CAPÍTULO 19

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Christopher se mantuvo de pie allí. El silencio reinaba dentro de la casa en Londres. Las cortinas granate cubrían las ventanas, protegiendo el exterior de los corazones rotos que se filtraban al suelo como vino. Christopher miró hacia arriba muy lentamente, la marca roja de una mano en su mejilla.

Camila estaba de pie junto a la entrada de la sala de estar, con los ojos oscurecidos más allá de lo creíble, los latidos de su corazón se escuchaban a kilómetros. Se acercó a Christopher con los puños apretados.

"Un hombre, ¿has estado haciendo éstas cosas con un hombre?" Camila dijo, suave, hirviendo de rabia.

Christopher se quedó callado. Camila tomó su bolso y se lo tiró encima, el estuche de cuero duro golpeándolo en el pecho. Christopher dio un paso atrás.

"¡Un hombre!" Camila gritó. "¿Qué pasa contigo? ¿Qué tan jodidamente bajo tienes que caer?"

El silencio de Christopher emergía como una señal de su actitud indiferente, al menos para Camila. Entonces ella sonrió, perversa. "Todo esto es una broma para ti, ¿no es así? No, ¿por qué? ¿Por qué te importaría? ¡Justo cuando tu esposa está preocupada porque su madre está enferma!" Camila gritó, temblando de rabia. "Dime. ¿Lo metiste a nuestro dormitorio, a nuestra... nuestra casa antes?"

"Sí" dijo Christopher en voz baja, mirando hacia abajo.

Camila se quedó quieta ante la repentina respuesta. Tragó saliva. "¿Cómo- cuántas veces-"

"Desde hace un mes o más" respondió Christopher, jugando con su anillo de bodas.

"En nuestra cama también" dijo, finalmente mirándola. Él sonrió, gradualmente.

"Me lo cogí todos los días mientras no estabas, Camila."

"¿Qué-" comenzó a decir ella, con los ojos muy abiertos. "¿Qué sucede contigo?" dijo, con voz temblorosa.

Christopher aún estaba sonriendo. "Suenas preocupada."

"Estás loco. Eso es... eso es lo que eres. Nuestro acuerdo fue decirnos cuando hiciéramos algo con otra persona". Camila espetó. "Y- y se supone que no debes hacerlo con hombres-"

"¿Por qué no?" Preguntó Christopher, apoyándose en la mesa del bar.

"¡Porque- porque está mal, Christopher! ¡Por eso!" Camila lloró. Christopher se rió entre dientes, mirando a otro lado.

"Supongo que no sabía eso" dijo él, mirando a su alrededor sin hacer nada. Sin pensar.

Camila no pudo soportarlo. Se acercó a él y lo abofeteó una vez más, con fuerza. Christopher se llevó las manos a la mejilla, clavándose las uñas y mirando hacia abajo.

"Deja de comportarte como-como si esto no importara. ¡E-es importante! No lo tienes permitido-" Comenzó a decir Camila con brusquedad, pero Christopher la agarró de la muñeca con una mano firme antes de que pudiera hacer algo de nuevo. Christopher la miró con los ojos llenos de ira.

"¿No lo tengo permitido?" Christopher gruñó en voz baja. "Mientras tú follas y follas y follas a cada hombre que se acerca a ti, ¿hm? ¿No lo tengo permitido?" Preguntó. Camila lo miró con los ojos muy abiertos.

"¿Por qué volviste, Camila? ¿Por qué?" Christopher preguntó con rigidez.

Camila lo miró. Hizo una pausa por un segundo pero habló rápidamente.

Somebody To Love  | ChrisErick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora