Somebody To Love | ChrisErick |

CAPÍTULO 18

"Put your head on my shoulder," la suave melodía resonó por toda la habitación como el viento, llenando el vacío a su antojo. "Hold me in your arms, baby" continuó la canción, ahogando los gemidos sin aliento que llenaban la sala de estudio.

Erick dejó caer su cabeza hacia atrás, sobre el ancho hombro de Christopher, su pecho palpitante, brillante por el sudor. El virtuoso cuerpo de Erick estaba sentado en el regazo de Christopher, ambos sentados sobre el sillón marrón de su estudio. Las manos del hombre guiaron delicadamente sus caderas, deslizando su pene dentro y fuera de Erick con movimientos fluidos. El toque de Christopher era como la llama de una vela, y Erick se derretía sobre él como cera caliente, su mente nublándose por el placer abrumador, al igual que sus ojos.

Hacía calor, el aire a su alrededor era significativamente más denso, la humedad se extendía por sus cuerpos bronceados, y su desnudez solo hacía que el calor aumentara. Erick tenia las manos arriba, sus dedos jugueteando con los mechones del cabello rubio de Christopher. Estaban callados, encantados con la música, con ellos mismos. Christopher besó su cuello, su suave piel pálida, como la luna, rogando por ser mordida.

"Chris-" Erick jadeó. "C-Christopher-" balbuceó, perdiendo sus sentidos, su poder, su autocontrol. El pene de Christopher latió dentro de él, golpeando su próstata con tanta fluidez, haciéndolo gritar y que arqueara la espalda. Christopher pasó sus manos por su trasero, amando lo necesitado y ansioso que estaba su chico.

"Tan hermoso." Christopher murmuró las únicas palabras en su mente. "Mio, mi hermoso niño."

"T-tuyo" susurró Erick, con el corazón latiendo rápidamente, sus pensamientos dando vueltas en el torbellino de su mente en medio de su humeante intercambio de palabras.

"Just a kiss goodnigth, maybe," cantó Paul Anka desde el tocadiscos. "You and I will fall in love," Amor, los ojos de Erick se abrieron cuando Christopher murmuró suaves elogios sobre su nuca, su estómago agitándose en respuesta, la repentina realización haciéndole girar la cabeza.

Christopher presionó dentro de él con fuerza.

"Córrete para mí, ángel" susurró Christopher, su voz resonando en la cabeza de Erick y fuera de ella, en todas partes, rodeándolo, tomando el control.

Erick llegó al orgasmo, silencioso pero gimiendo, tiras de semen brotando de su pene. Christopher suspiró en su oído, sonriendo.

"Dios, eres perfecto" dijo Christopher, y Erick solo tuvo que saltar sobre su polla dos veces más para que el mayor se corriera. Lo escuchó gruñir y continuó saltando, haciéndolo correrse más duro y tenso. Christopher golpeó el muslo de Erick para detenerlo, y luego el chico se levantó del hombre mayor y se recostó en su regazo, inerte.

"Oh, cariño." Christopher exhaló cuando Erick juntó sus frentes. "¿Te he agotado?"

"Siempre lo haces" dijo Erick con una sonrisa cariñosa en su rostro.

Se sentía como si hubieran pasado meses y meses cuando solo había pasado una semana. Erick le dio una excusa bastante pobre a Madison sobre su ausencia, quien tan solo asintió con indiferencia y lo dejó ser. Erick notaba lo insensible que se estaba volviendo Madison, pero no le decía nada.

"También podrías vivir aquí, Erick" susurró Christopher, sonriendo. "¿No sería maravilloso? Despertar a tu lado todas las mañanas. Pura felicidad".

"Realmente lo sería" dijo el chico, con las mejillas ligeramente sonrosadas. "Aunque, quizá haya una solución para ese pequeño problema" continuó, sonriendo. "Huyamos."

"Ojalá me lo hubieras propuesto antes, mi amor" murmuró Christopher, con sus ojos marrones mirando hacia otro lado. "Ojalá fuéramos más tontos, más atrevidos, más jóvenes. Habría visto a un lindo chico como tú y habría corrido con tu mano en la mía en un instante. Podríamos haber tomado un bote e irnos a Grecia. Vivir nuestras vidas fingiendo ser hermanos." Christopher se rió disimuladamente.