dos.

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Habían pasado 5 días desde que Bang Chan se había presentado como un alfa pura sangre.

Su celo duro solo 3 días, en los cuales estuvo tomando supresores para bajar los afectos del celo.

Se la había pasado encerrado en su habitación todos esos días. Felix lo había ido a buscar cada uno de ellos, pero solamente le pedía a Yang Mi que le dijera que no se sentía bien, pues no tenía la valentía suficiente para confesarle que no se había presentado como el omega que siempre soño.

Estaba sumamente triste y enojado, pues jamás podría ser pareja de su primer y único amor. Se había presentado como alfa y era casi seguro que Felix también lo haría, por ende, no eran pareja destinada como tanto sospechaban.

También una cosa que lo tenía sumamente fastidiado y enojado, es el hecho de que no podía lidiar con su lobo recién despierto, pues este no dejaba de aullar y exigir más de ese aroma de Malvaviscos y chocolate. No sabía como explicarle aquella bola de pelos en su interior que aquel olor no pertenecía a nadie y que solamente era la loción de su amigo.

Pero al parecer su lobo era un terco, pues seguía pidiéndole ir hacia el portador de aquel aroma. Oh, como se reiría de la bola de pelos el día que sepa que aquella persona es o más bien sera un alfa.

En estos momentos Bang Chan se encontraba solo en casa, sus padres estaban trabajando y el tenía días libres en su instituto por el tema de su celo. Se encontraba malhumorado, todo lo acontecido lo había tenido así, no quería ver ni escuchar a nadie por que era casi seguro que iba a gruñirles.

El timbre de la casa sonó, pero no le tomo mucha importancia, por lo que siguió concentrado en el entretenido juego de su celular. El timbre volvió a sonar y bufo, decidido a ignorar aquella persona, iba dispuesto a colocarse sus audífonos, pero el timbre comenzó a sonar inumerables veces. Gruño y dispuesto a decirle unas cuantas groserías aquel sujeto, salio de la habitación refunfuñando, echando humo por sus orejas y rojo del coraje.

Bajo a la primera planta y se dirigió a pasos fuertes a la puerta, abrió esta bruscamente y a los segundos un pequeño cuerpo se lanzo al suyo, abrazándolo fuertemente, era Felix.
Su lobo comenzó aullar al sentir el casi inexistente aroma a Malvaviscos y chocolate.

Sintió a Felix olfatear la zona de su cuello, y de inmediato el castañito se alejo con su ceño fruncido al sentir un extraño pero rico aroma en ese lugar.

──Bang Chan, apestas. ──Dijo, aunque a decir verdad, ese aroma a café y tierra mojada le gusto.

El menor solo pudo bajar su mirada entristecido. El castaño hasta ese entonces lo analizó de pies a cabeza, dándose cuenta de un pequeño casi inexistente detalle──. ¿Acaso creciste, Channie? ──Preguntó al ver que su amigo ahora lo sobrepasaba por mínimo unos dos centímetros, casi nada pero igualmente era notorio.

Bang Chan mordió su labio inferior nervioso, no podía ocultarle a su amigo, a su amor, que hace unos días se había presentado como alfa. Tenía que enfrentar la realidad por más que le doliera.

──Entra, hyung, hay unas cosas que tengo que contarte. ──Le dijo, cerrando la puerta de su casa y caminando a su sala, donde tomo asiento en el sofá que ahí había y poco después Felix lo hizo a su lado.

──¿Qué pasa Channie? Te noto rarito ──Habló el mayor, llevando una de sus manos a la mejilla contraria para acariciarla──. ¿Mi bebé se siente mal? ──Pregunto meloso, Bang Chan no pudo evitar sonreír, pero así tan rápido como su sonrisa apareció también la borro.

──Hyung, tú...¿Tú notas a lo que huelo verdad? ──Cuestiono, el mayor asintió confundido, apartando su mano de la blanquecina mejilla para poner seriedad al asunto──. Es mi aroma.

Felix abrió su boquita en grande y aparto su mirada de la del contrario, analizando la situación. Después de unos minutos de haber pensado, hablo.

──Channie, para ser un omega tienes un olor bastante fuerte, aunque igual me gusta. ──Rió, picando con su dedo la nariz contraria.

──No estas entendiendo. ──Habló serio y suspiró, era mejor decírselo de una vez──. Hyung, hace unos días, cuando llegué de tu casa, tuve mi primer celo en la noche. ──El mayor se sorprendió en demasía, y antes de poder hablar, el pelinegro lo hizo rápido──. Felix, yo me presente como un alfa pura sangre.

El castaño a su lado abrió sus ojitos desmesuradamente, abrió su boca tratando de decir algo pero nada salía de sus labios. Sus ojos color miel se comenzaron a llenar de pequeñas lágrimas y Bang Chan lo abrazo de inmediato al notar aquello.

──P-perdóname hyung, lo siento t-tanto, mi deseó no fue cu-cumplido. ──Dijo el alfa, tartamudeando un poco gracias a que estaba a punto de hecharse a llorar.

Felix solo abrazó a su amigo, llorando, escondiendo su carita en el cuello de este, sintiendo su rico aroma inundar sus fosas nasales. Quedándose ahí por un buen rato ahogando sus sollozos en el cuello contrario.

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Felix se encontraba sentando en una silla frente a la mesa de la cocina de su amigo, mirando como este se movía de un lado a otro poniendo a calentar un chocolate y sacando unas galletas del mismo sabor de la alacena.

El alfa se acerco a él y le dio un paquete de aquellas galletas, para luego tomar asiento también y mirarlo fijamente.

──Dime algo hyung, por favor. ──Suplicó el menor. Felix lo miro dudoso, mordiendo su labio inferior.

──Me gusta tu aroma.

Bang Chan solto una risa y negó con su cabeza.

──No ese tipo de cosas, dime lo que piensas de mi, de nosotros, ahora que me presente como alfa. ──Explico, viendolo con ojitos suplicantes.

El castaño solo tomo el paquete de galletas y lo abrió, sacando una y llevandola directo a su boquita, sintiendo el sabor a chocolate en su paladar, sonrío por eso. La terminó de comer y miro a su amigo.

──Estoy triste Channie, pero no hay nada que se pueda hacer. ──Habló y Bang Chan hizo un puchero──. Ey, no te pongas triste, si quieres podemos cumplir parte de tu deseo, mira, yo te dare muchos mimos y te cuidare tal y como lo querías, solo que no seremos pareja. ──Al decir lo último, no pudo evitar sentirse un poco más triste de lo que ya estaba.

Bang Chan solo asintió aún con su puchero y se puso de pie, fue por el chocolate que se calentaba en la estufa y lo retiró del fuego. Lo sirvió en dos tazas diferentes y llevo ambas a la mesa, dándole una a su mayor.

Siguieron platicando tratando de eliminar la atmósfera de tristeza que en el lugar había, cosa que lograron cuando Felix se puso hacer chistes sobre lo mucho que Bang Chan crecería ahora que era alfa, diciéndole que ahora ambos estarían en competencia por quien sería más alto.

Ambos tenían sus corazónes rotos al saber que no podrían estar juntos como tanto lo habían soñado. Sus ilusiones se vieron destruidas, sin si quiera detenerse a pensar en un gran detalle.

Vaya que la vida los iba a sorprender.

꒰୨ 🍓 ୧꒱

Hola~ 😏🤙

Espero que les haya gustado el capítulos, muchas gracias por leer la adaptación<3

no tan omega › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora