#31- "¿Mala suerte?

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Los días pasaban y cada día pensábamos las formas distintas para poder atrapar en el momento exacto a Cloe.

Ya todos tenían más que claro la clase de persona que era ella.

Mire a Matt que estaba con su libro en frente mío, Nathan estaba en la punta sentado con su portátil. Izan y Lauren estudiaban juntos.

— ¡No encontraremos nada aquí! —dije mirando a Matt.

Él puso los ojos en blanco, todos esos días me había estado evitando y Nathan era otro que tampoco me dirigía la palabra.

— ¡Púdranse! —exclame cansada mirando a Matt y luego a Nathan.

Subí las escaleras y me metí a la habitación, encontrándome a Chase y a Valerie.

— ¿Qué haces? —dije al ver que ella aplicaba algo en la cara de Chase.

— Una rutina de cara tú también deberías probar —dijo ella mostrándome los sobres con máscaras.

Me tire en la cama y tape mi rostro con la almohada.

— Estoy harta... ellos —hice una pausa recordando a los dos sujetos— ¡Ah los odio!

— ¿De quién hablas? ¿De Matt o Nathan? ¿O de los dos? —pregunto Valerie.

Me quite la almohada del rostro y la mire fulminándola con la mirada.

— Definitivamente ninguno de los dos sirve para enamorar, Nathan es muy tímido y Matt es demasiado... —comento Chase que tenía los ojos cerrados.

— ¿Gruñón? —dijo Valerie mirándome.

— Si los dos son muy vírgenes no sabes conquistar a una mujer —mire a Chase sorprendida por lo que acababa de decir— aunque uno sabe ocultar más sus sentimientos que otro.

Levante una ceja y me cruce de brazos al oír la tontería que Chase estaba diciendo.

— Es una completa estupidez —dije para luego tomar mi ropa y salir de la habitación.

Mire hacia la habitación de Tessa y ella no estaba, porque había ido a visitar a su familia. Amice estaba en otra casa visitando a unas amigas, Willa había salido y Beth y Ari escuchaban música.

Me metí al baño y me despojé de toda mi ropa, dejé la toalla en el gancho que había dentro de la ducha.

Sentía el estrés y lo veía por mi caída de cabello.

El proyecto y los exámenes que se aproximaban antes de que comenzaran las vacaciones e iniciara el siguiente año.

Escuché un ruido y me reí ya que con las chicas siempre que otra usaba el baño le dejábamos su espacio.

— ¡Valerie! —dije al escuchar que la puerta se cerró de golpe.

De repente empecé a sentir que el agua empezó a salir más caliente, agarré la manecilla del agua fría pero no giraba.

Me hice a un lado al ver que el agua salía a toda presión y estaba hirviendo tanto que empezó a levantar vapor.

Quise abrir la puerta pero estaba trabada.

— ¡Chicas esto no es gracioso! —exclame y el agua empezó a salpicar mi cuerpo.

Entonces fue cuando empecé a sentir el agua en la planta de mis pies.

Intente cerrar el agua pero las manecillas estaban trabadas.

— ¡Ah! —empecé a gritar al sentir el agua caliente caer sobre mi cuerpo— ¡Aaah! ¡Ayúdenme!

Esencia - "Nosotros"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora