#11- "Ególatra"

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Todos caminaban nerviosos de un lado a otro ansiosos y nerviosos por recibir la nota. Incluida yo porque no sabia que nota podría conseguir.

El grupo AB9 estaba conformado por veinte alumnos de que catorce éramos de mi residencia.

Mire a Valerie que no paraba de morderse las uñas.

— Si apruebo me hare un cambio de look —dije mirando a Valerie y a Lauren.

— ¡Alumnos! —exclamo el profesor.

Todos se amontonaron en la puerta del salón.

— 8,50 —dijo Valerie contenta.

— 8.30 —Amice toda tímida guardo su examen.

— Chad y Nick mejoren 8.20 —dijo el profesor sonriente— y me quedan dos West y Tirsman excelente los dos.

Tome mi hoja y Matt la de él.

— 9,1 —dijo el contento y sonriente.

Era un examen bastante complicado pero para ser uno de los primeros era importante de todas formas y mas en la materia que se trataba.

— ¡9,3! —exclame pegando un grito.

Ya varios de los exámenes que veníamos rindiendo los dos nos sacábamos la misma nota pero era el primero donde lo superaba.

— ¿Qué? —la sonrisa en su rostro se borro.

Revisé el examen y supe que era en lo que me había confundido. El tomo mi examen quitándolo de mis manos y empezó a compararlo.

Fruncí mi ceño porque el era muy grosero.

— ¡Devuélveme mi examen perdedor! —dije con gracia quitándole mi examen de sus manos.

Me aleje de todos para empezar a bailar emocionada.

Tessa con las demás estaban afuera comentando sobre el examen.

— ¡Felicitaciones! —dijo ella— pobre Matt debe sentirse terrible.

— Debe acostumbrarse a que no siempre será el mejor —dije moviendo el papel para todos lados.

A mi mente vino lo de Nathan que aun debía comentarle a Tessa. Me detuve para quedarme con ella.

— Debo decirte lo que se porque se que necesitas saberlo pero debes aceptar hablar con Nathan —ella frunció su ceño— créeme no te arrepentirás de hacerlo.

— No puedo Sum ese sujeto y su hermano le hicieron daño a mi familia —Tessa siguió caminando.

— Es importante de verdad dije que te ayudaría a encontrar a tu hermana o por lo menos descubrir algo —sonreí sin mostrar mis dientes.

Todos llegamos a casa juntos Cloe ya había preparado la comida.

— ¿Cómo están mis niños? ¡Aprobaron todos! —dijo ella contenta— les prepare pasta.

Avanzamos y cada uno se sentó en su lugar en frente mío se sentó Matt que seguía con el ceño fruncido.

Solo faltaba alguien, me puse de pie y me acerqué a Nathan. El me abrazo al ver mi emoción.

— 9,3 —dije dando saltitos.

— Wow sabía que eras la mejor de las mejores —dijo el para luego abrazarme.

Los dos nos volvimos hacia la mesa y tomamos asiento. Todos comían y conversaban sobre los chismes universitarios.

— Solo fue suerte no porque seas inteligente zopenca —dijo Matt mirándome con enojo— y tu no deberías encerrarte con Summer en la habitación.

Todos se quedaron callados ante su ultima oración.

— ¿Qué dijiste Matt? —pregunto Cloe poniéndose seria.

— Cuéntales ingeniero... que te encierras con nuestra compañera —dijo el sonriente.

Volví mi mirada a el fulminándolo con la mirada.

<<IDIOTA DETESTABLE>>

— Nathan creo haberte explicado las reglas y todos aquí saben eso... ¿Quieren que los sancionen? —dijo Cloe mirando a Nathan y luego a mi.

Me puse de pie al no poder contener el enojo.

— ¡Eres un maldito resentido! —dije mirando con enojo a Matt que sonreía como si hubiese ganado— ¿A quien quieres complacer con tus notas ególatra?

La sonrisa en su rostro se borro.

— Porque parece que aquí no soy la única niñata que quiere complacer a sus padres —dije con enojo.

— ¡Cállate! —exclamo el poniéndose de pie— al menos se lo que quiero y me comporto y soy seguro de mi mismo... O si no mírate hasta la manera en la que vistes y te comportas se ve la inseguridad que tienes...

Hice silencio sentí la puntada en el pecho y el nudo en la garganta.

— Creo que fue todo lo contrario contigo al menos mis padres los dos estuvieron para mi... —dije para luego salir de allí.

Me metí en mi cuarto y me tumbé en la cama.

Quizás era verdad sentía inseguridad de mi misma o no me conocía por completo, pero de algo sabia era que no era una mala chica.

No podía dejar de llorar, quería irme con mis padres a mi casa.

Escuché que la puerta se abrió y escondí mi rostro en la almohada.

— Valerie solo déjame... —dije con la voz entrecortada.

— No soy Valerie —respondió una voz más gruesa.

Sentí como parte de mi cama se hundió, me senté y observé a Nathan.

— No diré nada solo me quedare contigo hasta que te sientas mejor —bastaron esas palabras para que volviese a llorar.

— No se quien soy de verdad... —el se acercó más y luego me envolvió en sus brazos.

— Lo sabes no tengas miedo a actuar como de verdad eres... solo se tu misma.

No tenía idea que ser yo misma me causaría demasiados problemas. 

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