigos por puesto, nada tiene que ver con su orden determinante de que me mantenga alejado. Lo único que te puedo asegurar es que mis intenciones eran honorables. Aun antes que Justin interviniera, no me habría atrevido a molestar al ángel de mi tío Vincenzo.
El ruido del motor del helicóptero los hizo moverse hacia el aparato y observarlo mientras se elevaba y desaparecía en el firmamento.
—Te equivocas —______ quiso defenderse—. Justin me detesta. En cuanto se cumpla el contrato que firmé por seis meses, regresaré a mi país y dejaré la empresa. Justin Bieber nada significa para mí, así como yo no soy nada para él. Ya te lo dije, sólo soy su empleada.
—En tal caso, signorina —manifestó travieso—, me encantaría invitarte a cenar en cuanto regresemos a Roma. ¿Qué te parece el lunes?
—Pero... pero yo pensé... —______ se alarmó, pero Toni la tranquilizó.
—Y estás en lo cierto —rió—. Digamos que de repente me sentí atraído por el peligro. Cuando Justin lo sepa, me quedará el consuelo de haber estado en compañía de una chica que ya probó sus habilidades como enfermera con un miembro de la familia. Imagino que tendrás tanta habilidad para curar heridas como la tuviste para proteger a un hombre pasado de copas. ¿Te atrae la idea?
— ¡Sí! —respondió irritada por la situación embarazosa en que Justin la colocó—. Por supuesto que me gusta. Estaré encantada de cenar este lunes contigo.
—Estoy seguro de que la pasaremos bien. Por favor, recuerda que estoy de tu lado. No me gustaría ser atacado por dos frentes. Y ahora, ______, ¿te gustaría nadar otra vez? 
— ¡Por supuesto! —aceptó con firmeza. Le habría encantado que Justin supiera que sus órdenes habían sido ignoradas. Se quitó la bata y esperó a Toni, quien había ido a ponerse el traje de baño.
¿Cómo se atreve Justin a asegurar que soy de su propiedad?, se preguntó. Dentro de poco tiempo, estaría casado y ansioso por prolongar el apellido de la familia. Toni regresó y la recorrió con la mirada.
— ¿Qué tan peligroso puede resultar atreverse? —Toni se preguntó en voz alta. Ella se sonrojó—. Al menos, moriré feliz.

Un MomentoJB&TU (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora